Roberto Torres: "La m¨²sica sin baile no es m¨²sica"
El cantante de origen cubano ofreci¨® dos recitales en Canarias
"Yo no invent¨¦ el agua, el agua estaba ya inventada", explica Roberto Torres a todo el que quiere o¨ªrle, una lecci¨®n de sincera modestia que contribuye a colorear el triunfo internacional de este m¨²sico y productor cubano con el tinte de lo natural. Roberto Torres, con el gran ¨¦xito de su Caballo viejo bajo el brazo, se desplaz¨® a las islas Canarias para realizar con dos recitales, un en Tenerife y otro en Las Palmas, su presentaci¨®n oficial en territorio hispano. "La m¨²sica que no tiene baile no es m¨²sica", manifest¨® Torres a este diario.
"Era un capricho tocar en Canarias, porque mi abuelo era de esta tierra y me hab¨ªa hablado mucho de ella", coment¨® Torres todav¨ªa sorprendido por la inicial acogida de sus actuaciones (acogida que tras el primer concierto se convirti¨® en apoteosis). "Mi m¨²sica es muy sencilla", prosigui¨® el cantante cubano ahora residente en Miami, "para que todo el mundo pueda entenderla. Si la complicas, muchos acabar¨¢n por no entrar. Yo s¨®lo he tratado de hacer lo mismo que el maestro Ernesto Lecuona: regar nuestra m¨²sica por el mundo; no he inventado nada, todo estaba hecho".A pesar de esta rotunda afirmaci¨®n, el sonido de su charanga vallenata se escapa de los patrones habituales de las diferentes m¨²sicas latinas. "Es un sonido de mezcla", dice, "las letras son vallenatas y la m¨²sica conjuga el conjunto, la cumbia y la orquesta t¨ªpida. Buscaba algo distinto, pero que al p¨²blico le rememorara cosas cl¨¢sicas, de aquellas canciones conlas que le dorm¨ªa su mam¨¢, y funcion¨®". En 1979, Roberto Torres, despu¨¦s de una larga carrera en grupos de gran prestigio, como la Orquesta Broadway, la Sonora Matancera o la orquesta de Jos¨¦ Fajardo, y despu¨¦s de haber conseguido su primer gran ¨¦xito solista con El caminante, fund¨® la compa?¨ªa de discos SAR, que con los a?os se ha convertido en el m¨¢s puro estandarte de la m¨²sica cubana realizada desde los Estados Unidos. "MI idea fue continuar la m¨²sica cubana que hab¨ªa perdido su sentido original por culpa de la influencia norteamericana", asegura Torres.
"Orquestas como los Ban Ban o Irakere empezaron a mezclar m¨²sica cubana con m¨²sica norteamericana y ya no se sab¨ªa lo que era aquello", dice el cantante de origen cubano. "Los africanos ven¨ªan a Nueva York a comprar la m¨²sica antigua cubana y pens¨¦ que alguien ten¨ªa que seguir con ella y me met¨ª yo. O sea, que empezamos s¨®lo para los africanos, pero despu¨¦s vimos que esta m¨²sica entraba en todo el mundo, tal vez porque en Cuba ya no se hac¨ªa".
Torres dej¨® Cuba en 1959 y no ha regresado, pero desde Estados Unidos ha seguido con detalle la evoluci¨®n musical de su pa¨ªs. "Cuba est¨¢ 50 a?os por delante en cosas musicales" asegura, "la m¨²sica cubana est¨¢ muy adelantada, pero no tiene baile; por eso no triunfa porque la m¨²sica que no tiene baile no es m¨²sica. Ahora en Cuba se baila a base de gestos, pero no es un baile de verdad. Yo he triunfado porque continu¨¦ lo que no quer¨ªan hacer. No puede ni debe evitarse que un m¨²sico progrese pero, a veces, los m¨²sicos no tienen sentido comercial, se olvidan de hacer la m¨²sica que le gusta a la gente y el artista que no es comerciante no es artista. Julio Iglesias, por ejemplo, no es el mejor cantante, pero es el que m¨¢s vende porque no molesta al o¨ªdo".
Optimista
El cantante cubano es optimista en todo lo que se refiere a la m¨²sica latina, pero se muestra duramente cr¨ªtico ante determinados giros aparecidos en los ¨²ltimos a?os. "Vivimos un momento de excesiva vulgarizaci¨®n", afirma. "Para darle alegr¨ªa a la gente no se ha de hablar de forma tan vulgar, vivimos una prostituci¨®n total de las letras. La m¨²sica es para llevarle alegr¨ªa a la gente y no vulgaridad. La salsa er¨®tica y todas esas cosas son la suma de la vulgaridad y yo no entro en ello".Igual que desprecia los textos vulgares, Torres tambi¨¦n se muestra contrario a las letras sociales o pol¨ªticas: "Los textos pol¨ªticos son para los pol¨ªticos, y no me interesan porque los pol¨ªticos s¨®lo van a robar".
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