El enigma en la bruma

M¨²sica del impresionismo franc¨¦s, voces b¨²lgaras y guitarras espa?olas, intercaladas entre la buena actuaci¨®n de Joan Bibiloni y la de Shelleyan Orphan, caldearon el ambiente mientras un p¨²blico vestido de luto riguroso, labios bermell¨®n, cabellos estalagm¨ªticos y cruces por pendientes comenzaba a llenar la plaza de toros de Las Ventas. A la una de la madrugada, despu¨¦s de tres horas de m¨²sica intensa, los seguidores de The Cure, mim¨¦ticos de la imagen de su cantante, Robert Smith, sal¨ªan sudorosos con la convicci¨®n de haber asistido a un magn¨ªfico concierto.Bajo el lema La gira de la oraci¨®n, The Cure finalizaron en Madrid su periplo espa?ol con una soberbia actuaci¨®n. Envueltos en una penumbra permanente, con una sensaci¨®n de irrealidad y lejan¨ªa, est¨¢ticos y enigm¨¢ticos, confirmaron que su m¨²sica es una de las apuestas m¨¢s creativas y originales, por la capacidad de adecuar una est¨¦tica a sus canciones.

Entidad propia

Esta adecuaci¨®n permite al quinteto brit¨¢nico que los distintos elementos utilizados en su propuesta art¨ªstica -iniciada hace 12 a?os "contra la falta de imaginaci¨®n en la m¨²sica moderna"- conformen un todo en el que m¨²sica, sonido, luces e imagen adquieren una entidad propia e inseparable de la est¨¦tica global. La m¨²sica de The Cure recuerda a la primera psicodelia, con un concepto de la iluminaci¨®n basado exclusivamente en tonos azules, verdes y rojos, con el humo como halo transparente. Este sentido de la luz en el escenario, ¨²nico por lo imaginativo, permite que su pop cr¨ªptico se desarrolle en un ambiente propicio.

Con un excelente sonido, et¨¦reo y reberverante, sin el preciosismo de sus discos pero con mayor carga de tensi¨®n, The Cure presentaron su ¨²ltimo disco, Desintegration, que resume su planteamiento musical: canciones basadas en tres acordes, sobre los que la voz de Robert Smith desarrolla unas melod¨ªas lineales y sencillas, con un peculiar sentido de reelaboraci¨®n de lo b¨¢sico. Frases simples de guitarras, bajo y teclados se entrelazan con un aire casi minimal, m¨²ltiples influencias -alguna con ecos orientales- y un barroquismo nuevo e imaginativo.

El espectro sonoro, especialmente mimado por el grupo, es otra de las caracter¨ªsticas diferenciales de su m¨²sica, y cada instrumento goza de una entidad propia, con matices oscuros de enorme y escondida riqueza. La s¨®lida y escondida labor de Boris Williams a la bater¨ªa y Simon Gallup al bajo personalizan la m¨²sica de The Cure, con la creaci¨®n de ritmos pesados, separados de lo convencional y fundamentales para que el estilo Cure haya conseguido una situaci¨®n de privilegio en el panorama del pop actual.

Y por encima de todo, a medio camino entre arlequ¨ªn posmoderno y clown t¨ªmido, distante y envuelto en sombras, est¨¢ Robert Smith. Cantante inconfundible, compositor peculiar y dibujante de melod¨ªas, el brit¨¢nico plasma su atractivo en una imagen tan tierna, decadente y neorom¨¢ntica como la m¨²sica de The Cure. Tan dif¨ªcil de explicar como el enigma de la melancol¨ªa en la bruma.