El 'tel¨®n de acero' entre Austria y Hungr¨ªa pasar¨¢ a la historia a finales de a?o

La destrucci¨®n del tel¨®n de acero que separa Hungr¨ªa de Austria, a lo largo de 354 kil¨®metros, se espera que quede concluida a finales de a?o. El desmantelamiento de la fortificaci¨®n de alambre y de las torres de vigilancia comenz¨® el 2 de mayo, cuando soldados magiares cortaron ostentosamente con enormes alicates los alambres de p¨²as.

Y el martes 27 de junio, el ministro de Relaciones Exteriores de Hungr¨ªa, Gyula Horn, en un acto simb¨®lico junto a su hom¨®logo austriaco, Alois Mock, cort¨® un trozo de alambre mientras expresaba que Hungr¨ªa hab¨ªa sido " empujada al Este" despu¨¦s de la partici¨®n de Europa, pero que en realidad era "un pa¨ªs centroeuropeo". Horn a?adi¨® que la "soberan¨ªa total" de su pa¨ªs es una "meta cercana" y la neutralidad un deseo "para los nietos".Cientos de metros de alambre fueron cuidadosamente enrollados por los soldados magiares, y por Budapest se extendi¨® la broma de que se lo vender¨ªan al dictador rumano Nicolae Ceaucescu, quien la semana pasada anunci¨® la fortificaci¨®n (aunque luego parece que dio marcha atr¨¢s) de los 450 kil¨®metros de la frontera de su pa¨ªs con Hungr¨ªa para evitar la salida de la minor¨ªa ¨¦tnica h¨²ngara perseguida por el r¨¦gimen de Bucarest. El a?o pasado 18.500 miembros de esta minor¨ªa ¨¦tnica abandonaron Ruman¨ªa, la mitad de ellos por pasos fronterizos ilegales.

El fin de esta frontera fortificada, el tel¨®n de acero, un s¨ªmbolo de la guerra fr¨ªa, fue durante a?os la frontera de la muerte, por que adem¨¢s de alambradas hab¨ªa explosivos enterrados. Entre 1966 y 1987 se registraron 13.500 intentos de fuga.

La desaparici¨®n del tel¨®n de acero se ha convertido en un problema para Berl¨ªn Este, Praga y Bucarest, que hacen cada vez m¨¢s dif¨ªcil a sus ciudadanos la posibilidad de viajar a Hungr¨ªa. Para los h¨²ngaros, la destrucci¨®n de esta frontera es s¨®lo simb¨®lica, porque ya desde enero de 1988 pod¨ªan viajar a Occidente sin trabas. Las estad¨ªsticas son esperanzadoras para Hungr¨ªa.

En 1953 pudieron salir 1.132 h¨²ngaros hacia pa¨ªses de Occidente; en 1962 fueron 65.000; en 1986, m¨¢s de 700.000, y el a?o pasado fueron registrados 3,5 millones de viajes a Occidente, con una poblaci¨®n de 10,6 millones.