La selecci¨®n, desbordada por la agresividad irlandesa, sufri¨® su primera derrota
ENVIADO ESPECIALEspa?a perdi¨® ayer su primer partido de la fase previa del Mundial. Era previsible. Se enfrentaba a la Rep¨²blica de Irlanda, la ¨²nica selecci¨®n seria de un grupo sexto muy asequible, y adem¨¢s lo hacia en su terreno, donde se practica un f¨²tbol que no tiene nada que ver con el del equipo espa?ol. En Irlanda, como en el resto de las islas brit¨¢nicas, se juega un f¨²tbol guerrillero, primitivo, donde la cabeza se utiliza m¨¢s para golpear el bal¨®n que para pensar. Espa?a vivi¨® as¨ª un partido agobiante, inc¨®modo, donde los irlandeses dejaban continuamente su tarjeta de visita en forma de patada o de codazo. Y, pese a sus intentos constantes de serenar el bal¨®n Espa?a perdi¨® la primera oportunidad de amarrar una clasificaci¨®n que parece m¨¢s que asegurada.
La primera parte fue especial mente frustrante para los espa?oles. Desde el pitido inicial, 11 lobos vestidos con la camiseta verde se lanzaron en pos del bal¨®n. Lo hac¨ªan con el desorden y la ilusi¨®n de un partido de patio de colegio, pero eso fue suficiente para arrinconar a Espa?a, que parec¨ªa tan agobiada en defensa como lo est¨¢ un comprador un s¨¢bado por la tarde en unos grandes almacenes.
Antes del partido, Luis Su¨¢rez dec¨ªa que Sanch¨ªs iba a jugar por delante o por detr¨¢s de la defensa, seg¨²n c¨®mo presionasen los rivales. Se pas¨® todo el partido por detr¨¢s, cerrando hueco para las avalanchas verdes, llevadas casi siempre por Houghton, con el que no pudo Jim¨¦nez. Todos los intentos de Michel, Mart¨ªn V¨¢zquez o Roberto por bajar el bal¨®n a la hierba eran in¨²tiles. Desde que recib¨ªan la pelota hasta que sufr¨ªan la entrada de tres lobos verdes apenas pasaban un par de segundos. Delante, los bajitos Butrague?o y Manolo empeque?ec¨ªan a¨²n m¨¢s, si cabe, superados por unos defensores poco diplom¨¢ticos.
La tarde se torci¨® definitivamente para Espa?a con el autogol de Michel, el primer tanto que encaja Zubizarreta en esa fase previa. Desde entonces hasta el final de la primera parte, todo fue una continua riada verde que Espa?a no consegu¨ªa encauzar. El ¨²nico recurso ofensivo fue un disparo duro de Mart¨ªn V¨¢zquez, detenido con apuros por Bonner.
En el segundo tiempo, quiz¨¢ al acusar Irlanda un cierto cansancio, los espa?oles lograron encadenar algunas jugadas ofensivas, adem¨¢s de demostrar haber comprendido la lecci¨®n y entrar a desarrollar el mismo tipo de f¨²tbol rocoso de los irlandeses. Aun as¨ª, las ocasiones fueron m¨ªnimas, y la m¨¢s peligrosa, ejecutada por Manolo (m. 47), acab¨® con un lanzamiento desviado. Michel, que hab¨ªa visto c¨®mo sus ganas de olvidarse de Mil¨¢n se perd¨ªan en parte con el autogol, comenz¨® a entrar m¨¢s en juego repartiendo balones a las bandas, donde Quique y Jim¨¦nez ejerc¨ªan m¨¢s de centrocampistas ofensivos que de laterales.
Pero la selecci¨®n, aunque domin¨®, nunca dio la sensaci¨®n cierta de que podr¨ªa dar la vuelta al partido. No le iba el rival y no ten¨ªa mimbres tampoco para cambiar el curso del partido, para romper el ritmo e imponer el propio. La marea verde, como se la conoce especialmente en rugby, manten¨ªa el tipo y no era f¨¢cilmente desmontable. Si por algo se puede caracterizar Irlanda es por su juego tenaz, inasequible al desaliento. Y m¨¢s en esta ocasi¨®n, donde se jugaba el seguir aspirando a la segunda plaza del grupo que da tambi¨¦n el pasaporte para la fase final de Italia 90. A¨²n lo tiene dif¨ªcil, porque Hungr¨ªa, pese a estar en muy mala forma, suma un punto m¨¢s en los mismos partidos. Todo parece indicar que Irlanda del Norte ser¨¢ el juez entre ambos.
Luis Su¨¢rez trat¨® de buscar mayor ambici¨®n ofensiva situando a Eusebio por Quique y a Julio Sabinas por un Butrague?o inexistente. Pero todo fue in¨²til. Tranquilizados por un ¨¢rbitro muy blando que ampli¨® el reglamento hasta l¨ªmites insospechados, los irlandeses lo resolv¨ªan todo con sus codos, sus plantillazos, sus patadas a seguir o su presi¨®n extenuante.
Espa?a tendr¨¢ as¨ª que buscar la confirmaci¨®n de su viaje a Italia en los dos ¨²ltimos partidos del grupo, ambos frente a Hungr¨ªa, donde todo parece indicar que tendr¨¢ menos problemas para desarrollar el juego reposado e imaginativo que tan buen resultado le hab¨ªa dado hasta ayer.
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