Argentina espera con ansiedad las medidas de "econom¨ªa de guerra" de Alfons¨ªn
Argentina contiene la respiraci¨®n en espera del anuncio de las nuevas medidas para una "econom¨ªa de guerra", como las describi¨® el presidente Ra¨²l Alfons¨ªn en su discurso del pasado martes. El nuevo plan se anunciar¨¢ avanzada la noche de hoy (madrugada de lunes en Espa?a), y se espera con temor la apertura, ma?ana, del mercado cambiario y bancario, que ha permanecido cerrado 10 d¨ªas para evitar el caos financiero.
El viernes, el presidente argentino, el radical Ra¨²l Alfons¨ªn, nombr¨® su Gabinete de crisis, en el que figura como ministro de Econom¨ªa Jes¨²s Rodr¨ªguez, de 33 a?os, cuya designaci¨®n ha sido acogida con recelo por los sectores empresariales y con escepticismo en el pueblo. [El Gobierno y el partido justicialista renovar¨¢n ma?ana el di¨¢logo pol¨ªtico, despu¨¦s de una semana de interrupci¨®n, seg¨²n fuentes oficiales citadas por France Press].Un chiste de Sendra publicado ayer en el diario de izquierda P¨¢gina 12 resume la situaci¨®n. Un matrimonio contempla el televisor y ella le dice a ¨¦l: "Se llama Jes¨²s, tiene 33 a?os, usa barba, le dieron una cruz. Sinceramente, tengo miedo que el domingo a la noche nos anuncie que estamos en la ¨²ltima cena".
Los empresarios ven en Rodr¨ªguez a un notorio representante de la llamada Coordinadora, el sector m¨¢s izquierdista del radicalismo. Se acusa a este grupo de haber manejado la pol¨ªtica de Alfons¨ªn, que ha llevado al pa¨ªs al desastre actual. Tambi¨¦n afirman los empresarios que Rodr¨ªguez, que era presidente de la Comisi¨®n de Presupuesto y Hacienda en la C¨¢mara de Diputados, hab¨ªa amenazado con publicar una lista de unas 30 empresas y acusarlas de retener d¨®lares de la exportaci¨®n y no haberlos liquidado.
Esto es una de las causas de la ca¨ªda del austral ante la moneda de Estados Unidos. Juan Carlos Pugliese, actual ministro del Interior y antecesor de Rodr¨ªguez en Econom¨ªa, tambi¨¦n declar¨® estos d¨ªas que hab¨ªa 30 culpables de la actual situaci¨®n econ¨®mica por la que atraviesa Argentina.
La reacci¨®n popular ante la situaci¨®n es de ira contenida. Un grupo de unas decenas de. mujeres fueron el viernes a la plaza de Mayo a la misma hora en que los ministros juraban sus cargos en la Casa Rosada, para tocar un cacerolazo y gritarle al Gobierno: "Se siente, se siente, el hambre est¨¢ presente". Preocupan las informaciones de asaltos a supermercados en C¨®rdoba, Mendoza y Rosario y se habla de grupos organizados. En los alrededores de Buenos Aires, en barrios como Quilmes y Mataderos, moradores de una villa de emergencia (chabola) asaltaron camiones de v¨ªveres. Se teme que la difusi¨®n de estas informaciones tenga un efecto mim¨¦tico y se desencadene el temido caracazo, el estallido social, como el ocurrido en Caracas.
Los jubilados apenas pueden adquirir medicamentos. En una farmacia unas ancianas se mostraban indecisas y no sab¨ªan qu¨¦ medicina de las recetadas comprar. No les llegaba el dinero para pagar el porcentaje que obliga a pagar la Seguridad Social. Otro jubilado acababa de pagar 954 australes (unas 700 pesetas) por su receta y mostraba indignado la boleta con la ¨²ltima mensualidad de su jubilaci¨®n. La liquidaci¨®n era de 2.964 australes (no llega a 2.200 pesetas). El anciano explicaba: "Esto cobro depu¨¦s de la ¨²ltima subida".
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