Necrofilia y ecolog¨ªa

?ltima de las adaptaciones que Roger Corman llevara a cabo en los a?os sesenta de los textos de Poe -aunque del mismo a?o, 1964, que la pen¨²ltima, La m¨¢scara de la muerte roja, que podremos ver el pr¨®ximo domingo-, La tumba de Ligeia es, para muchos, la mejor de todas ellas. En cualquier caso, es muy de tener en cuenta en su activo el aura rom¨¢ntica, arrebatadora, que mueve a sus personajes, principalmente la pasi¨®n necrofilica de su protagonista principal -un Vincent Price con pintorescas gafas oscuras- por su mujer perdida, Ligeia, m¨¢s o menos la misma del se?or de Winter por Rebeca.De horror es tambi¨¦n la pel¨ªcula de esta madrugada, Concierto macabro, una pesadilla de cr¨ªmenes en la niebla con ecos de Las manos de Orlac y La muchacha de Londres, y de ra¨ªz ecol¨®gica la que la antecede por la noche, Un tipo genial. La voz es nueva, Bill Forsyth, y serena, l¨²cida, ir¨®nica y c¨¢lida como esa aurora boreal, esas gaviotas y esas arenas blancas capaces de hacer del m¨¢s encorbatado ejecutivo de multinacional un verde irreductible. Estupenda y clim¨¢tica m¨²sica de Mark Knopfler y memorable aparici¨®n astrol¨®gica de un divertid¨ªsimo Burt Lancaster.