Una noche feliz con Lou Reed
La parcela musical del Grec 89 no pudo comenzar de mejor manera: ¨¦xito total de la convocatoria y extraordinario recital a cargo de un Lou Reed siempre sorprendente.Desde bastantes horas antes, los letreros de Agotadas las localidades ondeaban en lo alto de las taquillas del vel¨®dromo y un nutrido grupo de p¨²blico se apresuraba a tomar posiciones en los prados vecinos para gozar del espect¨¢culo sonoro sin necesidad de pagar el consabido peaje. Mientras tanto, unas 9.000 personas iban llenando sin agobios el amplio espacio deportivo que sin duda podr¨ªa albergar a bastante m¨¢s p¨²blico, pero que encuentra en este n¨²mero un equilibrio m¨¢s que aceptable.
Tote G¨®mez y su nuevo grupo ejercieron el siempre desagradable papel de intentar animar a la concurrencia que iba llegando al vel¨®dromo con el ¨²nico inter¨¦s de ver y o¨ªr a Lou Reed.
Tote
Tote G¨®mez, voz y guitarra; Conrad Llorens, guitarra; Mariano P¨¦rez de Olaguer, teclados; Carlos Vecina, saxos y percusi¨®n; Rafael Pellebei, bajo; Gaspar St. Charles, bater¨ªa.Lou Reed Lou Reed, voz y guitarra; Michael Rathke, guitarra; Rob Wasserman, contrabajo; Robert Medici, bater¨ªa. Barcelona, vel¨®dromo de Horta, 26 de junio.
Reed apareci¨® en escena con 30 minutos de retraso y la sonrisa hier¨¢tica que de ¨¦l siempre se espera; su voz rompi¨® el hielo con las primeras notas dedicadas a la ciudad de Nueva York. Durante unos 50 minutos el neoyorquino nos hablar¨ªa de su ciudad con la melancol¨ªa del perdedor que sabe que nada puede hacer por devolver la vida perdida a sus calles, plazas y habitantes y con la visi¨®n comercial del que ha venido a vender su ¨²ltimo disco. Uno tras otro, todos los temas de este ¨²ltimo fueron apareciendo en versiones muy similares a las ofrecidas por el vinilo; poco o nada ha agregado Reed a sus propias canciones para presentarlas en directo, s¨®lo ese toque de seguridad y proximidad que impone con su sola presencia.
El cantante neoyorquino vende presencia esc¨¦nica, sabe susurrar al o¨ªdo las frases m¨¢s crudas con total naturalidad, tal vez por eso su voz se mantiene siempre en un primer plano que domina el sonido de guitarras y bater¨ªa, tal vez por eso Reed ha prescindido de cualquier instrumentaci¨®n superflua y se ha quedado con el n¨²cleo base de un viejo grupo de rock and roll.
Una sonorizaci¨®n impecable ayud¨® a que los m¨²ltiples matices de New York no se perdieran en la neblina de la noche, sino que resaltaran en todo su esplendor, y el p¨²blico qued¨®, desde el primer momento, atrapado por la magia de unos temas verdaderamente contundentes a pesar de que la necesidad de un conocimiento profundo del idioma ingl¨¦s se hac¨ªa indispensable en muchos momentos.
Tras cinco cortos minutos de descanso apareci¨® el otro Reed, el de la cara m¨¢s alegre y a la vez m¨¢s c¨ªnica y siniestra, el de la sonrisa m¨¢s mal¨¦vola y los ritmos m¨¢s bailables. Y el p¨²blico cambi¨® con ¨¦l su semblante y se dej¨® arrastrar por el latir de una m¨²sica asimilada despu¨¦s de muchos a?os. Fue un aut¨¦ntico grandes ¨¦xitos en el que Reed complaci¨® a su p¨²blico hasta la saciedad. Toda la atenci¨®n que le hab¨ªa exigido momentos antes con New York ahora se le devolv¨ªa a dosis de ritmo, un final feliz de una noche feliz que hab¨ªa durado m¨¢s de dos horas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.