Eltsin preocupa tanto si gana como si pierde
El candidato electoral y ex jefe del partido en Mosc¨² pone nervioso al aparato del PCUS
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Boris Eltsin, el ex jefe del partido comunista en Mosc¨², ha planteado un dilema sin salida a los representantes del aparato, obsesionados por el control de la perestroika (reestructuraci¨®n) en la URSS. Si el indomable pol¨ªtico, llegado desde los Urales con la lucha contra los privilegios como bandera, gana las elecciones del pr¨®ximo domingo, los sectores establecidos tendr¨¢n un dolor de cabeza institucionalizado en el Parlamento. Pero, si pierde, las cosas se presentar¨¢n mucho peor, porque los sovi¨¦ticos dif¨ªcilmente creer¨¢n que el ni?o terrible del sistema ha perdido en buena lid, y m¨¢s bien le supondr¨¢n v¨ªctima de las marruller¨ªas. Eltsin mide hoy la actitud del pueblo sovi¨¦tico hacia el PCUS.
?sta es la impresi¨®n que tienen hoy medios de la intelectualidad moscovita que, pese a temer la vena autoritaria y los bruscos arranques de Eltsin, se disponen a votar por ¨¦l como har¨¢ el pueblo llano. A esta situaci¨®n se ha llegado porque Eltsin se ha convertido en un s¨ªmbolo popular sin precedentes que plantea problemas ins¨®litos a la directiva comunista. ?sta ha contribuido en gran medida al carisma y a la fama de justiciero implacable que hoy tiene Eltsin con una serie de errores encadenados: ignorarle, desacreditarle y condenarle.Las calles de Mosc¨² son hoy de Eltsin, y as¨ª lo demostr¨® la gigantesca manifestaci¨®n que, coreando esl¨®ganes como "abajo los bur¨®cratas del partido" y "dejad a Eltsin en paz", se concentr¨® frente al ayuntamiento en un cortejo que no par¨® de crecer desde su inicio en el parque Gorki. La multitud amenazadora se planteaba incluso las huelgas si Eltsin no triunfa como diputado por el distrito territorial-nacional de Mosc¨². Ayer, un mitin en apoyo de Eltsin y los candidatos radicales, convocado por los estudiantes de la universidad estatal de Mosc¨², fue anulado en nombre del decreto sobre manifestaciones no autorizadas y bajo el pretexto de que la escalinata central de la universidad, uno de los caracter¨ªsticos y s¨®lidos edificios de la ¨¦poca del dirigente sovi¨¦tico Stalin, pod¨ªa hundirse bajo el peso de la multitud.
En el aire est¨¢n estos d¨ªas temores de un atentado que pudiera acabar f¨ªsicamente con el candidato, y la teor¨ªa de la conjura es alimentada por el mismo Eltsin, quien el s¨¢bado, en el desangelado barrio de Brateevo, se present¨® como una v¨ªctima del aparato. As¨ª, como v¨ªctima, como m¨¢rtir, corno luchador perseguido, es como Eltsin gusta m¨¢s a los ciudadanos sovi¨¦ticos, dispuestos a acoger con entusiasmo las afirmaciones m¨¢s radicales sin preguntar c¨®mo se van a llevar a cabo en la pr¨¢ctica.
La comisi¨®n reci¨¦n creada por el Comit¨¦ Central, del PCUS para investigar las supuestas desviaciones de Eltsin de la l¨ªnea del partido no ha hecho sino agravar las cosas. Hoy, el Comit¨¦ Central es acusado de querer provocar a Eltsin un infarto como el que sufri¨® en 1987, cuando provoc¨® las iras del aparato al asegurar que la perestroika estaba atascada.
Renuncia a los privilegios
Si Boris Eltsin tiene hoy un infarto no le atender¨¢n los m¨¦dicos del Kremlin (la llamada cuarta direcci¨®n) sino la cl¨ªnica del barrio, pues el candidato sovi¨¦tico ha proclamado -ya su renuncia al ¨²ltimo privilegio que hace poco dec¨ªa conservar: el acceso al circuito sanitario de los elegidos, donde entr¨® en virtud de su breve pertenencia al Politbur¨®.En Brateevo, una de las preocupaciones de los 8.000 seguidores que le vitoreaban fue que Eltsin se pusiera la shapka (gorra de piel) para no resfriarse, y cuando lo hizo en un gesto no exento de solemnidad, la multitud no pudo reprimir un aplauso. "Tus enemigos estar¨¢n contentos si te pones enfermo", le gritaron unos admiradores cuyos sentimientos de protecci¨®n se han movilizado a favor de Eltsin.
Las cosas han llegado a tal punto que la televisi¨®n sovi¨¦tica, en su primer canal de audiencia estatal, se vio obligada a desmentir por dos veces las acusaciones formuladas, por cierto desde el programa televisivo nocturno Vsgliad (La mirada), seg¨²n las cuales el ex jefe del partido comunista, Eltsin, hab¨ªa sido sometido a preguntas falsificadas en el debate con su contrincante electoral, el director de la f¨¢brica de autom¨®viles Zil, Evgueni Brakov. Los electores moscovitas pintan hoy bigotes en los retratos de Brakov, y los j¨®venes periodistas intr¨¦pidos que normalmente presentan Vsgliad han sido apartados temporalmente de sus funciones, seg¨²n fuentes bien informadas.
La rabia de los sovi¨¦ticos por la escasez de bienes de consumo, el descontento por la falta de servicios y la impresi¨®n de que hay una casta de privilegiados ajenos a las privaciones de la mayor¨ªa, aunados a una falta de cultura pol¨ªtica y a un sentido m¨ªstico-religioso arraigado en la cuItura rusa son la tierra f¨¦rtil de la que se nutre el fen¨®meno Eltsin.
Por otra parte, el cient¨ªfico Andrei Sajarov exhort¨® ayer a corregir los resultados antidemocr¨¢ticos de las elecciones realizadas en la Academia de Ciencias en una conferencia de la cual deben salir los 20 diputados definitivos asignados a esta instituci¨®n en el Parlamento sovi¨¦tico.
Sajarov fue excluido de la lista de 23 candidatos votada en enero por el Presidium de la Academia, pese a tener el apoyo de una cincuentena de institutos. La conferencia, a la que asisten 1.500 delegados, se inaugur¨® ayer en Mosc¨², y Sajarov manifest¨® a esta corresponsal que este acontecimiento "es extraordinariamente importante, no s¨®lo para la Academia sino para la democratizaci¨®n de todo el pa¨ªs".
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