Docencia

La formaci¨®n del novillero tiene, igual que cualquier actividad docente, varias etapas. Hay novilleros en EGB, otros que cursan el BUP, mientras los m¨¢s han avanazado la licenciatura y avizoran ya el doctorado. El ¨ªndice de fracaso escolar en la docencia novilleril es alt¨ªsimo, pues estos estudios son los m¨¢s dif¨ªciles del mundo. Ingeniero aeroespacial o at¨®mico es tirado, comparado con las dificultades que entra?a ser doctor en tauromaquia.A los novilleros hay que juzgarlos en funci¨®n de las distintas etapas. Al debutante Luis de Paulova hab¨ªa que examinarlo con las pruebas de EGB. Sin embargo le pusieron dos problemas de dificil soluci¨®n: el primero, un novillo con mucha casta, que al segundo lance le dio un testarazo, sin que el examinando perdiera la serenidad. Muchas figuras hubieran andado aperreadas con ese novillo. Paulova se dobl¨® con ¨¦l y lo tore¨® sobre la mano derecha, l¨®gicamente, sin brillo. Su segundo era un manso que embest¨ªa a oleadas y le puso dos veces los pitones en el cuello. No se amilan¨® el de Aznalc¨®llar, que pese a su apodo no cuenta entre sus ascendientes a la famosa bailarina rusa. Estuvo valiente y se merece mejores oportunidades.

Antonio Punta deber¨ªa estar ya cursando el BUP taurino. No le notamos avance de un a?o a otro; antes bien, retroceso. Su primero fue muy toreable, pero Punta no le adelantaba la muleta, se la coloca obligua y retrasada. Como si llevara chuletas al examen. Si sigue as¨ª dif¨ªcil le va a resultar aprobar. El quinto tambi¨¦n era un problema dif¨ªcil, incluso para BUP, pues el novillo miraba m¨¢s al vendedor de helados que a la muleta, tiraba derrotes cuando no hu¨ªa. Ni un consumado doctor hubiera resuelto con brillantez el problema.

A Antonio V¨¢zquez, que con acierto ha abandonado el apodo de Vinagre, tambi¨¦n debe consider¨¢rsele matriculado en BUP. El cuarto fue un buen novillo y V¨¢zquez estuvo a su altura, tore¨¢ndolo en redondo y al natural con larga trayectoria, bajando al mano, y planteando muy bien la soluci¨®n. Obtuvo notable. Su primero ten¨ªa casta pero no malas ideas, y V¨¢zquez no consigui¨® superar la prueba. Deber¨¢ volver en septiembre.

Se ve que la asignatura del capote est¨¢ un tanto olvidada, pues ninguno de los tres jugaba los brazos con buen son.