Decenas de miles de chinos hacen fracasar la ocupaci¨®n militar de la plaza de Tiananmen
, Unidades militares irrumpieron a la carrera en la madrugada de hoy en los alrededores de la plaza de Tiananmen con la intenci¨®n de desalojar a los 3.000 estudiantes que a¨²n permanecen all¨ª acampados. Los soldados, que en las ¨²ltimas 48 horas tomaron posiciones en el centro de Pek¨ªn, fueron interceptados por decenas de miles de personas airadas, sin que, en principio, se produjeran incidentes graves ni llegara a haber enfrentamientos f¨ªsicos. Al amanecer, los frustrados soldados fueron retirados de la zona.
"No queremos violencia, no queremos pegaros, pero no vay¨¢is a Tiananmen porque all¨ª hay personas como vosotros", gritaba la gente a los soldados. Algunos de ellos, jovenc¨ªsimos, comenzaron a llorar, tal vez por el cansancio de la marcha a que les hab¨ªan sometido o quiz¨¢ por la humillaci¨®n de verse derrotados antes de intervenir.
Hacia las cuatro de la madrugada (22.00, hora peninsular), mientras las tropas retroced¨ªan, las calles se convert¨ªan en una fiesta: "Cuente esto en Espa?a, cu¨¦ntelo. El pueblo chino quiere democracia. No somos violentos, pero nos oponemos a las medidas de fuerza que ha decretado nuestro Gobierno".
De nada sirvieron los veh¨ªculos policiales, dotados de altavoces, que emit¨ªan mensajes intimidatorios. Los soldados intentaron en vano acercarse a la plaza y se quedaron a m¨¢s de 200 metros, mientras se produc¨ªan escenas de f¨®rcejeos y de confraternizaci¨®n. En Tiananmen contin¨²a erguida la gigantesca estatua de la libertad construida por estudiantes de Bellas Artes. Al igual que ocurri¨® el pasado 20 de mayo, al decretarse la ley marcial, la multitud que a lo largo del d¨ªa se congreg¨® en la plaza mont¨® barricadas e impidi¨® la entrada de las tropas. P¨¢gina 2
Los pequineses 'desalojan' a los soldados
Viene de la primera p¨¢ginaVarias unidades militares hab¨ªan ocupado desde el jueves diversos lugares estrat¨¦gicos de Pek¨ªn. La ciudad se manten¨ªa tranquila, pero cuando ayer se dispusieron a proceder al desalojo de la plaza de Tiananmen, transformada ahora en un peque?o pero bien organizado campamento de estudiantes, se produjo una nueva marea humana que con gritos de "democracia" y peticiones a los miles de soldados de "solidaridad" dio al traste con las ¨®rdenes gubernamentales. Los estudiantes no fueron los desalojados.
Las tropas con aire cansado y sin apenas forcejeo con los pequineses se retiraron y dejaron que la diosa de la libertad, la estatua erigida en la noche del lunes por los estudiantes, siga apuntando hacia el retrato de Mao Zedong que cuelga sobre la entrada de la Ciudad Prohibida.
Los hechos demuestran que la grave crisis pol¨ªtica de China sigue sin soluci¨®n dos semanas despu¨¦s del establecimiento de la ley marcial. Los conservadores, en contra de todas las se?ales que hace escasos d¨ªas as¨ª lo presupon¨ªan, no han logrado imponer su l¨ªnea dentro de la direcci¨®n del partido comunista, ni tampoco excomulgar al reformista secretario general, Zhao Ziyang, cuyo paradero, como el del m¨¢ximo dirigente, Deng Xiaoping, se ignora.
Los portavoces oficiales se limitan a informar que la situaci¨®n pol¨ªtica es estable y que no se han producido cambios en la direcci¨®n del partido, del Gobierno y de las fuerzas armadas.
Las autoridades han impuesto medidas m¨¢s restrictivas a la Prensa extranjera, pero todav¨ªa no han amenazado con la expulsi¨®n de los enviados especiales. En la mayor¨ªa de los hoteles de lujo han sido colocados en la fachada grandes carteles contra "la liberalizaci¨®n burguesa y el sistema capitalista" y en apoyo del "glorioso Partido Comunista de China".
Confusi¨®n
La confusi¨®n ha vuelto a alcanzar grados insospechados, y los analistas son cada vez m¨¢s cautos en hacer pron¨®sticos sobre un cuadro que no est¨¢ a¨²n completamente definido. Medios diplom¨¢ticos afirman, en cualquier caso, que China ha entrado ya en un largo per¨ªodo de inestabilidad, que tendr¨¢ efectos negativos en las inversiones extranjeras, pese a que se insiste una y otra vez por parte oficial en que la reforma y la apertura al exterior son principios inmodificables.El pleno del Comit¨¦ Central del PCCh no ha podido celebrarse hasta ahora al no conseguir el primer ministro, Li Peng, imponer la tesis de que Zhao habr¨ªa urdido un golpe de Estado para hacerse con el poder.Muchos miembros de la l¨ªnea dura y, l¨®gicamente, los propios reformistas estiman insuficientes las pruebas aportadas por el primer ministro y se han manifestado contrarios a etiquetar al secretario general de "traidor y antirrevolucionar¨ªo", como, al parecer, habr¨ªa sido calificado por el propio Deng Xiaoping. ?ste, por su parte, se encuentra aislado entre los dos bandos y su posici¨®n parece haberse debilitado en los ¨²ltimos d¨ªas.La evoluci¨®n de los acontecimientos ha puesto a Deng, el arquitecto de la reforma, en una dificil¨ªsima tesitura. El peque?o y anciano dirigente -circula el rumor de que se encuentra hospitalizado- ha tenido que recurrir de nuevo al apoyo de los reformistas para contrarrestar de alg¨²n modo la resurrecci¨®n de los conservadores, decididos a reconquistar terreno a ra¨ªz de esta crisis que ellos estiman que es debida a los "efectos perniciosos" de la reforma que impuls¨® Deng hace 10 a?os.Los dos hombres que estar¨ªan desempe?ando un papel cada vez m¨¢s amenazante para el destino de Deng Xiaoping son el antiguo presidente del Parlamento, Peng Zhen, y el jefe del Estado, general Yang Shangkun, ambos octogenarios, pero con aspiraciones a ser protagonistas de los pr¨®ximos a?os de China. Yang, vicepresidente ejecutivo de la comisi¨®n militar, cuya presidencia ocupa Deng, trat¨® de convocar personalmente una reuni¨®n en Pek¨ªn, hace tres d¨ªas, de todos los jefes de las provincias militares para analizar la crisis, pero tuvo que suspenderla por la ausencia de algunos de ellos. Este incidente despierta de nuevo la sospecha de que persisten divisiones en el seno de las fuerzas armadas.Es probable que la soluci¨®n de la crisis se demore a¨²n varios d¨ªas. La par¨¢lisis creada por el equilibrio existente entre las dos fuerzas internas dentro del partido hace pensar que lo m¨¢s veros¨ªmil es que ambos bandos traten de llegar a una f¨®rmula de compromiso.Nadie duda que Tiananmen ser¨¢ desalojada tarde o temprano y que la estatua a la libertad, que ha despertado la c¨®lera de los dirigentes del pa¨ªs, ser¨¢ derribada. Sin embargo, fuentes diplom¨¢ticas creen dif¨ªcil que todo ello ocurra antes de que la crisis interna est¨¦ resuelta.
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