Gaddafi acepta con condiciones ir a la 'cumbre' ¨¢rabe
El l¨ªder libio, Muammar el Gaddafi, acept¨® ayer participar en la cumbre de la Liga ?rabe, que hoy comienza en la ciudad marroqu¨ª de Casablanca, a cambio de ciertas condiciones, acuerdo al que ha llegado con los presidentes de Argelia, T¨²nez y Siria, con quienes estuvo ayer reunido en Tr¨ªpoli. El presidente egipcio, Hosni Mubarak, fue el primer jefe de Estado de un gran pa¨ªs ¨¢rabe que lleg¨® ayer a Casablanca. Su presencia consagra el retorno de Egipto al seno de la familia pol¨ªtica ¨¢rabe despu¨¦s de 10 a?os de apartamiento, provocado por los acuerdos de paz con Israel.
Mubarak fue recibido en el aeropuerto Mohamed V de Casablanca por el anfitri¨®n de la conferencia, el rey Hassan II de Marruecos, sus dos hijos y el secretario general de la Liga ?rabe, Chadli Klibi. Fue un espect¨¢culo rico en color, con guardia moruna, palmeras mecidas por el viento y la tradicional ceremonia del ofrecimiento de leche y d¨¢tiles. Su significaci¨®n pol¨ªtica fue a¨²n m¨¢s grande. La participaci¨®n del rais o presidente egipcio en la cumbre de Casablanca supone el triunfo hist¨®rico de las tesis moderadas en el mundo ¨¢rabe, de los partidarios de la renuncia al sue?o de la reconquista ¨¢rabe de toda Tierra Santa.Un par de horas despu¨¦s que Mubarak, el malik o rey Hussein de Jordania lleg¨® a Casablanca y fue acogido por Hassan II con una largo y c¨¢lido abrazo. Los soberanos jordano, marroqu¨ª, saud¨ª y kuwait¨ª han sido, junto con el presidente de Irak, los grandes campeones de la reconciliaci¨®n con Egipto. El miedo al Ir¨¢n revolucionario de Jomeini ha sido crucial en esta actitud.
El l¨ªder libio, Muammar el Gaddafi, mientras tanto, acept¨® ayer en un discurso televisado transmitido por la agencia oficial Jana abandonar su decisi¨®n de no acudir a la cumbre de Casablanca, poniendo para ello varias condiciones. El coronel, que se hab¨ªa reunido con el presidente argelino, Chadli Benyedid, el tunecino, Ben Ali, y el sirio, Hafez el Assad, manifest¨® que acepta participar en la cumbre a cambio de un compromiso de renunciar a todo "desviacionisino" o "concesi¨®n" en el transcurso de la reuni¨®n. "A la menor alusi¨®n de cualquier participante en la cumbre en el sentido de un reconocimiento del enemigo que implique un atentado a la causa ¨¢rabe, nosotros boicotearemos la cumbre", declar¨® el l¨ªder libio.
Benyedid y Ben Ali intentaron explicar ayer a Gadidafi, en su encuentro en Tr¨ªpoli que, enemistado con Occidente y derrotado en su pol¨ªtica africana, no puede permitirse ahora el lujo de aislarse del resto del mundo ¨¢rabe. Para los argelinos, seg¨²n un comunicado de la agencia APS, los ¨¢rabes deben constituir "un frente com¨²n por encima de sus diferencias, que contribuya al triunfo del pueblo palestino". Lo importante, seg¨²n el comunicado, es apoyar la intifada y las "importantes decisiones adoptadas por la direcci¨®n palestina" el pasado 15 de noviembre en Argel.
Reveses sirios
Hafez el Asad, en teor¨ªa tan radical e intransigente como Gaddafi, en la pr¨¢ctica mucho m¨¢s astuto y, pragm¨¢tico, participar¨¢ en la conferencia d? Casablanca precisamente para no desvincularse por completo de la umma el arab¨ªa, la comunidad ¨¢rabe. La pol¨ªt¨ªca exterior del sirio ha sufrido reveses tan serios como la victoria pol¨ªtica de su mortal enemigo Irak frente a su circunstancial aliado Ir¨¢n, y la aceptaci¨®n universal de Yasir Arafat como representante del pueblo palestino. Asad tiene ahora que tragar la p¨ªldora del regreso por la puerta grande del Egipto de Camp David.
El precio que Hafez el Asad pide es L¨ªbano. Siria nunca ha tenido una embajada en Beirut, jam¨¢s ha reconocido jur¨ªdicamente la independencia de L¨ªbano, pa¨ªs sobre el que considera tener el derecho a ejercer una tutela pol¨ªtica y militar. Desde el pasado marzo, el conflicto entre los libaneses partidarios del derecho a reconstruir algun d¨ªa un Estado fuerte e independiente y las aspiraciones de Damasco y sus aliados locales a la Gran Siria se expresan por los duelos artilleros entre las tropas del cristiano Michel Aoun y los soldados sirios y los milicianos musulmanes.
Durante dos d¨ªas el llamado Comit¨¦ de los Seis de la Liga ?rabe ha intentado en vano encontrar una salida al rompecabezas liban¨¦s. Sus miembros concluyeron sus trabajos al mediod¨ªa de ayer con las manos vac¨ªas.
Los trabajos ministeriales preparatorios de la conferencia de hoy y ma?ana tampoco han avanzado gran cosa en el tema palestino, a causa de la existencia de dos documentos: uno de la Organizaci¨®n de Liberaci¨®n de Palestina (OLP) y otro sirio. El de la OLP reafirma las decisiones hist¨®ricas del Consejo Nacional Palestino (CNP) del pasado noviembre, es decir, el reconocimiento del derecho a la existencia del Estado de Israel y la apuesta por una soluci¨®n negociada del problema.
Los palestinos efectuaron ayer diversos llamamientos a la inminente cumbre ¨¢rabe para que rechace de plano el plan de paz reci¨¦n elaborado por el primer ministro israel¨ª, Isaac Shamir, que con templa la celebraci¨®n de elecciones en Cisjordania y Gaza, para designar negociadores palestinos con el Estado hebreo. Yasir Arafat tambi¨¦n lleg¨® ayer a la ciudad marroqu¨ª de Casablanca, donde, por primera vez, participar¨¢ en una reuni¨®n de la Liga Arabe como jefe de Estado. Arafat busca un apoyo a su estrategia moderada que le permita resistir a las presiones de los extremistas palestinos.
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