El Gobierno conf¨ªa en que la polic¨ªa espa?ola podr¨¢ perseguir 'etarras' a partir de 1991 en el sur de Francia
El Gobierno espa?ol conf¨ªa en que la polic¨ªa pueda perseguir a partir de 1991 etarras o cualquier otro tipo de delincuentes en el sur de Francia cuando hayan cometido un hecho criminal en Espa?a. As¨ª, la supresi¨®n de los controles fronterizos terrestres, prevista para ese a?o, no supondr¨¢ un beneficio para el huido. El denominado derecho de persecuci¨®n en caliente es debatido actualmente por los pa¨ªses del Acuerdo de Schengen (Francia, Rep¨²blica Federal de Alemania, B¨¦lgica, Holanda y Luxemburgo), a los que Espa?a pretende adherirse dentro de dos a?os, junto con Italia y Portugal.
De esta manera, ocho pa¨ªses comunitarios se adelantar¨ªan en otros dos a?os al resto de pa¨ªses de la CE en una de las disposiciones del Acta ¨²nica, que establece la libre circulaci¨®n de personas.El derecho de persecuci¨®n en caliente es uno de los asuntos debatidos en el Grupo de Schengen. Es, sobre todo, el problema que los delegados de los cinco pa¨ªses no pudieron acordar el pasado viernes en su ¨²ltima reuni¨®n, celebrada en Par¨ªs. La reuni¨®n de los delegados de Francia, RFA, B¨¦lgica, Holanda y Luxemburgo no alcanz¨® un consenso sobre este aspecto, al igual que sobre el trato reservado a ciudadanos de otros pa¨ªses (pol¨ªtica de visados, extranjer¨ªa y asilo), extradiciones y problemas de controles en aeropuertos.
Asimismo, la reuni¨®n de Par¨ªs ha supuesto que formalmente se retrase la puesta en marcha del punto fundamental del Acuerdo de Schengen, firmado en 1985 en la localidad luxemburguesa del mismo nombre, que supone la supresi¨®n de las fronteras terrestres entre sus respectivos pa¨ªses. En principio, el Grupo de Schengen pretend¨ªa que la apertura fronteriza fuera un hecho el 1 de enero de 1990. Sin embargo, la reuni¨®n de Par¨ªs de la semana pasada retras¨® esta fecha a 1991, sin especificar el mes en concreto.
Los problemas t¨¦cnicos del derecho de persecuci¨®n en caliente a¨²n no han sido resueltos en el seno del Grupo de Schengen. As¨ª, no se ha determinado el n¨²mero de kil¨®metros o el tiempo de estancia de un polic¨ªa en el pa¨ªs extranjero. Tambi¨¦n falta por acordar el papel reservado a los agentes del pa¨ªs donde pueda llegar el delincuente perseguido y la colaboraci¨®n entre las diferentes polic¨ªas.
En principio, el derecho de persecuci¨®n en caliente supone que, si unos delincuentes que son perseguidos por la Polic¨ªa logran abandonar el territorio donde han cometido el delito gracias a que se han suprimido precisamente los controles fronterizos-, los agentes perseguidores pueden continuar su actuaci¨®n hasta que la Policia del pa¨ªs vecino se haga cargo de la situaci¨®n.
La importancia de que el Grupo de Schengen apruebe todas las medidas previstas radica en que cualquier otro pa¨ªs que se adscriba en el futuro estar¨¢ obligado a aceptar en bloque lo acordado por Francia, RFA y el Benelux, seg¨²n se?al¨® a este peri¨®dico Rafael Pastor, secretario general para las Comunidades Europeas. De momento, Italia posee el estatuto de pa¨ªs observador, mientras que Espa?a y Portugal han hecho gestiones para integrarse en el Acuerdo.
Ingreso en Sebengen
Herminio Morales, director general de Consulares, realiz¨® recientemente, a requerimiento de la Secretar¨ªa de Estado para las Comunidades Europeas, una gira por los pa¨ªses del Acuerdo de Schengen para recabar informaci¨®n y exponer la postura favorable espa?ola a la adhesi¨®n.
Estas visitas tuvieron un car¨¢cter informal, ya que la decisi¨®n de ingreso en el grupo de Schengen a¨²n no ha sido tomado oficialmente en el seno del Gobierno espa?ol, a?aden fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores. Estas fuentes han se?alado que los pa¨ªses de Schengen aconsejaron precisamente a Morales que Espa?a retrase su petici¨®n formal de integraci¨®n hasta que se hayan aprobado todos los paquetes pendientes, entre ellos el de la persecuci¨®n policial en caliente.
No obstante, Rafael Pastor se?al¨® a este peri¨®dico la voluntad gubernamental espa?ola de ingresar en Schengen, debido a un cierto escepticismo sobre el Acta ¨²nica, que deber¨¢ entra en vigor el 1 de enero de 1993. El Acta ¨²nica establece la supresi¨®n de fronteras y la libre circulaci¨®n de personas.
Sin embargo, Rafael Pastor -uno de los hombresfuertes en el proceso integrador- mostr¨® sus dudas respecto a que, finalmente, en 1993 se pueda alcanzar todos los objetivos del Acta ¨²nica. Estas dudas se deben, seg¨²n Pastor, a la labor de ralentizaci¨®n de algunos socios comunitarios, en una clara alusi¨®n al Reino Unido, cuya posici¨®n se dej¨® sentir en la pasada cumbre de la CE, celebrada en Madrid y que di¨® por finalizada la Presidencia espa?ola.
De ah¨ª, seg¨²n Pastor, la importancia del Acuerdo de Schengen, que adem¨¢s de adelantar esa fecha a 1991, supone que "puede haber un n¨²cleo de ocho pa¨ªses [los cinco que ya se han integrado, m¨¢s Espa?a, Italia y Portugal] que tengan pr¨®ximamente libertad de circulaci¨®n". "Esto, adem¨¢s, supondr¨ªa un ejemplo para los otros pa¨ªses [Reino Unido, Irlanda, Grecia y Dinamarca]", a?adi¨®.
'Dos velocidades'
El secretario general para las Comunidades Europeas es consciente de que este planteamiento llevado al extremo supondr¨ªa la Europa de las dos velocidades, pero en su opini¨®n "es mejor que haya dos velocidades a que siga habiendo fronteras". Rafael Pastor a?ade: "Europa necesita una se?a de identidad y ¨¦sta puede ser la inexistencia de fronteras".
Fuentes del Ministerio del Interior, departamento dirigido por Jos¨¦ Luis Corcuera, se?alaron que "todo aquello relacionado con la contemplaci¨®n del delito comunitario" es positivo para la supresi¨®n fronteriza. En la ¨²ltima reuni¨®n del Grupo de Trevi, la delegaci¨®n espa?ola plante¨® el delito comunitario, aunque otros pa¨ªses mostraron sus reticencias.
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