La 'crisis de los autom¨®viles' remueve los cimientos pol¨ªticos de Holanda

La crisis de los autom¨®viles, como empieza a denominarse la ca¨ªda, en la noche del martes, del Gobierno holand¨¦s de coalici¨®n democristiano (CDA) y liberal (VVD), presidido por Ruud Lubbers, ha removido los archivos hist¨®ricos del pa¨ªs en busca de antecedentes de la p¨¦rdida de confianza de un Gabinete en el Parlamento. Lubbers -que no pudo imponer una subida de impuestos extraordinarios para financiar el Plan del Medio Ambiente- present¨® ayer su dimisi¨®n.

?nicamente en 1966, y tambi¨¦n por culpa de un problema presupuestario, el entonces primer ministro, J. Zijistra, del Partido Antirrevolucionario, anunci¨® su dimisi¨®n ante la C¨¢mara. Con la crisis actual, el proyecto de mejora del ecosistema, el de la eutanasia y los nuevos planes de empleo tendr¨¢n que seguir en las agendas ministeriales.La jornada de ayer, todav¨ªa muy tensa, se vio agravada por el incidente sufrido por Lubbers, que tuvo que empujar a un hombre que pretend¨ªa introducirse en su coche con un cuchillo, cuando abandonaba la residencia de la reina Beatriz en La Haya, tras presentar la dimisi¨®n. La polic¨ªa militar redujo inmediatamente al desconocido. La propia reina Beatriz puede pedirle a Lubbers que forme otro Gobierno capaz de obtener la aprobaci¨®n mayoritaria de la C¨¢mara, esta soluci¨®n parece casi quim¨¦rica. Las heridas que se abrieron el martes en el Parlamento tardar¨¢n mucho en cerrar, ahora que todos los partidos se aprestan a recordar las malas relaciones mantenidas por liberales y democristianos desde principios de los a?os ochenta.

A pesar de haber vencido en dos elecciones consecutivas, en 1982 y 1986, la coalici¨®n gubernamental rota nunca lleg¨® a funcionar, seg¨²n los liberales, por culpa del inter¨¦s del CDA en mantenerlos divididos para controlar una C¨¢mara donde la oposici¨®n est¨¢ dispersa. El propio VVD teme ahora que el Gabinete, con cinco ministros liberales -entre ellos, los de Medio Ambiente y Transportes-, decida llegar a las elecciones europeas de junio, complicando as¨ª la unidad de los liberales como principal grupo opositor.

Quiz¨¢ por ello, Joris Voorhoeve, l¨ªder del VVD, se ha apresurado a declarar que el Plan del Medio Ambiente puede salvarse con un Gabinete dimisionario, ya que no ha terminado la fase de consultas, y la preocupaci¨®n por la naturaleza no es patrimonio del CDA. Para Voorhoeve, gravar los autom¨®viles, las casas y la gasolina s¨®lo supon¨ªa conseguir un bill¨®n de florines de un grupo social, sin resolver el problema del pago de un proyecto tan ambicioso. Esta explicaci¨®n final no puede borrar, sin embargo, una larga historia de tensiones y amenazas de crisis en el seno de la coalici¨®n. ?stas a punto estuvieron de cristalizar en 1988, cuando la adjudicaci¨®n del contrato de impresi¨®n del pasaporte le cost¨® el cargo al ministro de Defensa, J. van Eekelen, del VVD.

Este partido quiso forzar un cambio en el equilibrio de poderes del Gabinete, intenci¨®n que Ruud Lubbers paraliz¨® con un anuncio serio de ruptura. Aunque ¨¦sta no lleg¨® a consumarse, los liberales se han seguido quejando de tener voz pero no voto en la redacci¨®n de proyectos tan delicados como el de la eutanasia o la no discriminaci¨®n social.