M¨¢s de lo que parece

James B. Harris es el antiguo productor independiente de las primeras pel¨ªculas de Stanley Kubrick, un buen cineasta ocasional y un gran conocedor del jazz. Y todo esto se nota en Cop, que tiene la sensatez y sobriedad de una pel¨ªctila de los a?os cincuenta, est¨¢ dirigida con un criterio que le debe mucho m¨¢s a convicciones cin¨¦filas y morales que a imposiciones de la moda, y disfruta de un estupendo montaje musical.Cop, tal y como su t¨ªtulo indica, trata de un polic¨ªa y de su mentalidad, de un polic¨ªa que lo es cuando persigue a un maniaco sexual, pero que contin¨²a si¨¦ndolo cuando se acuesta con una mujer. James Woods encarna al protagonista, Hopkins, un neur¨®tico, un individuo obsesionado, puritano, la otra cara y complemento perfecto del criminal. Esto Harris no lo subraya, no pretende ponerlo en primer t¨¦rmino y convencemos de las implicaciones subterr¨¢neas de su historia. Sabe que ¨¦stas existen y le basta con ello, confiando en que el espectador comprender¨¢ por qu¨¦ la pel¨ªcula evita la complicidad voyeuristica con su h¨¦roe.

Cop tiene el agradable sabor, ya casi olvidado, de la serie B, y con su ritmo tranquilo y su aparente sencillez proporciona un entretenimiento que no es idiota. Sin embargo, queda flotando en el aire la duda sobre si en una ¨¦poca de consumo indiscriminado de im¨¢genes la opci¨®n de Harris conduce a otra cosa que a aceptar la desaparici¨®n en vida.