Estados Unidos no adoptar¨¢ sanciones econ¨®micas que "perjudiquen al pueblo chino"
Estados Unidos reafirm¨® ayer su intenci¨®n de no adoptar sanciones econ¨®micas o comerciales que puedan "perjudicar al pueblo chino", a pesar de las ejecuciones de tres estudiantes en Shanghai. Washington se limit¨® a tomar un segundo paquete de medidas simb¨®licas, que incluyen la suspensi¨®n de contactos pol¨ªticos entre los dos pa¨ªses y la retirada del apoyo norteamericano a los cr¨¦ditos pedidos por Pek¨ªn en las instituciones crediticias internacionales.
El portavoz de la Casa Blanca, Marlin Fitzwater, y el del Departamento de Estado, Richard Boucher, se limitaron a se?alar ante una Prensa ¨¢vida de reacciones, que la pol¨ªtica nortamericana con relaci¨®n a China no hab¨ªa sufrido ning¨²n cambio. "Nuestra pol¨ªtica de las dos ¨²ltimas semanas no ha sufrido cambios", declararon ambos portavoces, y es lo suficientemente clara. "No tomaremos ninguna medida comercial o econ¨®mica que pueda perjudicar al pueblo chino", manifest¨® Fitzwater.La Casa Blanca reaccion¨® el martes a ¨²ltima hora ante la presi¨®n del Congreso, que ped¨ªa una mayor energ¨ªa frente a China con el anuncio de que el presidente George Bush hab¨ªa ordenado la suspensi¨®n de contactos pol¨ªticos entre funcionarios de ambos Gobiernos. A principios de mes, y tambi¨¦n como resultado de la presi¨®n de las C¨¢maras legislativas, Bush anunci¨® la suspensi¨®n de todos los contratos de su ministro de armamento por valor de unos 600 millones de d¨®lares existentes entre los dos pa¨ªses, as¨ª como la cancelaci¨®n de los intercambios entre militares.
Visita suspendida
En un comunicado hecho p¨²blico el martes por la noche, la Casa Blanca anunciaba tambi¨¦n que, "en respuesta a la ola de violencia y represalias desatada por las autoridades chinas", Estados Unidos buscar¨ªa "un aplazamiento de los cr¨¦ditos pedidos por China a las instituciones financieras internacionales". La Rep¨²blica Popular China tiene pendiente la concesi¨®n de m¨¢s de 1.300 millones de d¨®lares, en su mayor¨ªa procedentes del Banco Mundial y el resto del Banco Interasi¨¢tico de Desarrollo. El primer efecto de la decisi¨®n norte americana ha sido la suspensi¨®n de una visita oficial a Pek¨ªn del secretario de Comercio, Robert Mosbacher, que deb¨ªa llegar a Pek¨ªn el pr¨®ximo 10 de julio. El secretario del Tesoro, Nicholas Brady, cuya visita estaba prevista para noviembre no se trasladar¨¢ a China si las condiciones no han mejorado para entonces.
China ha hecho caso omiso hasta el momento de todas las reacciones norteamericanas, incluida una petici¨®n de clemencia para los estudiantes condenados a muerte, hecha personalmente por el Departamento de Estado el martes al embajador chino en Washington, Han Xu.
A pesar de la presi¨®n de la opini¨®n p¨²blica y de los congresistas Bush ha demostrado que quiere mantener las puertas abiertas a una reanudaci¨®n de las relaciones normales entre los dos pa¨ªses. El comunicado de la Casa Blanca dejaba claro, despu¨¦s de expresar la preocupaci¨®n por los incidentes y de reiterar el apoyo a las aspiraciones de los estudiantes, que "China es una naci¨®n importante con la que esperamos continuar unas relaciones fruct¨ªferas".
Bush, que ocup¨® la jefatura de misi¨®n norteamericana en Pek¨ªn tras la reanudaci¨®n de relaciones entre los dos pa¨ªses, en 1972, est¨¢ caminando sobre el filo de la navaja en su cautelosa aproximaci¨®n al tema chino y parece dispuesto, si las circunstancias y la presi¨®n del Congreso se lo permiten, a no poner en peligro una laboriosa relaci¨®n con China construida a lo largo de los a?os. Sin embargo, cada vez est¨¢ encontrando m¨¢s dificultades en mantener el curso que se ha trazado. La posici¨®n del Congreso puede resumirse en una frase del senador republicano, Gordon Humphrey, que calific¨® la respuesta de la la Administraci¨®n Bush ante los sucesos en China de "pat¨¦ticamente d¨¦bil".
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