Dependencia

Tanto Delk¨¢der como Orqu¨ªn, Azaola y Pesora afirman que est¨¢ absolutamente consolidada la tendencia a volver a los libros de informaci¨®n.Todos ellos coinciden en que ha sido determinante y decisiva para que ello ocurra la relaci¨®n, que alguno califica de dependencia, entre la escuela y la literatura infantil, al igual que en la d¨¦cada de los setenta fueron los movimientos de renovaci¨®n pedag¨®gica los que lucharon por dignificar la literatura infantil y juvenil.

Mientras Felicidad Orqu¨ªn se muestra preocupada por la dependencia de la literatura con respecto a la escuela y piensa que las necesidades de una y otra son distintas, Azaola afirma que la moda es c¨ªclica y que est¨¢ bien que al ni?o no s¨®lo se le ofrezca narrativa, sino tambi¨¦n se le cuente c¨®mo es el mundo en el que viven. Orqu¨ªn piensa que la escuela quiere textos sencillos y que ense?en cosas del programa escolar, y afirma: "Si la literatura no es algo placentero y elegido, se convierte en otra cosa que puede perjudicar los h¨¢bitos lectores de ni?os y adolescentes".

Por su parte, Pesora, piensa que este libro de informaci¨®n puede ser un complemento si se hace bien, pero que la dependencia siempre puede perjudicar: "Es una manera de concienciar la est¨¦tica de los ni?os, y, a no ser que se plantee como un ejercicio de clase, pienso que puede ser una aportaci¨®n". A ello a?ade el problema de que los editores saben que el vender pasa por la escuela.