China y Vietnam avanzan hacia la pacificaci¨®n de Camboya

China y Vietnam han dado otro paso en el complicado proceso para la pacificaci¨®n de Camboya tras los contactos mantenidos esta semana en Pek¨ªn entre representantes de ambos Gobiernos, d¨ªas antes del comienzo de la hist¨®rica cumbre chino-sovi¨¦tica en laque el problema camboyano est¨¢ previsto que figure en un lugar prioritario de la agenda. Sin embargo, los dos pa¨ªses, principales soportes de las partes enfrentadas, siguen discrepando sobre la futura f¨®rmula del Gobierno de Phnom Penh y la presencia en el mismo de los jemeres rojos.

El viceministro de Asuntos Exteriores vietnamita, Dinh Nho Liem, concluy¨® ayer la segunda visita en el presente a?o a Pek¨ªn de un alto funcionario del r¨¦gimen de Hanoi desde que los dos pa¨ªses decidieron iniciar conversaciones para normalizar las relaciones diez a?os despu¨¦s de la invasi¨®n vietnamita de Camboya y de la incursi¨®n china en Vietnam en castigo por esa acci¨®n.La novedad m¨¢s importante de los contactos mantenidos durante los pasados tres d¨ªas por el alto funcionario vietnamita con su hom¨®logo chino, Liu Shuqing, y posteriormente con el ministro de Asuntos Exteriores, Qian Qichen, ha sido el reconocimiento formal por parte de Pek¨ªn de creer en la promesa hecha el pasado mes por Hanoi de que retirar¨¢ todas sus tropas de territorio camboyano incondicionalmente antes del pr¨®ximo 30 de septiembre.

Vietnam asegura que en estos momentos tiene s¨®lo 50.000 soldados en Camboya, aunque fuentes occidentales estiman que la cifra correcta es algo m¨¢s elevada. El Gobierno de Pek¨ªn ha dado garant¨ªas de que una vez haya quedado completada la retirada del contingente militar vietnamita dejar¨¢ de suministrar armamento a los jemeres rojos, una de las tres facciones integrantes de la actual resistencia camboyana, que lidera el pr¨ªncipe Norodom Sihanuk.

Los jemeres rojos fueron protagonistas del r¨¦gimen de terror que inspir¨® Pol Pot desde 1974 a 1978. La resistencia camboyana est¨¢ integrada, adem¨¢s de por ¨¦stos, por las facciones de Sihamik y del ex primer ministro Son Sann. La participaci¨®n de los jemeres rojos en el futuro Gobierno camboyano es tema excluido tanto por Vietnam como por el r¨¦gimen de Hun Sen, el joven y din¨¢mico primer, ministro camboyano y antiguo miembro jemer, a quien respalda Hanoi. China ha apoyado a las huestes de Pol Pot para contrarrestar la presencia vietnamita en Camboya y desgastar militarmente al r¨¦gimen de Hanoi. La estrategia ha sido sin duda fruct¨ªfera, pero Pek¨ªn parece ahora dispuesto a abandonar esa baza para no dificultar la normalizaci¨®n de relaciones con la URSS, el principal aliado de Hanoi.El proceso de pacificaci¨®n camboyano ha cobrado, por otra parte, gran impulso tras los esperanzadores resultados del encuentro que Sihanuk y Hun Sen mantuvieron los pasados 1 y 2 de este mes en Yakarta (Indonesia). Algunos de esos resultados han sido luego atemperados por el antiguo jefe de Estado, cuyo car¨¢cter voluble le lleva a desmentir en muchas ocasiones acuerdos logrados antes. En cualquier caso, en Yakarta, Hun Sen propuso que Sihanuk regrese al pa¨ªs como jefe de Estado y acept¨® que el actual Gobierno sea ampliado a las facciones de la resistencia con excepci¨®n de los jemeres rojos.