Ra¨²l Sendic, l¨ªder de los Tupamaros
Ra¨²l Sendic, l¨ªder hist¨®rico del Movimiento de Liberaci¨®n Nacional -Tupamaros, de Uruguay, muri¨® ayer en Par¨ªs, donde hab¨ªa sido trasladado para ser atendido de una grave enfermedad neurol¨®gica. Su nombre y la historia de sus luchas pol¨ªtico-militares durante los a?os sesenta hasta el momento en que cay¨® herido y prisionero en septiembre de 197.2, en un enfrentamiento con las :Fuerzas conjuntas en Montevideo, trascendieron las fronteras de su peque?o pa¨ªs proyectando sobre su figura una aureola de leyenda.Nacido en un hogar de clase media en una ciudad del interior de Uruguay, Sendic se traslad¨® a la capital para iniciar estudios universitarios. Fue dirigente estudiantil en la facultad de Derecho de Montevideo y se afili¨® luego al Partido Socialista Uruguayo. Cuando le faltaba muy poco para terminar su carrera de abogado se fue a vivir al norte del pa¨ªs, donde orgaziniz¨® y asesor¨® a los trabajadores agrarios, particularmente explotados. Lo que comenz¨® siendo una asesor¨ªa letrada devino en un compromiso total, y Sendic abandon¨® la capital y sus estudios para pasar a ejercer la forma m¨¢s alta de la solidaridad, que fue la de compartir todas las peripecias de sus defendidos. Fundador del sindicato de trabajadores azucareros en el litoral uruguayo, plante¨® la exigencia de tierras para ¨¦stos, provenientes de latifundios improductivos, y en el marco de esas luchas organiz¨® las famosas marchas hasta Montevideo.
En los comienzos de los a?os sesenta, cuando ya la crisis econ¨®mica hab¨ªa puesto al desnudo la presuntuosa ilusi¨®n de la Suiza de Am¨¦rica, Sendic, que advirti¨® tempranamente sobre los a?os sombr¨ªos que habr¨ªan de venir, opt¨® por la lucha armada, siendo uno de los fundadores del Movimiento de Liberaci¨®n Nacional.
Cualquiera que sea la opini¨®n que se tenga sobre esa opci¨®n pol¨ªtica, que la historia juzgar¨¢, fue de una consecuencia inconmovible con sus ideas, y su honradez y humildad han sido reconocidas hasta por sus adversarios.
Soport¨® estoicamente durante 13 a?os las terribles condiciones de prisi¨®n a que fue sometido por los militares hasta su liberaci¨®n, junto a los dem¨¢s presos pol¨ªticos, en 1985, cuando advino el Gobierno civil. No es antojadizo encontrar una relaci¨®n entre esas condiciones y el deterioro de su salud que le condujo a la muerte. Muri¨® lejos del paisaje geogr¨¢fico y humano que amaba profundamente, y al que pidi¨® ser devuelto, seg¨²n quienes le acompa?aban, en sus ¨²ltimos momentos.
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