Angola empieza a vivir sus primeras horas de paz tras 14 a?os de guerra civil
"Dentro de dos a?os Luanda ser¨¢ m¨¢s bonita que Windhoek", comenta un tripulante de avi¨®n de las Aerol¨ªneas Angole?as que acaba de llegar a la capital de Namibia con un grupo, de ref¨²giados. Es la primera reacci¨®n que esta enviada escucha de en angole?o acerca del acuerdo hist¨®rico de Gbadolite y al anunciado alto el fuego que pone fin a la lucha del Gobierno de Angola con los guerrilleros de la UNITA de Jonas Savimbi. Este pa¨ªs africano empieza a vivir las primeras horas de paz despu¨¦s de 14 a?os de guerra civil.
La guerra es a¨²n, para la mayor¨ªa de los angole?os, la causa principal de todas sus dificultades, y las ilusiones no son menores hoy que en el propio d¨ªa de la independencia, en 1975.Los viajeros llegados a Luanda buscan afanosamente peri¨®dicos extranjeros para tratar de conseguir la confirmaci¨®n de los muchos rumores que circulan en Angola; no dudan del apret¨®n de manos entre el presidente, Eduardo Dos Santos, y el l¨ªder rebelde, Jonas Savimbi, que la televisi¨®n angole?a no mostr¨®. Pero quieren saber cu¨¢l ser¨¢ el destino de Savimbi: si ¨¦ste acept¨® o no autoexiliarse. Las noticias de que el l¨ªder de la Uni¨®n para la Independencia Total de Angola (UNITA) proyecta ir a Estados Unidos, a Boston m¨¢s concretamente, para completar sus estudios es m¨¢s dif¨ªcil de aceptar, pero es tambi¨¦n considerada decisiva. Para unos, sin Savimbi deja de existir UNITA; para otros, s¨®lo ¨¦l puede conseguir que sus guerrilleros acepten y respeten el alto el fuego.
El silencio oficial sobre los t¨¦rminos exactos del alto el fuego aumenta las preocupaciones: ?se trata de una tregua?, ?c¨®mo se efectuar¨¢ el reagrupamiento de los combatientes de UNITA?, ?qui¨¦n controlar¨¢ efectivamente los movimientos de tropas? La opini¨®n que prevalece es que se ha dado un paso importante, simb¨®lico sobre todo, pero que las negociaciones van a seguir a¨²n durante alg¨²n tiempo.
Ayer mismo, el presidente Dos Santos recibi¨® a un enviado del presidente de Zaire y hay noticias de importantes reuniones entre dirigentes pol¨ªticos y militares angole?os.
La ¨²nica reacci¨®n oficial conocida es el dircurso del ministro del Interior, Francisco Magalhaes Paiva, que, dirigi¨¦ndose a sus, funcionarios, elogi¨® el acuerdo de Gbadolite, en Zaire, la reconciliaci¨®n nacional alcanzada como "prueba de la madurez pol¨ªtica del pueblo angole?o". Pero a?adi¨® luego que "hay que estar m¨¢s vigilantes que nunca", porque todos deben saber "que estamos prontos para entrar de nuevo en combate si es necesario".
Tarde tranquila
Las calles de Luanda, en esta tarde de s¨¢bado, est¨¢n tranquilas, m¨¢s tranquilas que otros s¨¢bados; m¨¢s a¨²n tal vez que un domingo cualquiera. El domingo la selecci¨®n angole?a de f¨²tbol juega contra la de Camer¨²n un partido de calificaci¨®n para los campeonatos mundiales, y el f¨²tbol es el tema principal de las conversaciones. La paz es a¨²n una esperanza que puede frustrarse una vez m¨¢s. Pero existe el sentimiento de que, poco a poco, las cosas cambiar¨¢n y, sobre todo, que el paso dado es irreversible.
Los cubanos se van; los refugiados namibianos, tambi¨¦n. "Por fin, solos". Los angole?os piensan que "entre angole?os" acabar¨¢n por entenderse: el pa¨ªs es tan grande y hay tanto por hacer que todos los brazos y cabezas son pocos. La "comisi¨®n mixta creada con la mediaci¨®n de Zaire va a tener ahora que organizar la reinserci¨®n" de los miembros de UNITA, de acuerdo con sus capacidades, en "todas las instituciones del Estado angole?o" como anunci¨® el 22 de junio el presidente Dos Santos. Todas las instituciones incluye, en principio, tambi¨¦n al Ej¨¦rcito y, m¨¢s dif¨ªcil a¨²n, el partido en el poder, el MPLA. A pesar de todo, hace dos d¨ªas, en su programa para la radio nacional, las fuerzas armadas hablaban a¨²n de "aplastar a los bandidos de UNITA".
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