V¨¢zquez Rial hace literatura en 'La reina de oros' con material de follet¨ªn

Lo que primero se impuso a los ojos de Horacio V¨¢zquez Rial cuando se le ocurri¨® escribir La reina de oros no fue una puta, que es la protagonista, sino la ciudad, Barcelona, en cuyo barrio Chino vive su historia de pasi¨®n la adolescente Mila Sole, la hero¨ªna. Finalista del premio de novela Plaza y Jan¨¦s, la novela fue presentada ayer en Madrid por Juan Luis Cebri¨¢n, consejero delegado de PRISA, y el autor.

Seg¨²n dijo el autor a este peri¨®dico, su novela es "una defensa de la pasi¨®n, la pasi¨®n er¨®tica", toda vez que la hero¨ªna es un objeto de deseo, y su realizaci¨®n, adem¨¢s, estriba en serlo. S¨¦ptima de sus novelas, La reina de oros, que es un personaje de la baraja del tarot, es a juicio del escritor s¨®lo una disgresi¨®n en su obra, caracterizada hasta la fecha por la experimentaci¨®n y la preocupaci¨®n pol¨ªtica, y en todo caso la primera en cuya escritura se ha divertido de verdad.Espa?ol nacido en Buenos Aires, V¨¢zquez Rial tiene 42 a?os, vive en Barcelona desde hace 20, y ha escrito, entre otras, Segundas personas (1983), El viaje espa?ol (1985), Oscuras materias de la luz (1986), Historia del triste (finalista del Premio Nadal en 1986) y La libertad de Italia (1987), con un pr¨®logo de Juan Luis Cebri¨¢n integrado en la novela.

En su presentaci¨®n, Cebri¨¢n defendi¨® su idea de que la literatura debe ser consecuente con su condici¨®n de arte de masas -comparti¨® el homenaje al follet¨ªn-, y por consiguiente la b¨²squeda de lectores no debe ir en contra de la calidad y dignidad literarias. La reina de oros, dijo, tiene sin duda una calidad superior a los folletines y una extensi¨®n inferior.

A juicio de Cebri¨¢n, el m¨¦rito de la novela de V¨¢zquez Rial reside m¨¢s en la humanidad de los personajes, sobre todo de la protagonista, que en absoluto es la encarnaci¨®n del mal, como se afirma en la contraportada, y menos en tramas paralelas y m¨¢s bien secundarias que dibujan el paisaje del Barrio Chino en la Barcelona de los a?os cuarenta. Una ubicaci¨®n en el tiempo no demasiado necesaria, dijo, pues seguramente la realidad de hoy podr¨ªa superar aquella. Adem¨¢s de la amenidad, un valor literario, Cebri¨¢n elogi¨® tambi¨¦n la precisi¨®n y sobriedad -"condici¨®n de la belleza"-, que equilibran lo que hubiera podido caer en el tremendismo, en la utilizaci¨®n que hace V¨¢zquez. Rial de un lenguaje expl¨ªcitamente sexual.

Dif¨ªcil timidez

Esa fue la principal dificultad, coment¨® V¨¢zquez Rial: vencer una timidez expresiva en una literatura del sexo. En reconocimiento porque han desbrozado un camino mencion¨® expl¨ªcitamente a Mar¨ªa Ja¨¦n (El escote, Seix Barral), Cristina Peri Rossi (Solitario de amor, Grijalbo) y Almudena Grandes (Las edades de Lul¨², Tusquets), ¨²ltimo Premio La Sonrisa Vertical y presente en la comida por expreso deseo del autor, seg¨²n dijo ¨¦ste. "La pasi¨®n carnal es la vida", dijo.El personaje de la puta adolescente es una suma de varias im¨¢genes, explica V¨¢zquez Rial; luego se queda como pensando. "Aunque siempre estuvo en m¨ª", comenta, "es parte de m¨ª ese personaje". En ese instante se levanta para despedir a uno de sus invitados. Luego se sienta y prosigue con el mismo ensimismamiento. "Yo tambi¨¦n soy esa puta, claro. ?Qui¨¦n no ha sido alguna vez esa puta?".