'Metr¨®polis' ofrece un monogr¨¢fico sobre el cineasta brit¨¢nico Derek Jarman

Pintor, escen¨®grafo de ballets y ¨®peras, director de videoclips -de Marianne Faithfull a The Smiths, pasando por Bryan Ferry o Marc Almond- y, sobre todo, cineasta experimentador e independiente -Sebastianne, Carapaggio, The last of England-, la trayectoria de Derek Jarman, brit¨¢nico de 46 a?os, ser¨¢ recogida hoy en un programa monogr¨¢fico de Metr¨®polis. Homosexual, Jarman decidi¨® hacer p¨²blico que es portador del virus del SIDA con el fin de ayudar a que "la gente se abra y pueda paliar as¨ª el trastorno psicol¨®gico".

Su pen¨²ltimo filme, The last of England, recibi¨® el premio especial del jurado en el Festival de Cine de Madrid el a?o pasado. Se cuenta en ¨¦l la transformaci¨®n social de los ¨²ltimos a?os en el Reino Unido desde la cruda visi¨®n de Jarman, quien observa en el Gobierno conservador liderado por la primera ministra la semilla que est¨¢ haciendo germinar en su pa¨ªs "un movimiento fascista". "El thatcherismo", dice, "es un nuevo poujadismo, aquel tendero que quer¨ªa gobernar Francia. Ella tambi¨¦n surge de una tienda, y la mentalidad de los suyos est¨¢ llena de envidia y de inseguridad. Por eso toman como enemigo a cualquiera que haga superficiales sus miedos m¨¢s profundos".Jarman fue pintor hasta que realiz¨® el vestuario de la pel¨ªcula de Ken Russel Los diablos. Alguien le propuso dirigir m¨¢s tarde, y ¨¦l tuvo dos ideas: la vida de san Sebasti¨¢n y una adaptaci¨®n de La tempestad. Ambas las llev¨® a cabo. De su versi¨®n shakespeariana se dijo que estaba entre las mejores de las realizadas nunca para el cine. Con Caravaggio tambi¨¦n sorprendi¨® favorablemente a los cr¨ªticos, en el festival de Berl¨ªn de 1986. Su ¨²ltima pel¨ªcula, War requiem, antibelicista, se sirve de la m¨²sica de Benjamin Britten.

Ahora Jarman ha vuelto a la tranquilidad de la pintura. La causa es el virus del SIDA. "Ha cambiado todo desde hace dos a?os; por una parte, la gente te mira diferente, te evita, y por otra, en tu vida personal lo sexual tambi¨¦n cambia y te fijas en cada peque?o movimiento org¨¢nico y exterior del d¨ªa a d¨ªa. De todas formas, no me obsesiona la idea de la muerte. La gente debe abrirse para paliar el trastorno psicol¨®gico que esto supone, y como presi¨®n, para que pol¨ªticamente no pueda utilizarse el miedo al SIDA en legislaciones represivas".

Metr¨®polis. Por TVE-2 a las 0.25.