La huelga general de cuatro horas contra la pol¨ªtica sanitaria paraliza Italia

La huelga general de ayer en Italia, convocada por las tres grandes confederaciones sindicales -CGIL, CISL y UIL, de mayor¨ªa comunista, democristiana y socialista, respectivamente- contra el sistema sanitario y la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno, paraliz¨® los transportes -trenes, aviones, barcos y autobuses- durante dos o cuatro horas, seg¨²n los sectores.

Los peri¨®dicos no salieron a la calle; los teatros permanecieron cerrados; los cines prescindieron de la primera sesi¨®n, y los bancos no abrieron por la ma?ana. La participaci¨®n prevista en el paro era de 16 millones de trabajadores, aunque los datos definitivos de la respuesta a la convocatoria no se conocer¨¢n hasta hoy. Hubo manifestaciones en las, principales ciudades del pa¨ªs, y los organizadores consideran que la movilizaci¨®n fue un gran ¨¦xito.Los hospitales hicieron la huelga al rev¨¦s: el personal no s¨®lo asisti¨® a sus puestos de trabajo, sino que se esmer¨® en su cometido con particular empe?o, queriendo poner as¨ª en evidencia el caos de la asistencia sanitaria. Los empleados de la sanidad dedicaron el importe de una hora de su trabajo al fondo de lucha contra el SIDA. lgual medida, incluida la asistencia a los centros laborales, tomaron los trabajadores del Senado y de los organismos constitucionales.

El origen de la huelga general, que en los ministerios fue de toda la jornada, est¨¢ en el establecimiento por parte del Gobierno del pago de un ticket por acto m¨¦dico o internamiento hospitalario en la asistencia p¨²blica, adem¨¢s de lo que mensualmente se retiene de los sueldos en concepto de cobertura sanitaria por el equivalente italiano de la Seguridad Social.

Pero adem¨¢s la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno est¨¢ tambi¨¦n en el punto de mira de las centrales sindicales y del Partido Comunista Italiano, ¨²nico que apoy¨® el paro, ya que los cinco de la coalici¨®n gubernamental son, obviamente, corresponsables tanto de los tickets sanitarioscomo de la pol¨ªtica econ¨®mica y de las nuevas medidas fiscales.

No puede decirse que los principales partidos del Gobierno fueron muy escuchados por sus respectivas, o afines, centrales sindicales. Fue a la huelga la democristiana CISL, pese a ser de la ideolog¨ªa del primer partido.del Ejecutivo y del presidente del Gobierno. Un presidente, Ciriaco de Mita, al que reconvino, en la concentraci¨®n celebrada en Florencia, Franco Marini, secretario de la CISL: "Han sido demasiados", dijo, "quienes han calificado esta huelga de equivocada, in¨²til, desproporcionada o imprudente, entre ellos el presidente del Gobierno".

El Ejecutivo ha hecho reformas al decreto que establece el ticket sanitario, pero ya ha dicho, por activa y por pasiva, que no lo retirar¨¢, como piden los sindicatos.