Francisco Garc¨ªa Pav¨®n muere en Madrid a los 69 a?os de edad

El escritor Francisco Garc¨ªa Pav¨®n falleci¨® en Madrid, en la madrugada del domingo, a los 69 a?os de edad. Premio Nadal en el a?o 1969 por la novela Las hermanas coloradas, adquiri¨® popularidad como creador de Plinio, un guardia urbano de Tomelloso, que fue encamado en la televisi¨®n por el actor Antonio Casal. Garc¨ªa Pav¨®n naci¨® en Tomelloso, Ciudad Real, el 24 de septiembre de 1919, y entre sus obras destacan Cerca de Oviedo, Historia de Tomelloso, La guerra de los dos mil a?os y El reinado de Witiza. El escritor ser¨¢ enterrado hoy en Tomelloso.

Si hubiera que buscar al hombre que convirti¨® esa localidad castellana de Tomelloso en una especie de Atenas manchega, de la que salieron figuras como las del pintor Antonio L¨®pez o los poetas Eladio Caba?ero o F¨¦lix Grande, el nombre de Francisco Garc¨ªa Pav¨®n se impone de antemano. Fue el mayor de todos ellos, pues all¨ª naci¨® en 1919, el m¨¢s culto y el m¨¢s acad¨¦mico tambi¨¦n, y el que contribuy¨® decisivamente: a su lanzamiento. Fue tambi¨¦n el primer doctor en Letras, catedr¨¢tico despu¨¦s, y director durante muchos a?os de la Escuela de Arte Dram¨¢tico, aparte de cr¨ªtico teatral atento, de novelista de ¨¦xito, y de un creador de cuentos excepcional. Pero sus ra¨ªces manchegas no le abandonaron jam¨¢s, le sirvieron de anclaje en lo real y de rampa de lanzamiento para toda suerte de empresas posteriores.

Tragedias de una ¨¦poca

Hay que revisar las fechas. Su primera novela, Cerca de Oviedo, qued¨® finalista en el Premio Nadal de 1945, el segundo despu¨¦s del ¨¦xito de la tan m¨ªtica Nada, de Carmen Laforet, y Garc¨ªa Pav¨®n seguir¨ªa opositando a este concurso, siendo finalista otra vez, antes de con seguirlo en 1969 con Las hermanas coloradas. El escritor hab¨ªa vivido desde dentro todas las tragedias de aquella ¨¦poca terrible, la guerra civil en el bando republicano, la dificil posguerra como un joven intelectual y profesor fascinado por el teatro, un teatro que entonces luchaba a trav¨¦s de la literatura para atravesar el desierto. Fue un cr¨ªtico notable durante muchos a?os, y adem¨¢s sorprendi¨® al sistema establecido con una obra de investigaci¨®n que se proyectaba hacia el futuro, su c¨¦lebre El teatro social en Espa?a, en 1962. Tambi¨¦n dirigi¨® durante muchos a?os la editorial Taurus.Pero, a trav¨¦s de todas aquellas aventuras, el escritor que era Garc¨ªa Pav¨®n volv¨ªa una y otra vez a Tomelloso, a su Mancha natal, recre¨¢ndola con humor, iron¨ªa y una evidente objetividad. Y aqu¨ª dio Garc¨ªa Pav¨®n la mejor medida de s¨ª mismo, en esos espl¨¦ndidos relatos que reunir¨ªa despu¨¦s en Cuento de mam¨¢ (1952), Las campanas de Tirteafuera (1955) y, sobre todo, aquellos tan sorprendentes para su ¨¦poca Cuentos republicanos (1961) y Los liberales (1965). Para entonces Garc¨ªa Pav¨®n ya estaba considerado como uno de los mejores cuentistas hisp¨¢nicos, no s¨®lo por su obra de creaci¨®n, sino tambi¨¦n por la de te¨®rico y ant¨®logo: Antolog¨ªa de cuentistas espa?oles contempor¨¢neos (1959).El escritor investigaba principalmente en sus recuerdos infantiles y familiares, y -corno dijo alg¨²n cr¨ªtico- contemplaba los toros siempre desde la barrera. Su iron¨ªa, su tierno humor siempre disponible, distanciaban las tragedias, las alejaban, y convert¨ªan en diversi¨®n lo, que en el fondo nunca dejaba de ser siempre una conversi¨®n. Y, por debajo, un liberalismo siempre de buena ley, una extra?a racionalidad bastante ins¨®lita en nuestros lares, una infinita capacidad de comprensi¨®n.

Y as¨ª lleg¨® Plinio, el nombre emblem¨¢tico, el peque?o mito manchego, que supuso al mismo tiempo el triunfo del escritor y la maldici¨®n de su etiqueta final, que me niego a suponer definitiva. Francisco Garc¨ªa Pav¨®n ha sido conocido sobre todo por las aventuras de su ins¨®lito personaje Plinio, el imaginario jefe de la Polic¨ªa Municipal de Tomelloso, que resuelve crimen tras crimen corno s¨ª fuera la encarnaci¨®n manchega del comisario Mairet. Historias de Plinio, Los carros vac¨ªos, Las hermanas coloradas, antes de volver al relato ir¨®nico costumbrista de Los nacionales (1977).

Pero tambi¨¦n las novelas de Plinio son una suma de novelas cortas, y al menos son peores cuanto m¨¢s se alargan. Francisco Garc¨ªa Pav¨®n, ese tierno y humor¨ªstico escritor manchego, que naci¨® liberal y nunca dej¨® de serlo, que cruz¨® el imperialismo de posguerra y el realismo social posterior, acompa?ado de su personal iron¨ªa, y termin¨® creando mitos de consumo, ser¨¢ siempre recordado como uno de nuestros mejores cuentistas de este siglo.