Los espa?oles equiparan la violaci¨®n con el asesinato
La mayor¨ªa cree que la mujer, adem¨¢s de padecer el delito, queda en situaci¨®n de verg¨¹enza e indefensi¨®n frente a la justicia
En 1988 se cometieron en Espa?a 1.729 casos de violaci¨®n. Por miedo, verg¨¹enza o desconfianza en la justicia no se denuncian muchos m¨¢s. Las agresiones sexuales aumentan, y en lugares como Madrid, hasta un 12% en 1988. Si se a?ade que algunas sentencias judiciales consideran atenuantes. determinadas formas de vestir de la mujer, los observadores sociol¨®gicos convienen en reconocer que la delincuencia ha incorporado a sus comportamientos la violaci¨®n o la agresi¨®n sexual. Esta apreciaci¨®n coincide con la opini¨®n de la mayor¨ªa de los espa?oles, que equiparan el delito de violaci¨®n con el asesinato, seg¨²n una encuesta sobre violencia sexual realizada por el Instituto Demoscopia para EL PA?S dentro del sondeo trimestral sobre el tono vital en Espa?a, cuyos resultados globales se publicar¨¢n ma?ana.
EL PAIS, Algunas sentencias judiciales emitidas en los ¨²ltimos meses sobre denuncias de violencia sexual a mujeres han suscitado una viva controversia en la opini¨®n p¨²blica espa?ola. La publicidad que ha comenzado a darse a este tipo de delitos y su distinto tratamiento legal han centrado un debate sobre el que la mayor¨ªa de los espa?oles se pronuncia en una sola direcci¨®n. Coincide mayoritariamente en que el delito de violaci¨®n es tan grave como el del asesinato. Hombres y mujeres comparten casi al 100% sus valoraciones sobre este tipo de delincuencia: creen no s¨®lo que no se castiga adecuadamente, sino que en la mayor¨ªa de los casos los delincuentes quedan impunes; desconf¨ªan de la actuaci¨®n de polic¨ªas y jueces ante las denuncias que se les presentan y piensan que si estos delitos fueran juzgados por un jurado, las sentencias serian mucho m¨¢s duras.
Para la poblaci¨®n espa?ola, los actos de violencia sexual presentan una gravedad similar a la de los delitos contra las personas considerados como m¨¢s graves. En efecto, en una escala de cero a 10 (en que la puntuaci¨®n cero equivale a ninguna gravedad, y la 10, a m¨¢xima gravedad), los espa?oles atribuyen en promedio 9,77 puntos al asesinato y 9,63 (la segunda puntuaci¨®n m¨¢s alta) a la violaci¨®n de un/a menor.
As¨ª pues, entre los cuatro delitos que para los espa?oles revisten mayor gravedad, tres se refieren a actos de agresi¨®n sexual. Y a¨²n debe a?adirse que los restantes tipos de agresiones sexuales a la mujer (distintas de la violaci¨®n) son percibidos como delitos con una gravedad similar a la del atraco a mano armada con heridas graves. En el caso concreto de la violaci¨®ns¨®lo un 14% de los entrevistados cree que las denuncias que se presentan son m¨¢s o menos las que se producen. Un 46% cree que se denuncian muchas menos y est¨¢n convencidas de que son algunas o muchas menos hasta un 76% de las mujeres encuestadas. El porcentaje de las jueces que comparten esta ¨²ltima opini¨®n asciende al 77% seg¨²n una encuesta realizada, en 1987 por Oycos, SA para el Instituto de la Mujer.
Polic¨ªas y jueces
Este intenso repudio de los actos de violencia sexual es pr¨¢ctica mente id¨¦ntico entre hombres y mujeres, si bien las puntuaciones otorgadas por las segundas tienden a ser en general levemente m¨¢s elevadas (sobre todo en el caso de la violaci¨®n, que recibe una puntuaci¨®n media de 9,69 entre, las mujeres y de 9,39 entre los hombres).
La inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n espa?ola (en conjunto, casi nueve de cada 10 adultos) considera al mismo tiempo que todos estos delitos, que tan graves le parecen, no son adecuadamente castigados actualmente en nuestro pa¨ªs. En el caso concreto de los actos de violencia sexual parece existir de hecho una doble sensaci¨®n, igualmente generalizada, de impunidad: por un lado, s¨®lo el, 7% . de los espa?oles considera que se est¨¢n castigando adecuadamente los actos de este tipo que son ya delito, pero al mismo tiempo tambi¨¦n es s¨®lo un 7%. el que opina que ya son legalmente delito todas las conductas de agresi¨®n sexual que merecer¨ªan serlo. Es decir, pr¨¢cticamente para la totalidad de los espa?oles mayores de 18 a?os, ni todav¨ªa son delitos todos los actos de agresi¨®n sexual que merecer¨ªan serlo, ni son adecuadamente castigados aquellos que s¨ª lo son.
En este sentido, frente al 18% de los entrevistados que cree que se castiga adecuadamente a quienes cometen asesinato, s¨®lo un 8% considera justo el castigo aplicado a quien viola a una menor y el 7% a una mujer. En el caso concreto de la violaci¨®n, la mayor¨ªa de la poblaci¨®n (y asimismo la mayor¨ªa de las jueces actualmente en activo) coincide en pensar que la mayor parte de tales delitos no llegan a ser conocidos, quedando, por tanto, impunes. El miedo a represalias de los agresores, la verg¨¹enza y la falta de confianza en su castigo final son las explicaciones que para este amplio encubrimiento dan pr¨¢cticamente dos de cada tres entrevistados de uno y otro sexo. Es decir, tal y como lo per cibe la abrumadora mayor¨ªa de nuestra poblaci¨®n, en nuestro pa¨ªs, la mujer violada, adem¨¢s de padecer el delito, queda en una situaci¨®n de verg¨¹enza, miedo e indefensi¨®n, mientras que el agresor dispone de la suficiente impunidad como para, encima, coaccionar a su v¨ªctima.
Uno de cada dos espa?oles piensa que la lentitud y lo desagradable en tales casos de los tr¨¢mites policiales y judiciales son factores inhibidores de las denuncias. Y asimismo, uno de cada dos se?ala como causa adicional el que en general jueces y polic¨ªas se muestran poco receptivos y motivados ante este tipo de delitos. Por ello, sin duda, uno de cada dos espa?oles piensa que el n¨²mero de denuncias de delitos de violaci¨®n aumentar¨ªa si fuesen exclusivamente mujeres polic¨ªas y mujeres jueces quienes se ocupasen de su investigaci¨®n y procesamiento. Es decir, para la mitad de la ciudadan¨ªa, la b¨¢sica desconfianza de la gente en la eficacia de la maquinaria policial judicial en este tipo de delitos, que le lleva a inhibir la denuncia de casos, se derivar¨ªa de la percepci¨®n de un sesgo sexista, tan intenso como probablemente inconsciente, entre el personal, predominantemente masculino, a su servicio.
Formas de vestir
Al mismo tiempo, casi uno de cada dos espa?oles (el 42%) y casi una de cada tres jueces creen que el hecho de que el juez sea hombre o mujer s¨ª influye en la forma en que son enjuiciados estos delitos. Asimismo, m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n (56%) piensa que si quien hubiese de juzgar los delitos de agresi¨®n sexual fuese un jurado compuesto por personas de la calle, las sentencias ser¨ªan m¨¢s duras que las actuales, idea esta en la que coincide tambi¨¦n el 34% de las jueces.
Finalmente, las crecientes y controvertidas sentencias en que se ha considerado la forma de vestir de la mujer como un factor atenuante del delito de violaci¨®n, son objeto de un rechazo casi un¨¢nime: ni m¨¢s ni menos que el 90% de la ciudadan¨ªa considera que el violador debe ser plenamente culpable.
Ficha t¨¦cnica
Encuesta realizada por Demoscopia, SA sobre una muestra de 1.200 personas mayores de 18 a?os y ambos sexos, representativa de la poblaci¨®n residente en la Pen¨ªnsula, Baleares y Canarias. Tiene un nivel de confianza del 95,5% y un margen de error de ¡À2,7 para datos globales. Trabajo de campo realizado entre los d¨ªas 29 de marzo y 4 de abril mediante entrevistas a domicilio con selecci¨®n final de entrevistados por el sistema de rutas aleatorias. Proceso de datos en ODEC-Unitec.
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