Las orquestas sinf¨®nicas europeas tratan de evitar el excesivo cach¨¦ de los solistas
Richard Bachi no es partidario de conjuntos sin maestro titular
La 8? Conferencia Europea de Orquestas Sinf¨®nicas (ECSO), a la que han asistido 48 representantes de otras tantas agrupaciones sinf¨®nicas venidos de 12 pa¨ªses, se ha celebrado durante los d¨ªas 19 y 20 en el Auditorio Nacional de Madrid. En las reuniones de trabajo se han analizado asuntos laborales de las orquestas, patrocinios, la inform¨¢tica, las giras y otros aspectos de la organizaci¨®n de las orquestas sinf¨®nicas europeas. Entre las conclusiones riguran las dificultades de financiaci¨®n, en parte por el excesivo cach¨¦ de algunos directores y solistas.
"Tras las reuniones de Z¨²rich, Toulouse y Hamburgo, la de Madrid registra una muy superior asistencia de delegados", seg¨²n el presidente de la ECSO, Richard Bachi.El delegado de la Orquesta Nacional de Espa?a (ONE), promotora de esta reuni¨®n, Antonio Navarro, se refiere a algunos aspectos particularmente ¨²tiles del encuentro. "Desde mi punto de vista no he hecho sino ver confirmadas mis ideas sobre la consideraci¨®n de una orquesta como una empresa en la que debe mantenerse el equilibrio entre la gerencia y la direcci¨®n". Richard Bachi, gerente de la Tonhalle de Z¨²rich, intenta obtener de Navarro alguna noticia sobre el futuro titular de la ONE. "La pr¨®xima temporada estar¨¢ garantizada por los invitados principales, Weller y Halffter, y los maestros invitados".
No es partidario Bachi de orquestas sin maestro titular que les dedique la necesaria atenci¨®n, las forme y sepa-mantener su nivel. "Para una orquesta es un verdadero mal el continuo trabajo con batutas cambiantes. Puede que sea un mal de la ¨¦poca, pero yo creo que es necesario combatir el peligro de los directores viajeros, o por lo menos suavizarlo".
"Vivimos en un tiempo contradictorio para la m¨²sica sinf¨®nica: por una parte, goza de un prestigio y de una popularidad sin precedentes; por otra, se encuentra con inmensas dificultades financieras para subsistir". Una de ellas se ha debatido largamente en Madrid y se refiere al excesivo cach¨¦ de algunos solistas y maestros invitados. Como resultado positivo se acord¨® establecer un intercambio informativo e informatizado entre las distintas orquestas europeas que permitir¨¢ conocer a cada una el coste aproximado de los distintos grandes solistas.
Orquestas de radio
Existen problemas serios en el mundo de las orquestas de radio. Si el Reino Unido tuvo que prescindir de cinco agrupaciones de distinto tipo, Italia anuncia la desaparici¨®n de dos, y as¨ª sucesivamente. Para Bachi se trata de una especie de c¨ªrculo vicioso: "Si las orquestas radiof¨®nicas cumplen con su misi¨®n de producir m¨²sica nueva, no pueden vivir ni mantener su prestigio frente al gran p¨²blico; si atienden a ¨¦ste, a trav¨¦s de temporadas y giras con programaci¨®n normal, pierden la misma raz¨®n de su existencia".El pr¨®ximo 1992 se alzar¨¢ la barrera de las naciones comunitarias para que cualquier profesor de orquesta circule y trabaje libremente en cualquier pa¨ªs de Europa. El asunto, expuesto en Madrid por el jurista suizo Witt Weiller, es m¨¢s complejo de lo que parece, y sus ramificaciones obligar¨¢n a la modificaci¨®n deuna serie de legislaciones, a una revisi¨®n de ciertos aspectos del derecho de autor, a la reactualizaci¨®n de los convenios de Berna y Roma, al establecimiento de unespacio com¨²n televisivo y a la lucha contra la pirater¨ªa.
Los patrocinios, el material de las ediciones y copias orquestales, con posibilidad de establecer listas negras con aquellas realmente inutilizables, la revisi¨®n de las tarifas por concepto de "alquiler", la organizaci¨®n de archivos y bibliotecas, quedaron estudiados en la conferencia de Madrid por los expertos Thomas, de M¨²nich; Sch¨®nfelder, de Hamburgo; Keller, de Z¨²rich, y Ohnesorg, de Colonia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.