Reajustes
La evidente crisis por la que pasan los llamados "pa¨ªses de socialismo real" provoca excitaciones sexuales en algunos sectores de la socialdemocracia m¨¢s blanda e incluso se abren la gabardina para acoger a los hijos pr¨®digos que a partir de 1917 eligieron el camino del error. Tal vez sea el momento de recordar que el radicalismo comunista naci¨® en parte como respuesta a graves complicidades social dem¨®cratas con el sistema, complicidades que pasaron por la votaci¨®n de los cr¨¦ditos de guerra en 1914, la colaboraci¨®n represiva durante la primera posguerra mundial, la ceguera socialista ante la irresistible ascensi¨®n del fascismo y la impotencia para hacerle frente, la supeditaci¨®n tantas veces de la gesti¨®n socialista a una redivisi¨®n del mundo seg¨²n las pautas del imperialismo m¨¢s duro.
Pero m¨¢s interesante que complacerse en el bolero (...de lo que pudo haber sido y no fue) es partir de las clarividencias que a unos y a otros ha aportado la historia para reconstruir un discurso superador basado en las constataciones del desorden actual. Ese discurso lo est¨¢n construyendo sensibilidades coincidentes del socialismo n¨®rdico, de nuevas culturas cr¨ªticas, plurales, la SPD cuando est¨¢ en la oposici¨®n (veremos lo que hace en cuanto vuelva al poder) y la lucidez con la que el PCI ha lanzado la propuesta del reformismo fuerte, respaldado por un bloque de izquierdas naturalmente internacionalista.
Hay que practicar el desarme de mitos, t¨®picos, lenguajes ret¨®ricos para llegar a un nuevo lenguaje que responda a un nuevo saber interrelacionado por un proyecto social tan posible como l¨²cido y emancipador. Jam¨¢s se conseguir¨ªa de persistir en fundamentalismos sectarios y quien m¨¢s quien menos, aqu¨ª en Espa?a todo el mundo se ha hecho su madriguera con 20 duros de ideolog¨ªa.
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