La suntuosidad del silencio
MERCEDES RICO, La danza sin m¨²sica es para el core¨®grafo la prueba capital: nada ofrece m¨¢s riesgo, pero tambi¨¦n m¨¢s oportunidades de que se haga evidente la perfecci¨®n de una obra que se justifica s¨®lo vor s¨ª misma. Decoy (1979), de Trisha Brown, ha pasado la prueba durante diez a?os, pero en su presentaci¨®n en el Festival de It¨¢lica encontr¨® en la intemporalidad silenciosa de las ruinas romanas y en la densidad de la noche veraniega unos aliados seguramente sin precedentes.
Mientras las cinco bailarinas (vestidas con sencillos pijamas de seda de colores vivos dise?ados por el pintor Robert Rauschenberg) iban tejiendo sus misteriosas relaciones, acoplando y desacoplando sus ritmos, creando lazos y estableciendo contactos, recogiendo y devolvi¨¦ndose frases y se?ales, a veces chocando al acercarse, abriendo entre ellas espacios de entendimiento o abismos de incomprensi¨®n, la suntuosidad del silencio -roto de vez en cuando por el canto de una chicharra o el silbido lejano de un tren- daba a la danza de las mujeres una profundidad y una proyecci¨®n inesperadas.
Trisha Brown Dance Company
Lateral Pass (Brown/Zummo). Decoy (Brown). Astral Convertible (Brown/ Landry/Rauschenberg). Coreograf¨ªa y direcci¨®n: Trisha Brown. Festival de It¨¢lica. Sevilla, 29 de junio.
Trisha Brown lleva dos d¨¦cadas en la cresta de la ola ofreciendo con su peque?o grupo radicado en Nueva York espect¨¢culos que siempre suponen un desafio y permiten seguirla considerando vanguardista. Ahora en su ¨²ltimo trabajo, Astral convertible (1989), ha sometido su coreograf¨ªa a los condicionamientos impuestos por el dise?o visual de Rauschenberg, que ha inventado un espacio metalizado a base de ocho torres provistas de l¨¢mparas y sensores. Los nueve bailarines forman ante todo parte del decorado y la ambientaci¨®n sonora t¨¢mbi¨¦n.
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