Miro llena en Roma

M¨¢s del 60% de los visitantes de la exposici¨®n de la ¨²ltima obra de Joan Mir¨® (I Mir¨® di Mir¨®, Los Mir¨® de Mir¨®), abierta hasta hoy mismo en la Academia de Espa?a en Roma, eran j¨®venes menores de 23 a?os. El inter¨¦s que ha despertado la muestra, abierta el 29 de marzo en la sede de la Academia, en San Pietro in Montorio, la ha convertido en la exposici¨®n romana m¨¢s visitada en los ¨²ltimos a?os: cerca de 150.000 personas. S¨®lo una antol¨®gica de Van Gogh estuvo hace un a?o cerca de esa cifra, que para los que conocen el poco calado de la oferta romana es un r¨¦cord absoluto.

Adem¨¢s de haberse convertido en un lugar com¨²n en Roma, -los taxistas han llegado a identificar la direcci¨®n de la Academia con la presencia en su sede de la antol¨®gica de Mir¨®- la muestra tambi¨¦n resulta un s¨ªmbolo de las carencias de la oferta cultural espa?ola en el exterior. Realizada con el esfuerzo de la profesora Trinidad S¨¢nchez Pacheco, una toledana de Oca?a que pas¨® a?os en Barcelona como directora de? Museo de Cer¨¢mica, y situada en una zona alejada del centro de Roma -"venir aqu¨ª es venir aqu¨ª, de modo que la decisi¨®n de acudir a la muestra es doblemente significativa", dice Trinidad-, la exposici¨®n no ha contado con una promoci¨®n paralela de la vida cultural espa?ola ni con la aportaci¨®n did¨¢ctica que acaso la hubiera hecho m¨¢s ¨²til para conocer la evoluci¨®n de la obra del balear.A pesar de ello, el m¨¦rito principal de la muestra, que es original, est¨¢ en su fundamento: la profesora S¨¢nchez Pacheco quiso recoger "los Mir¨® de Mir¨®", aquellos cuadros que figuran en la colecci¨®n privada del pintor y que han sido integrados en la Fundaci¨®n Mir¨® de Palma de Mallorca. La presencia de Mir¨® en Roma ha remediado, seg¨²n S¨¢nchez Pacheco, una carencia hist¨®rica: "Mir¨® ten¨ªa que estar en Roma". Cuando dise?¨® la necesidad de una exposici¨®n como ¨¦sta, la obsesi¨®n de su comisaria fue la de traer a la capital italiana "la muestra de un cl¨¢sico del siglo XX que mostrara a los visitantes de la Academia la vitalidad de que era capaz un hombre cercano a los 90 a?os".

Y aunque los cuadros de Mir¨® expuestos en San Pietro in Montorio no llevan fecha en su mayor¨ªa, -"corno si el artista quisiera se?alar que el arte no tiene tiempo", dice Trinidad- se advierte hasta qu¨¦ punto esa capacidad de entusiasmo no le abandon¨® jam¨¢s.

La ¨²ltima obra

"?sta no es una antol¨®gica", dice S¨¢nchez Pacheco. "Es, simplemente, la recopilaci¨®n de la ¨²ltima obra de Mir¨®, con lo que se puede contrastar la memoria que la gente tiene de sus primeros cuadros y donde adem¨¢s se advierte, en cierto modo, que es una exposici¨®n que el propio Mir¨® dej¨® b¨¢sicamente montada, con una unidad indiscutible. La recopilaci¨®n ha sido muy interesante porque en esos cuadros finales aparece toda su iconograrla tradicional: el cielo, los animales, las aves, los seres humanos, pero siempre con una mayor tendencia a la abstracci¨®n que en ¨¦pocas anteriores y tambi¨¦n con mayor predominio del negro que en etapas previas".

La exposici¨®n ha sido un ¨¦xito de p¨²blico. Alg¨²n sector de la cr¨ªtica romana ha se?alado que era una exposici¨®n de Mir¨® sin mucho Mir¨®, pero ni el p¨²blico ni la organizaci¨®n han resultado inquietados por esa reacci¨®n. Estimulada por este poder de convocatoria, la Academia se propone repetir la experiencia y para octubre tiene previsto abrir una exposici¨®n de esculturas y libros de Salvador Dal¨ª.

La posibilidad de prorrogar esta recopilaci¨®n de Mir¨® no ha sido contemplada: "No puede serlo. El verano romano no se presta para el ¨¦xito de este tipo de ofertas, y la Academia tiene su propia vida, que resultar¨ªa perturbada por la prolongaci¨®n de una muestra p¨²blica de estas caracter¨ªsticas", dice S¨¢nchez Pacheco.