Una variaci¨®n sustancial

La postura de las autoridades argelinas ante la presencia de etarras en su territorio ha variado sustancialmente desde que en septiembre de 1986 acogieron a Txomin Iturbe Abasolo, en aquel entonces el m¨¢ximo y carism¨¢tico dirigente de la organizaci¨®n terrorista. La llegada de Iturbe, procedente de Gab¨®n, fue seguida por un continuo goteo de activistas a Argelia, hasta situarse en una cifra cercana al medio centenar.Sin embargo, el mayor n¨²mero de terroristas vascos en el pa¨ªs magreb¨ª no se ha visto correspondido con una actitud de mayor apoyo argelino al movimiento revolucionario que los activistas dicen defender. No obstante, las reglas de la hospitalidad nunca han sido incumplidas por el Gobierno argelino, que siempre ha mostrado su resistencia a expulsar a los miembros de ETA que tiene acogidos, si bien en los ¨²ltimos meses puso incluso esta amenaza sobre la mesa.

Las presiones sobre el colectivo de terroristas vascos han ido variando en virtud del mayor apoyo econ¨®mico ofrecido a Argelia por el Gobierno espa?ol. Ya en octubre de 1986, un portavoz autorizado del Ejecutivo magreb¨ª manifest¨® a este peri¨®dico que Argelia "no ser¨¢ base de operaciones terroristas o militares contra Espa?a".

En el verano de 1987, el ejecutivo argelino se mostr¨® dispuesto a que un polic¨ªa espa?ol permaneciese indefinidamente en su pa¨ªs en labores de vigilancia sobre los etarras y de enlace con las autoridades argelinas para esa cuesti¨®n.

Pocos meses despu¨¦s, altos representantes del pa¨ªs magreb¨ª hicieron llegar a Espa?a el mensaje de que estaban dispuestos a una mavor colaboraci¨®n antiterrorista si se aumentaban las compensaciones econ¨®micas. Este aspecto no ha hecho m¨¢s que incrementarse en los ¨²ltimos a?os.

Mediaci¨®n argelina

En enero de 1988, el Gobierno argelino se mostr¨® dispuesto a mediar y facilitar todos los medios a su alcance para que el Gobierno espa?ol y la organizaci¨®n independentista llegasen a un acuerdo. Este pacto se intent¨® en el verano de aquel a?o, aunque la insistencia etarra de que en dichas conversaciones se incluyesen temas pol¨ªticos dio al traste con el acercamiento. El secuestro del industrial Emiliano Revilla, ocurrido en Madrid en el mes de febrero siguiente, dio finalmente por cerrado aquel proceso de di¨¢logo.

Resuelto el secuestro del industrial soriano el 30 de octubre, las autoridades espa?olas transmitieron a una delegaci¨®n argelina su deseo de que presionase a ETA para que esta organizaci¨®n anunciase una tregua. El r¨¦gimen argelino accedi¨® a esta petici¨®n, aunque siempre lo ha negado p¨²blicamente.