Ernesto S¨¢bato, investido doctor 'honoris causa' por la universidad de Murcia

Ernesto S¨¢bato fue investido ayer doctor honoris causa por la universidad de Murcia, junto con el fil¨®logo Gonzalo Sobejano. El escritor argentino, con una voz maltrecha por la afon¨ªa, procedente de Par¨ªs, donde el Gobierno galo le tribut¨® un homenaje internacional en reconocimiento a su labor narrativa, desgran¨® un brillante discurso de investidura de exaltaci¨®n a la lengua castellana y a la novela como instrumento de salvaci¨®n del ser humano, al tiempo que dijo sentirse pertenecer al mundo de la sinraz¨®n, en el que se mezclan los sentimientos y los sue?os.

Explic¨® S¨¢bato que "la literatura ha alcanzado ahora su m¨¢ximo valor espiritual, y se espera que una gran novela d¨¦ la visi¨®n total de la condici¨®n humana envuelta en sue?os, mitos e ideas". "A mis 16 a?os le¨ªa Crimen y castigo y cre¨ª que era una novela policiaca; despu¨¦s comprend¨ª que era metaf¨ªsica". S¨¢bato apenas pod¨ªa hablar a causa de una afon¨ªa. En unas breves declaraciones record¨® que fue precisamente un aya de esta tierra murciana quien le encamin¨® por el mundo de la ternura en sus primeros a?os.S¨¢bato, en una exposici¨®n tan improvisada como brillante, explic¨® que "nunca abandon¨® la gran literatura al hombre abandonado del pensamiento l¨®gico. El Hombre con may¨²sculas, inventado por los esp¨ªritus ilustrados, estaba equivocado". Y no dud¨® en alertar en este sentido: "Cuidado cuando se empieza a hablar del Hombre con may¨²sculas, porque se termina torturando a miles de hombres con min¨²sculas".

Ficciones y salvaci¨®n

El autor de El t¨²nel expres¨® el papel fundamental de la literatura en su existencia: "Sin ella me hubiera vuelto loco". Y a?adi¨® asimismo que "las ficciones nos salvan a los que escribimos y a los que nos leen". Refiri¨¦ndose a su vida, quiso explicar "las vicisitudes de una existencia que se hace sobre la base de la sinraz¨®n; la raz¨®n, tan endiosada en nuestra ¨¦poca, ha demostrado que para lo ¨²nico que sirve es para la ciencia. La raz¨®n pura", dijo, "sirve para demostrar el teorema de Pit¨¢goras y casi nada m¨¢s".El escritor argentino exclam¨® que "los que sentimos, ansiamos y valoramos pertenecemos al mundo de la sinraz¨®n: los sentimientos, amores, odios, dictaduras y, qu¨¦ digo, los sue?os, que son la tercera parte de nuestra. existencia y sin los que no podemos vivir".

El autor de Sobre h¨¦roes y tumbas calific¨® la moda en las letras como "deplorable, porque no se puede hablar de moda cuando se habla de cosas esenciales". Hizo, menci¨®n, asimismo, de su libre, Hombre y engranaje, publicado en 1951, y record¨® con tristeza, c¨®mo "despu¨¦s de este libro, durante 10 a?os, dej¨¦ de publicar porque me tacharon de oscurantista y reaccionario, a pesar de que luch¨¦ toda mi vida por lajusticia social. Tendr¨¦ que imitar a Schopenhauer cuando dice que hay ¨¦pocas de la historia en que: el progreso es reacci¨®n y otras en que reacci¨®n es progreso. Vivimos esta ¨²ltima".

Refiri¨¦ndose a la ¨¦poca actual, Ernesto S¨¢bato afirm¨® que "habr¨¢ que recuperar los costados del pensamiento a trav¨¦s de la literatura; terminar con los mamarrachos de la t¨¦cnica que nos contamina el esp¨ªritu y la naturaleza y nos robotizan m¨¢s el esp¨ªritu humano". En otro momento de su discurso hizo una exaltaci¨®n de la lengua castellana: "La lengua de Castilla no es un cad¨¢ver; al expandir la lengua de Isabel en tan vastos territorios en la conquista desmesurada, todo fue cambiando". Y refiri¨¦ndose a la diversidad de acentos y cadencias del idioma espa?ol, el escritor argentino afirm¨® que "s¨®lo un demente har¨ªa una orquesta con oboes. La orquesta existe porque todos tocan una misma y hermos¨ªsima melod¨ªa. Esto est¨¢ sucediendo en el imperio de la lengua espa?ola, que sigue dando una de las literaturas m¨¢s importantes".