Un juez de familia, acusado de prevaricaci¨®n por ejecutar una sentencia de divorcio recurrida
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que preside Clemente Auger, decidir¨¢ pr¨®ximamente sobre la primera querella contra un magistrado desde su constituci¨®n, el pasado 23 de mayo. El querellante es Antonio Fern¨¢ndez Cuevas, presidente del Tribunal Econ¨®mico-Administrativo Central, que acusa de prevaricaci¨®n al juez de familia Ram¨®n Belo Gonz¨¢lez por haber ejecutado una sentencia de divorcio que se encontraba recurrida y por haber fijado unas medidas que hab¨ªan sido revocadas en sentencia de apelaci¨®n.
El querellante invoca la llamada reforma M¨²gica y la ley org¨¢nica del Poder Judicial, seg¨²n las cuales la instrucci¨®n y fallo de las causas penales contra jueces y magistrados "por delitos o faltas cometidos en el ejercicio de su cargo en la comunidad aut¨®noma", corresponde a la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia, cuando no est¨¦ atribu¨ªda al Supremo. En consecuencia, dirige la querella a dicha sala.Vivienda familiar para la madre
El origen de la querella fue la demanda de separaci¨®n interpuesta por Mar¨ªa del Carmen Novo Villaverde, esposa del querellante. El 31 de julio de 1986 el juez Belo, que actu¨® en sustituci¨®n de otro juez de familia, dict¨® sentencia de separaci¨®n, en la que, entre otras medidas, atribuy¨® la custodia de los dos hijos a la madre y a ambos y a ¨¦sta el uso de la vivienda familiar, as¨ª como la obligaci¨®n del padre de abonar a su esposa 75.000 pesetas mensuales por cada hijo.
Recurrida esta sentencia, fue revocada por la Audiencia Territorial de Madrid, que el 24 de octubre de 1987 resolvi¨® de modo muy diferente la separaci¨®n: atribuy¨® al padre la custodia de los hijos, as¨ª como el uso de la vivienda y estableci¨® la obligaci¨®n de la esposa de contribuir a las cargas familiares "con los gastos ordinarios generados por los hijos" cuando estuvieren con ella los fines de semana o en vacaciones.
El 4 de febrero de 1988, cuando todav¨ªa no se hab¨ªa ejecutado este fallo, la esposa promovi¨® demanda de divorcio vincular, que correspondi¨® resolver al juez Belo, quien el 7 de diciembre de 1988 dict¨® sentencia en la que decret¨® la disoluci¨®n del matrimonio y acord¨® en esencia las mismas medidas que hab¨ªan sido revocadas por la Audiencia Territorial de Madrid. De nuevo fue recurrida la sentencia de divorcio, pero antes de que el tribunal de apelaci¨®n resolviera, el juez Belo acord¨® la ejecuci¨®n provisional de su sentencia.
El querellante, bajo la direcci¨®n jur¨ªdica del abogado Gustavo L¨®pez-Mu?oz, presidente de la Asociaci¨®n Pro-Jurado, considera que el juez Belo, al ejecutar la sentencia antes de que sea firme y adoptar unas medidas sobre custodia de los menores y uso de la vivienda familiar "completamente contrarias y opuestas a las fijadas de forma definitiva por la Sala Segunda de lo Civil de la Audiencia Territorial de Madrid (...) incurri¨® en prevaricaci¨®n dolosa del art¨ªculo 354 del C¨®digo Penal".
Fern¨¢ndez Cuevas recuerda que tal delito consiste en dictar "a sabiendas" sentencia o resoluci¨®n definitiva injustas en asunto no criminal y afirma que el juez Belo incurri¨® en el mismo, ya que "con pleno y absoluto conocimiento de causa y sin que existiese ning¨²n elemento valorativo nuevo que permitiese modificar racionalmente la decisi¨®n que sobre medidas ya hab¨ªa adoptado la superioridad (...), fij¨® nuevamente, casi exactamente, en su nueva sentencia, ?esta vez de divorcio!, las mismas medidas revocadas".
S¨®lo un pie en la c¨¢rcel
El abogado de Fern¨¢ndez Cuevas resalta en el escrito de la querella, de 26 folios de extensi¨®n, las enormes dificultades que existen para que prospere una querella por prevaricaci¨®n y recoge una frase que Manuel de la Plaza, antiguo director de la Escuela Judicial, dec¨ªa a sus alumnos: "El juez era un hombre con un pie en el umbral de la c¨¢rcel..., pero ocurr¨ªa que el otro no entraba dentro nunca".
A pesar de esas dificultades, el querellante Fern¨¢ndez Cuevas invoca la necesidad de que los jueces sean imparciales y por lo que se refiere al juez Belo, pide a la sala que corrija la pretensi¨®n del magistrado de hacer valer "que era ¨¦l y no la superioridad que le revoc¨® quien ten¨ªa raz¨®n en cuanto a las fundamentales medidas adoptadas respecto a los litigantes, su prole y sus bienes...".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.