Opus
El Opus ha decidido hacer p¨²blicos sus estatutos por vez primera. Y, como prueba del talante de modernidad que le anima y de su af¨¢n de transparencia, los ha editado en buen lat¨ªn, lengua, como de todos es sabido, de amplia difusi¨®n entre las masas. Servidora, que en bachillerato sacaba buenas notas (despu¨¦s llegar¨ªa la d¨¦b?cle y el brillante descenso hacia las simas acad¨¦micas), se vio en la adolescencia cortejada por los proselitistas de la Obra. De aquel temprano contacto s¨®lo recuerdo los pintureros cuadritos, con m¨¢ximas prudentes bordadas a punto de cruz, que adornaban las paredes de sus centros, as¨ª como mi obstinada y radical desconfianza. Porque en este pa¨ªs, supuestamente tan cat¨®lico, siempre se ha tenido cierta prevenci¨®n al Opus Dei.Secretismo y turbias avideces econ¨®micas, ¨¦sas han sido las sospechas que tradicionalmente han suscitado. Pero ahora, graclas a la libertad informativa democr¨¢tica, empezamos a enterarnos de que semejantes cualidades no ser¨ªan privativas de la Obra. V¨¦ase, si no, el inacabable caso de Marcinkus, tan clandestino y s¨®rdidamente monetario. O el acendrado amor por los dineros que est¨¢ demostrando nuestra Iglesia, empe?ada en duplicar el porcentaje de retenci¨®n de los impuestos y reclamando, con terrenal desahogo, los tropecientos mil millones que le paga el Estado por la cara. Adem¨¢s, si al Opus se le acusa de formar un clan oculto de presi¨®n para distribuirse prebendas financieras, ?no viene a ser en esto m¨¢s o menos como la beautiful people, s¨®lo que sin se?oras estupendas? Criaturitas: despu¨¦s de haberlos juzgado tan mal durante tantos a?os, quiz¨¢ resulte ahora que los chicos del Opus son de lo m¨¢s corriente y m¨¢s normal.
Normalidad que se ver¨¢ ratificada por la publicaci¨®n latina de sus secretuelos. Los taxistas, los empleados de banca, las amas de casa, se har¨¢n lenguas con las curiosas costumbres de la Obra:
?Has visto? A las numerarias auxiliares las tienen para barrer y limpiar, de fregonarum", comentar¨¢ el vulgo, por ejemplo. Va a ser un best seller, lo presiento.
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