Surtido de riesgos

El metro re¨²ne en sus instalaciones una surtida colecci¨®n de riesgos. El viajero despistado es f¨¢cil presa de las escaleras mec¨¢nicas o de las puertas autom¨¢ticas; el usuario intr¨¦pido y alocado lo es de una de las causas m¨¢s frecuentes de accidentes mortales en el metro: viajar en las plataformas entre vag¨®n y vag¨®n.En 1988 se produjeron 2.500 accidentes en las instalaciones del metro, que transporta al a?o 367 millones de viajeros.

Las escaleras mec¨¢nicas est¨¢n detr¨¢s de la mayor¨ªa de los accidentes. "Lo dificil es deteminar si la culpa es de la instalacion o del despiste del usario", afirma Eugenio Cano, jefe de Relaciones P¨²blicas del Metro.

Pero el juez s¨ª lo debi¨® ver claro en el caso de Noelia Peric¨®n, una ni?a que perdi¨® cinco dedos de un pie en un accidente ocurrido en 1982 en las escalaras mec¨¢nicas de la estaci¨®n de Prosperidad.

La compa?¨ªa fue obligada a pagar ocho millones de pesetas como indemnizaci¨®n.

"Desamparo injustificable"

Los accidentes en el metro est¨¢n cubiertos desde 1985 por un seguro de viajeros tras la petici¨®n formulada por el Defensor del Pueblo, que estimaba que los viajeros sufr¨ªan un "desamparo injustificable" al no estar protegidos por ning¨²n tipo de seguro.

El seguro, suscrito con la compa?ia Royal Insurance, cubre con 3.500.000 pesetas los casos de invalidez permanente y con tres millones de pesetas los casos de muerte.

Hay dos procedimientos de tramitar las quejas contra las instalaciones del metro: rellenando un parte de incidencias en la estaci¨®n o dirigi¨¦ndose personalmente o por tel¨¦fono al servicio de informaci¨®n, en Cavanilles, 58.

Derechos y prohibiciones a los usuarios se dan la mano desde 1987 en un reglamento de viajeros que quita el polvo a las normas de 1924 y 1926. El reglamento recoge el derecho a una indemnizaci¨®n por accidente y proh¨ªbe, entre otras cosas, pisar la franja de seguridad pintada de amarillo sobre el and¨¦n.