"En bolas, pero libres"
Argentina vuelve los ojos al peronismo, devorada por la crisis econ¨®mica
El 27 de julio de 1819, el general Jos¨¦ de San Mart¨ªn escribi¨® en la orden general al Ej¨¦rcito de los Andes: "La guerra se la tenemos que hacer del modo que podamos: si no tenemos dinero, carne y un pedazo de tabaco no nos tiene que faltar. Cuando se acaben los vestuarios, nos vestiremos con la bayetilla que nos trabajen nuestras mujeres, y si no, andaremos en pelota, como nuestros paisanos los indios. Seamos libres, y lo dem¨¢s no importa nada".Casi 170 a?os despu¨¦s de estas palabras del libertador, el 1 de mayo de 1989, un presidente argentino, el radical Ra¨²l Alfons¨ªn dirige a la Asamblea Legislativa su sexto mensaje de apertura de sesiones ordinarias de las dos c¨¢maras. Hac¨ªa 37 a?os que ning¨²n presidente argentino llegaba al sexto a?o de mandato constitucional. El ¨²ltimo que hab¨ªa logrado dirigir su sexto mensaje a las dos c¨¢maras, reunidas el tradicional 1 de mayo, fue el general Juan Domingo Per¨®n durante su primer mandato constitucional, en 1952.
En su mensaje, Alfons¨ªn dijo: "El Gobierno que presido es el primero en la entera historia del pa¨ªs que llega a las postrimer¨ªas de su mandato sin presos pol¨ªticos, ni leyes persecutorias, ni ¨®rganos de prensa clausurados, ni polic¨ªas bravas, ni interventores instalados en provincias, sindicatos o universidades".
Como un campo de f¨²tbol
Cuando Alfons¨ªn lleg¨® ese d¨ªa al Congreso, sus partidarios hab¨ªan copado la tribuna del p¨²blico y se comportaron como una barra brava en el campo de f¨²tbol. Sobre congresistas y autoridades all¨ª reunidos llovieron papelitos picados, que no respetaban ni la calva del jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito, general Francisco Gassino, ni la p¨²rpura cardenalicia del primado, Ra¨²l Primatesta.Al concluir el mensaje presidencial y salir escoltado por la espectacular guardia de granaderos a caballo, Alfons¨ªn pas¨® al lado de un hombre que izaba una pancarta con una frase que en s¨®lo cuatro palabras resum¨ªa el mensaje de San Mart¨ªn a sus compa?eros del Ej¨¦rcito de los Andes y al mismo tiempo servir¨ªa perfectamente para definir los casi seis a?os de mandato del actual Gobierno argentino: "En bolas, pero libres". La frase que exhib¨ªa con orgullo el seguidor de Alfons¨ªn a las puertas del Congreso abre un interrogante que muchos se plantean hoy en Argentina: ?cu¨¢nta pobreza puede aguantar la democracia?
Hace seis a?os, Alfons¨ªn lleg¨® a la presidencia con una frase que ahora sus adversarios le lanzan casi como un insulto: "Con la democracia se come, con la democracia se educa, con la democracia se cura". La realidad es que, seis a?os despu¨¦s de ese eslogan electoral de Alfons¨ªn, el fantasma del hambre se cierne sobre Argentina; los sueldos fam¨¦licos de maestros y profesores les obligan a huelgas permanentes que amenazan con arruinar la ense?anza, y las estanter¨ªas de las farmacias est¨¢n casi vac¨ªas porque los laboratorios aseguran que no les pueden abastecer a los precios fijados para los medicamentos.
En seis a?os de gobierno de Alfons¨ªn, los salarios han perdido el 40% de su poder adquisitivo. Si se toman productos concretos, entre enero de 1984 y abril de este a?o, antes del ¨²ltimo embate de la crisis, el poder adquisitivo del salario m¨ªnimo para un kilo de asado perdi¨® el 52%; para un kilo de pan, el 64%, y para un litro de leche, el 50%. De forma m¨¢s palpable se expresa la crisis en el ¨²ltimo a?o, entre abril de 1988 y este mes. Un trabajador con el sueldo m¨ªnimo ten¨ªa que trabajar 30 minutos para comprar un kilo de pan, y ahora, 41.
Las cifras no expresan del todo las dimensiones de la crisis. Para palparla basta con alejarse un poco de los barrios del centro de Buenos Aires. El soci¨®logo Manuel Mora y Ara¨²jo comenta de forma dr¨¢stica que si se recorre Buenos Aires, "en media hora es posible pasar de Z¨²rich a ?frica". El nivel de salarios de Argentina hoy d¨ªa empieza a aproximarse al de ?frica. "Hay que acabar con el mito de la pampa h¨²meda, del pa¨ªs rico, de las tres vacas por habitante, y reconocer que esto es Am¨¦rica Latina", comenta un periodista en una tertulia de la calle de Florida, en Buenos Aires. Como si se empe?ase en demostrar la realidad del aserto, un ni?o cochambroso entra al caf¨¦ y pasa un papel en el que explica que su padre est¨¢ sin trabajo y no tienen para comer.
'Lucy y Norma son dos hermanas que llegaron hace m¨¢s de 30 a?os a la capital. Su familia abandon¨® la provincia de Jujuy, all¨¢ en el Norte, en la frontera con Bolivia, y se estableci¨® en el Gran Buenos Aires. Nunca volvieron a Jujuy estas dos mujeres inteligentes, prototipo de cabecitas negras, como llaman en Argentina a las personas de tez oscura y clase baja. Lucy tiene 37 a?os y tres hijos varones de 19, 17 y 14 a?os, y vive en Mor¨®n, un Ayuntamiento al oeste de la capital; Norma tiene tambi¨¦n cuatro varones de 15, 12, 9 y 3, y vive en Merlo, tambi¨¦n al oeste de Buenos Aires.
Salario de 'mucama'
Lucy y Norma trabajan de mucamas (asistentas) por horas en varias casas de la capital. La vida de las dos hermanas se asemeja. Se levantan a las cinco de la madrugada y toman un colectivo (autob¨²s) hasta la estaci¨®n de Merlo y Mor¨®n, donde un tren de cercan¨ªas les lleva a la capital. All¨ª siguen en metro hasta las casas donde trabajan. El recorrido diario son dos horas de ida y dos de vuelta, y cuesta 50 australes (unas 63 pesetas) el transporte.Las dos trabajan cinco d¨ªas a la semana 10 horas diarias. A fin de mes ingresan, limpios, descontados los gastos de transporte, 3.000 australes (unas 3.750 pesetas). Explica Lucy que les da para comer a sus hijos mate cocido y pan. "Antes compraba tres kilos de pan, pero ahora ni eso. Mis hijos compran un pan por la tarde y lo guardan para la noche, para tener algo que comer".Hace seis a?os, las dos hermanas votaron por Alfons¨ªn: "?ramos peronistas, pero votamos por Alfons¨ªn. ?ramos peronistas por las ideas que nos metieron en casa. Es algo as¨ª como ser cat¨®lico, nos lo inculcaron. Mi mam¨¢ se ofendi¨® mucho cuando en 1983 votamos a Alfons¨ªn. Ella dice que los peronistas la ayudaron". "A Alfons¨ªn", dice Lucy, "le sent¨ª hablar y me gustaba su persona, y pensaba que ¨ªbamos a salir adelante, que ten¨ªa fuerza, pero ahora vivimos amargados. La verdad es que es una angustia tremenda y cada d¨ªa peor. Llegamos a fin de mes desesperados por cobrar y luego no llega para nada. Antes no ten¨ªamos para vestir; yo me arreglaba con lo que me daban unos jud¨ªos, en la casa donde trabajaba, pero ahora ni para comer alcanza".
Norma a?ade: "Mis hijos me miran por la noche y pienso que tienen que sufrir por dentro. Yo les reto [ri?o]. El m¨¢s chiquito lloraba porque no le pod¨ªa comprar pan a la noche. Es desesperante". Hace seis meses que Norma no paga la cuenta de la luz, y la deuda se incrementa con los intereses y con los intereses de los intereses. "No les interesa cortarla porque esperan hasta que un d¨ªa crezca la deuda y te rematan [subastan] la casa".
Lucy vive en un terreno ocupado ilegalmente. Cuenta Norma que en el barrio la gente votar¨¢ a Menem, pero sin gran ilusi¨®n. "Tengo esperanza y tengo miedo. La vez pasada ten¨ªa esperanza y llegamos a esto. Mi sobrino Mart¨ªn tiene nueve a?os y dice que ojal¨¢ salga Menem para poder comprar bolitas [canicas], porque ahora subieron el precio de uno a cuatro australes" (de 1,25 a 5 pesetas).
El fantasma del caracazo flota sobre Argentina, donde en d¨ªas pasados se reforz¨® la vigilancia en los supermercados por temor a que grupos de personas desesperadas se lanzasen al asalto en busca de alimentos. No cree Lucy que vaya a ocurrir, aunque "una tendr¨ªa que salir, romper y asaltar, pero tenemos miedo; yo tengo miedo por mis hijos, a que tomen represalias contra ellos". Dice Norma que "si uno se pone en rebeli¨®n, desaparece la familia completa". Lucy agrega: "Somos corderos o gallinas. Hablamos, pero no actuamos, por temor, por el miedo, por la represi¨®n". Las dos hermanas piensan que "la clase media es la que est¨¢ peor; ya no hay clase media, y mucho peor est¨¢n los que no tienen trabajo, o una hermana nuestra que tiene 12 hijos".
Los profesionales
Graciela y Daniel son un matrimonio sin hijos y tienen 31 a?os. Ella ejerce la medicina desde hace siete a?os y trabaja en la Academia Nacional, en hospitales y en una incipiente consulta privada. Sus ingresos mensuales son alrededor de 12.000 pesetas al cambio actual. ?l se gradu¨® de ingeniero civil hace nueve a?os, trabaja desde hace 10 en la Universidad y tiene una empresa con otros dos socios para proyectar obras. Sus ingresos mensuales oscilan alrededor de 50.000 pesetas.Como tienen un apartamento propio, regalo de los padres, y no
"En bolas, pero libres"
tienen hijos, pueden ahorrar dinero. Gastan unas 35.000 pesetas al mes, y el resto lo sacan a una cuenta en d¨®lares en Estados Unidos. "Lo sacarnos porque es una tranquilidad tenerlo fuera, no por especular. Hace a?os nacionalizaron los dep¨®sitos en d¨®lares, y yo no me la juego por nada", explica Daniel.
Cuenta el ingeniero que su suegro es catedr¨¢tico de Universidad con 30 a?os de servicio y gana 10.000 australes al mes (algo m¨¢s de 12.000 pesetas). Les preocupa el triunfo del candidato peronista, Carlos Menem, en las elecciones porque creen que con los peronistas corren peligro las libertades. Graciela y Daniel quieren marcharse de Argentina como sea. "?sta es una situaci¨®n de incertidumbre absoluta. Se vive al d¨ªa y no se pueden hacer planes mediatos". Est¨¢n obsesionados con establecerse en Espa?a.
Emigrar se ha convertido en el sue?o de millares de j¨®venes que no ven perspectivas de futuro en su pa¨ªs y piensan que "ahora les toca a los gashegos [espa?oles] hacernos la gauchada y devolvernos el favor que les hicieron a mis abuelos cuando vinieron a Argentina. A ellos nadie les pidi¨® papeles, y ahora dicen que en Espa?a no te dejan entrar si no ten¨¦s guita y el bishete de vuelta".
M¨¢s de uno piensa que la democracia argentina -no podr¨¢ resistir la prueba de los siete meses de transici¨®n entre la elecci¨®n de hoy y la transici¨®n de mando el 10 de diciembre. Se especula ya con que Alfons¨ªn podr¨ªa renunciar prematuramente a la presidencia si ganan los peronistas.
Dentro de unos d¨ªas, la Casa de la Moneda argentina va a emitir un billete de 5.000 australes (6.250 pesetas). El austral se cre¨® como nueva moneda argentina el 14 de junio de 1985. Cada nuevo austral se cotizaba a 0,80 d¨®lares. Ayer, por un d¨®lar se pagaban 100 australes en las casas de cambio. La devaluaci¨®n de la moneda ha sido de un 12.500%. El nuevo billete de 5.000 australes llevar¨¢ la efigie del presidente Miguel Ju¨¢rez Celman, que en 1890 no lleg¨® al final de su mandato devorado por una crisis econ¨®mica que algunos medios comparan con la de hoy.
'Salsa criolla'
En el escenario del teatro Liceo, desde hace cinco a?os el actor Enrique Pinti lanza al p¨²blico el soliloquio final de Salsa criolla. Pinti se desga?ita y, con su lenguaje escatol¨®gico, grita: "Hay que dejarse de joder, y por eso hay que meterle en la cabeza a las j¨®venes generaciones y a nosotros, viejos chotos de cuarta, que lo importante para un pa¨ªs es la continuidad de su sistema". A?ade Pinti a gritos: "Hay gente que ya cree que cumpli¨® con la democracia. Mira, ya la dejamos durar un a?o completo, un Gobierno completo, sin un golpe en el medio. Estamos mucho peor que antes. Ya est¨¢, pero en ning¨²n pa¨ªs se hizo as¨ª, carajo. Este Gobierno tiene que terminar y se lo tiene que entregar al otro, el otro al otro y el otro al otro. Y cuando haya siete u ocho Gobiernos seguidos sin ning¨²n golpe en el medio, con 30 a?os de democracia dentro, vamos a ver si estamos preparados o no estamos preparados para la democracia, y lo vamos a comprobar en la cancha y no en la pelotudez del aula de la frustraci¨®n, y nos dejaremos de hinchar las pelotas".M¨¢s informaci¨®n en la p¨¢gina 54
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