'Nost¨¢lgico', de Bernaola, en el patio de Carlos V
ENRIQUE FRANCO, El programa, dirigiendo a la Filarmon¨ªa de Londres, de V¨ªctor Pablo P¨¦rez ten¨ªa dos pies forzados: la actuaci¨®n de la violionista coreana Kyung Wha-chung (Se¨²l, 1948) en el concierto de Brahms y la intervenci¨®n del pianista espa?ol Joaqu¨ªn Soriano en Nost¨¢lgico, de Carmelo Bernaola. Resultaba dif¨ªcil completar la selecci¨®n si no se quer¨ªa reducir a la orquesta y a su director al papel de meros colaboradores.
V¨ªctor Pablo P¨¦rez decidi¨® llevar al Carlos V de Granada la Segunda sinfon¨ªa, de Sibelius, con cuanto tiene de belleza, sabidur¨ªa y tambi¨¦n de exceso. El maestro espa?ol hizo una versi¨®n bien construida y fuertemente expresiva, lo que, por otra parte, podr¨ªa generalizarse a todas las obras interpretadas, en las que los instrumentistas brit¨¢nicos respondieron con tan alta calidad como entrega. No en vano, V¨ªctor Pablo P¨¦rez es uno de los valores seguros con que cuenta la actual direcci¨®n orquestal espa?ola.
Escuchar de nuevo Nost¨¢lgico, para piano y orquesta, estrenada en Madrid en 1986, ha supuesto una excelente experiencia, pues confirm¨® la impresi¨®n recibida en el estreno: es una de las m¨¢s explicativas partituras de la personalidad tan rica y plena de Carmelo Bernaola. Dada la naturaleza art¨ªstica de Soriano, de cu?o filorrom¨¢ntico, su versi¨®n de Nost¨¢lgico presenta diversos rasgos.
Tradiciones
Por una parte, quiz¨¢ queden suavizados algunos datos no fundamentales de la obra, pero en cambio quedan resaltados los fundamentales y hasta los m¨¢s subterr¨¢neos, como es el ¨ªntimo engarce de Bernaola con unas tradiciones que conoce profundamente y a las que ha sido capaz de a?adir nuevos y espl¨¦ndidos cap¨ªtulos.
No se trata de posmodemidad, ese embeleso acu?ado en Estados Unidos y tan bien recibido en Italia, sino de algo m¨¢s directo y humano: el mensaje personal, la expresi¨®n sentimental del m¨²sico, un vasco de gran impulso l¨ªrico que en vano trata de disimular tras una cierta rudeza que en el caso de Nost¨¢lgico no lleg¨® a la partitura. A partir de cierta edad, todo creador hace autobiograf¨ªa, y Nost¨¢lgico no escapa al fen¨®meno.
No es la parte solista cosa de virtuosismo y gran efecto, y se trata m¨¢s bien de un piano concertante, en algo parecido al de Falla en los Nocturnos o al de Halffter en la Rapsodia. Todo lo cual no resta importancia, ni siquiera dificultad, a la parte protagonista, ni m¨¦rito a la versi¨®n de Joaqu¨ªn Soriano, extraordinariamente aplaudido en uni¨®n del compositor, el director y la orquesta.
La coreana Kyung Whachung luci¨® una t¨¦cnica de alto vuelo, una musicalidad de gran poder afectivo y una condici¨®n de concertista nata que en una obra como el concierto de Brahms y con una colaboraci¨®n tan excelente como la de V¨ªctor Pablo y los filarm¨®nicos de Londres provoc¨® largas aclamaciones.
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