"Y yo qu¨¦ iba a hacer"

El ¨²nico miembro de la escolta que acompa?¨® el mi¨¦rcoles a Miguel Boyer, presidente de Cartera Central, se encontr¨® en una situaci¨®n dif¨ªcil en los pasillos de los juzgados de Plaza de Castilla, cuando el ex ministro de Econom¨ªa fue golpeado por Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos. El escolta de Boyer pertenece a una compa?¨ªa privada, en concreto a Prosegur, y por tanto su actividad profesional no est¨¢ regulada por ley. Es m¨¢s, el escolta de Boyer no puede hacer ostentaci¨®n de pistola ya que a efectos legales no es m¨¢s que un particular que acompa?a a Miguel Boyer.Fuentes cercanas a Boyer se?alaron que ¨¦ste acudi¨® a los juzgados de Plaza Castilla sin tomar grandes medidas de precauci¨®n ya que el juez decano, Antonio Garc¨ªa de Paredes, hab¨ªa dicho d¨ªas antes a su abogado, Fernando Escardo, que dicha seguridad la garantizaban los propios juzgados. Por ello, Boyer acudi¨® con su ch¨®fer y con un escolta privado, que una vez finalizados los hechos manifest¨®: "Y yo qu¨¦ iba a hacer", seg¨²n dijeron estas fuertes.

En medios del sector privado de seguridad se valoraba el incidente ocurrido el mi¨¦rcoles como una muestra de la indefensi¨®n jur¨ªdica en la que se encuentran los escoltas privados. La labor de escolta privada es actualmente ilegal, ya que esta funci¨®n est¨¢ encomendada a las fuerzas de seguridad del Estado. Un escolta que golpee o dispare contra una persona es responsable de las lesiones que sufra tal individuo sin que en su descargo valga el hecho de que est¨¢ desarrollando una labor profesional.

Regular el sector

El Ministerio del Interior, que prometi¨® hace m¨¢s de un a?o regular el sector de las empresas privadas de seguridad, no ha suplido a¨²n el vado legal existente, ya sea prohibiendo taxativamente las escoltas privadas o permiti¨¦ndolas bajo unos controles. Por el momento, Interior sanciona a las empresas de seguridad que realizan este tipo de servicios, cuya demanda no ha parado de crecer entre altos ejecutivos, empresarios y banqueros, as¨ª como personajes de la jet.De los 150 escoltas privados que exist¨ªan hace dos a?os, la cifra se ha duplicado al menos, seg¨²n fuentes del sector. Entre las cerca de 1.500 empresas de seguridad registradas en Espa?a, una decena de ellas -las m¨¢s fuertes del sector - ofrecen tambi¨¦n a sus clientes un serio servicio de escoltas.

Fuentes de Interior se?alan en su descargo que permitir las escoltas privadas supone aceptar que un mont¨®n de personas vayan armadas, y prohibirlas implica distraer a, las fuerzas de seguridad de labores m¨¢s prioritarias.