Inusual y cruel

El Tribunal Supremo de EE UU ha decidido que si un Estado quiere sentar en la silla el¨¦ctrica a un joven de 16 a?os o a un deficiente mental, la Constitucion no ser¨¢ un impedimento. La octava enmienda de la Constituci¨®n proh¨ªbe las condenas que son "crueles e inusuales". Si s¨®lo dijera cruel, los jueces podr¨ªan decidir qu¨¦ tipo de condenas consideraban humanas. Los sondeos de opini¨®n muestran que la mayor¨ªa de los norteamericanos se opone a la pena de muerte por los delitos cometidos por menores y deficientes mentales. Pero la Constituci¨®n s¨®lo habla de las condenas inusuales y no dice nada sobre las condenas impopulares. Los sondeos pueden decirnos qu¨¦ es impopular. La pr¨¢ctica legislativa nos dice lo que es inusual.La pena de muerte no es injusta, es innecesaria. ?ste es el argumento clave contra ella. La experiencia de los Estados y pa¨ªses abolicionistas demuestra claramente que es posible mantener el orden sin la amenaza y la pr¨¢ctica de la ejecuci¨®n. Uno de los objetivos de una sociedad civilizada es el mantener el orden a los niveles m¨¢s bajos posibles de violencia oficial. Se considera fuera de moda, si no racista, hablar de grandes o peque?as civilizaciones. Pero pocos norteamericanos negar¨ªan el hecho de que una sociedad que corta las manos a los ladrones es menos civilizada que una sociedad que aborda el robo con maneras menos brutales y violentas.

3 de julio