Una idea desperdiciada
Child's play, retitulada en nuestras pantallas El mu?eco diab¨®lico, es una pel¨ªcula que se enmarca en el g¨¦nero fant¨¢stico y utiliza los recursos del thriller psicol¨®gico. Sus im¨¢genes ilustran un gui¨®n de John Lafia -realizador de The blue iguana- escrito a partir de una historia de Don Mancini, dirigida por Tom Holland, que tambi¨¦n, como el propio Mancini, participa en el gui¨®n.Con ortodoxia propia del g¨¦nero a que pertenece, asistimos desde el principio al asentamiento en la realidad cotidiana de un hecho extraordinario: la existencia de un mu?eco con vida, dotado de poderes sobrenaturales y poseedor de un alma diab¨®lica y homicida.
El prodigio que le dota de vida propia se produce cuando un asesino psic¨®pata aliado con las fuerzas del mal le transmite su personalidad, poco antes de morir tras un enfrentamiento con la polic¨ªa. Dicho mu?eco, en el que se ha encarnado el asesino, pasa a manos de un ni?o en el d¨ªa de su cumplea?os, y con su inocente complicidad empieza a desarrollar su venganza y a desatar sus instintos asesinos.
El mu?eco diab¨®lico
Direcci¨®n: Tom Holland. Gui¨®n: Don Mancini, John Lafia, Tom Holland. Fotografia: Bill Butler. M¨²sica: Joe Renzetti. Producci¨®n: David Kirschner. Estados Unidos, 1988. Int¨¦rpretes: Catherine Hicks, Chris Sarandon, Alex Vincent, Brad Dourif, Dina Manoff, Tommy Swerdlow, Jack Colvin. Estreno en Madrid: cines Imperial, Minicine, La Vaguada.
La idea de partida, sugerente y llena de posibilidades, queda fallida al no estar convincentemente desarrollada, y el filme, a pesar de su metraje -poco m¨¢s de hora y media- se muestra en exceso alargado, y la acci¨®n descansa en un m¨¢s dificil todav¨ªa por la casi imposible indestructibilidad del diab¨®lico juguete.
Tom Holland, cineasta pr¨®ximo al g¨¦nero terror¨ªfico, guionista en Psicosis II y guionista y realizador de Noche de miedo, se muestra incapaz para sustentar el inter¨¦s y el clima de esta pel¨ªcula de una sola idea, donde sus protagonistas est¨¢n torpemente definidos y nada nos importa lo que pueda ocurrirles.
Con no menos tosquedad imaginativa se recurre a trucos y recursos propios del g¨¦nero con poca fortuna. En definitiva, se trata de un t¨ªtulo sin inter¨¦s cuya idea argumental era digna de mayores empe?os.
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