Acosada
Una familia, marcada por la violaci¨®n de la madre, las amenazas contra sus hijos y un error judicial
"Estamos completamente desasosegados, sin tranquilidad, sin paz, sin poder dormir". As¨ª se expresaba la madre de F. M. M., una funcionaria de los juzgados de Barcelona v¨ªctima de abusos deshonestos y dos meses despu¨¦s violada por haber denunciado esos abusos. Casualmente, un mes antes, el juez hab¨ªa puesto en libertad a los presuntos autores de los abusos, reconocidos por la v¨ªctima. F. M. M. recibe ahora amenazas de muerte contra sus hijos. Ella ha decidido que vivan lejos del matrimonio. La madre est¨¢ bajo tratamiento psiqui¨¢trico, y toda la familia, bajo vigilancia policial. Los procesados ayer por la primera agresi¨®n, Ram¨®n Chic¨®n Moreno y Santo Domingo Medina Sicilia, se enfrentan a una petici¨®n del fiscal de 29 y 8 a?os de prisi¨®n, respectivamente.
El 7 de diciembre, Chic¨®n, Medina y otro joven no identificado, se metieron en el coche de F. M. M. cuando ¨¦sta lo detuvo en un sem¨¢foro de Montcada i Reixach, localidad pr¨®xima a Barcelona. Uno de ellos entr¨® por la puerta trasera y, amenaz¨¢ndola con un cuchillo, la oblig¨® a poner el coche en marcha, mientras los otros dos se sub¨ªan. De esa manera llegaron a un descampado, donde los tres abusaron sexualmente de ella, someti¨¦ndola a fellatios sucesivas.Los agresores le robaron 40.000 pesetas que portaba y a continuaci¨®n le obligaron a regresar al punto donde la cogieron. Estos hechos fueron relatados por la v¨ªctima que ayer declar¨® entre sollozos ante el tribunal.
Ella vio con claridad la cara de dos de sus agresores que, seg¨²n su testimonio, fueron Chic¨®n y Medina, pero no pudo identificar al tercero. Los acusados sin antecedentes penales fueron detenidos tres d¨ªas m¨¢s tarde. Desde esa fecha la joven los ha reconocido en dos ruedas de detenidos y una tercera ayer, en el acto del juicio. Ayer Chic¨®n, de 19 a?os, y Medina, de 17, negaron ser los autores. Afirman que ese d¨ªa estuvieron en el bar Estany, en Montcada, y que despu¨¦s se fueron a sus casa. El defensor solicit¨® la absoluci¨®n, mientras que la acusaci¨®n particular elev¨®. la petici¨®n a 34 a?os para Chic¨®n y 7 para Medina.
La angustia de la mujer no acab¨® con la detenci¨®n de Chic¨®n y Medina, ya que ambos fueron puestos en libertad un mes despu¨¦s de la agresi¨®n. El 24 de febrero la mujer fue retenida de nuevo por otros tres individuos cuando sal¨ªa de un establecimiento, en Sabadell. De nuevo la condujeron a un descampado. All¨ª, el joven que particip¨® en la primera agresi¨®n y que no fue detenido la viol¨® y le marc¨® el pecho con una navaja, mientras le dec¨ªa que era una venganza por haber denunciado el anterior ataque. Los otros dos j¨®venes que participaron en la segunda agresi¨®n llevaban la cara tapada.
A partir de entonces, la mujer ha visto todas las fotograf¨ªas de los registros policiales, pero no ha podido identificar al individuo que en diciembre pasado la someti¨® a abusos sexuales y que en febrero pasado la viol¨®.
Cambio de vida
El forense que ayer present¨® un informe en el juicio sobre el estado de la v¨ªctima precis¨® que est¨¢ sometida a tratamiento psiqui¨¢trico y que los ataques sufridos le han producido unas secuelas ps¨ªquicas cuya curaci¨®n o restablecimiento es imposible computar.El hecho de que el hombre que particip¨® en las dos agresiones siga en libertad, supone una continua inseguridad para la mujer, su marido y sus dos hijos. Los ni?os, de seis y siete a?os, han sido cambiados de colegio y viven con familiares, ante el temor de que se produzca una tercera agresi¨®n, esta vez contra ellos, tal como le amenazaron en el segundo ataque.
Ella se ha reincorporado al trabajo para distraerse "ya que en cuanto se sienta, se queda mirando a la pared y vuelve a recordar lo que le ha sucedido", explicaba ayer su marido, Luis. ?l descuelga a veces el tel¨¦fono y una voz sigue amenazando sexualmente a sus hijos.
"Ya no somos una familia normal", explicaba la madre de la v¨ªctima, para quien su hija "ni se ha rehecho despu¨¦s de lo que le pas¨¦, ni creo que lo consiga". Tanto la madre como el marido de la joven opinan que es necesario un cambio radical de vida "deber¨ªamos cambiar de domicilio, pero las circunstancias econ¨®micas no lo permiten".
El marido manifest¨® ayer su disgusto por la falta de ayuda de las instituciones como la Generalitat y el S¨ªndic de Greuges (figura de Defensor del Pueblo en Catalu?a), a las que se han dirigido. "No hemos pedido dinero en ning¨²n momento porque no se trata de esto, pero s¨ª creemos que en esta situaci¨®n nos deber¨ªan ayudar para cambiar de domicilio pero", subray¨®, "no hemos obtenido ninguna respuesta, ya que nos env¨ªan de un lado a otro".
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