Vender sin copiar

Cuando David Byrne, del grupo Talking Heads, vio el ¨²ltimo v¨ªdeo de Duncan Dhu, parece que se sorprendi¨®: "Quiero hacer algo con ellos". Tras el ¨¦xito en Latinoam¨¦rica de Hombres G, que tambi¨¦n graban en una de las empresas recientemente fusionadas, este a?o puede ser el de Duncan Dhu, que intenta abrir brecha para la introducci¨®n de otros artistas en mercados hasta ahora reacios a la lengua castellana.

Este grupo, que ha vendido m¨¢s de 600.000 copias de sus discos, compondr¨¢, junto a David Byrne, Ofra Haza y Dissidenten, una parte de la banda sonora de la pr¨®xima pel¨ªcula protagonizada por Mickey Rourke y producida por el mismo equipo que realiz¨® Buscando a Susan desesperadamente. Para su pr¨®ximo disco, que se grabar¨¢ en Londres y se publicar¨¢ el 15 de octubre en Espa?a y a primeros de 1990 en todo el mundo, se buscan colaboraciones que atraigan el inter¨¦s del p¨²blico extranjero, con David Byrne, Lou Reed y Elvis Costello como candidatos.

Otros artistas, de los 70 que componen el cat¨¢logo nacional de Dro, Gasa y Tyvins tambi¨¦n interesan en otros pa¨ªses. El grupo mallorqu¨ªn La B¨²squeda, que en Espa?a apenas ha vendido 600 copias de su ¨²nico disco, ser¨¢ lanzado en Francia, junto a los tangos de Malevaje. El guitarrista de flamenco Gerardo N¨²?ez, que solo vende 1.000 discos en nuestro pa¨ªs, tendr¨¢ su oportunidad en Jap¨®n y Los Coyotes son objetivo prioritario de su compa?¨ªa para lanzarles en todo el mundo, mientras Italia ya conoce al tr¨ªo donostiarra 21 Japonesas.

Impulsadas por las ventas de algunos de sus discos nacionales, que representan el 68% de sus ventas totales, y acusadas por algunos de acercarse cada vez m¨¢s a las multinacionales en sus sistemas de funcionamiento en detrimento de su filosof¨ªa inicial, las independientes fusionadas intentan establecerse en el mercado exterior, para consolidar su posici¨®n cara a 1992.

Como primer paso, ya comienzan a distribuir su cat¨¢logo de artistas espa?oles en todo el mundo, incluso en el dif¨ªcil mercado anglosaj¨®n, a trav¨¦s de contratos de distribuci¨®n con aquellas empresas discogr¨¢ficas extranjeras que se interesan por la m¨²sica espa?ola, para la que el norte puede comenzar a existir. Y no solo para copiar estilos.