'Cuatro lieder, cinco tangos'
El Ballet de V¨ªctor Ullate volvi¨® a Madrid -por una sola noche, dentro de los festejos de San Isidro- 13 meses despu¨¦s de su nacimiento, para hacer estado de su consolidaci¨®n como la estupenda compa?¨ªa espa?ola de ballet moderno que se ha propuesto ser.El grupo contin¨²a en este segundo a?o la l¨ªnea de colaboraci¨®n con core¨®grafos holandeses seguida desde su fundaci¨®n, y el ¨¦xito de este programa -que inclu¨ªa Cuatro ¨²ltimas canciones (sobre las de Richard Strauss), de Rudi van Dantzing, y Cinco tangos, de Hans van Manen, adem¨¢s del ya conocido Amanecer, del propio Ullate- demuestra que no es un mal camino.
Desde los a?os sesenta la operaci¨®n de adaptar el lenguaje de la danza acad¨¦mica a la sensibilidad y a la est¨¦tica de esta ¨¦poca tuvo en el Ballet Nacional de Holanda (que hoy dirige Van Dantzing) y en el Nederlands Dans Theatre (fundado por Van Manen) dos s¨®lidos pilares que -paralelamente al fen¨®meno B¨¦jart- abrieron paso y crearon el p¨²blico para el florecimiento del ballet moderno actual en Europa.
Ballet de V¨ªctor Ullate
Amanecer (Ullate / Mendelssohn). Vier letzte lieder (Cuatro ¨²ltimas canciones) (Van Dantzing / R. Strauss). Cinco tangos (Van Manen / Piazzolla). Director: V¨ªctor Ufiate. Madrid. Palacio de los Deportes, mi¨¦rcoles 17 de mayo.
Las piezas presentadas son bastante representativas de sus respectivos estilos: m¨¢s l¨ªrico e intimista el de Van Dantzing -que asume el riesgo de afrontar los fieder de Strauss con humildad y da una visi¨®n serena y casi deseable de la despedida y de la muerte- y m¨¢s espectacular y despersonalizado Van Manen, que se ajusta, en su visi¨®n del tango, a la asepsia nada sentimental ni localista de la m¨²sica de Piazzolla.
Los bailarines dieron buena medida de la seriedad de su trabajo y, adem¨¢s de su habitual buen nivel t¨¦cnico, se mostraron en excelente forma, sobre todo las chicas.
Inocencia
Curiosamente, la extrema juventud de la mayor¨ªa de la compa?¨ªa y su total entrega, llena de confianza hacia la coreograf¨ªa, dieron un matiz inesperado a los lieder -una aureola de inocencia que perme¨® toda la obra, acentuada por la presencia de Igor Yebra como el ¨¢ngel (¨¢ngel de la muerte, pero ¨¢ngel amigo)- Yebra, que es posiblemente la m¨¢s clara promesa de la danza masculina que hay hoy en el pa¨ªs, sufre en estos momentos el haber pegado un estir¨®n tan fuerte que se ha quedado pr¨¢cticamente sin peso, en t¨¦rminos t¨¦cnicos, lo que limita -moment¨¢neamente- la fuerza expresiva de su baile, pero que iba muy bien a este papel.Los tangos de Van Manen rezumaban oficio en el manejo de las l¨ªneas y pueden convertirse en un pasaporte para la salida al exterior de esta compa?¨ªa -que ofrece una versi¨®n m¨¢s espa?ola que portefla- , a juzgar por la entusi¨¢stica acogida que le reserv¨® el p¨²blico de Madrid.
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