Espa?a y Portugal

En EL PA?S de 5 de julio de 1989, se queja Eurico de Andrade, y con raz¨®n, de las barbaridades que algunos comentaristas hispanos, entre ellos C¨¦sar Hern¨¢ndez en EL PA?S de 11 de junio de 1989, vierten escribiendo sobre el vecino pa¨ªs. Me solidarizo plenamente con los portugueses cuando estos insultos se profieren en su contra. Los portugueses, es cierto, derrochan una inmensa amabilidad y una correcta y humana hospitalidad. Pero en un momento determinado de su discurso, Eurico de Andrade opta por recurrir a la misma estrategia que la que su denostado comentarista utiliza: insultar a los espa?oles. Querido amigo, Espa?a y los espa?oles no somos, como usted cuenta, todos belicosos, crueles, b¨¢rbaros, etc¨¦tera, ni tampoco los portugueses hab¨¦is sido siempre pac¨ªficos, encantadores y bondadosos. Ya desde comienzos del siglo XVI participabais en terribles razias de esclavos en ?frica, donde colaborabais con los espa?oles en tan augusta misi¨®n. Sostuvisteis un colonialismo en ?frica y Asia durante siglos, troc¨¢ndose en las d¨¦cadas ¨²ltimas en una guerra colonial cruel e in¨²til. ?Qu¨¦ me dice usted de la dictadura salazarista y de la PIDE? Tambi¨¦n los espa?oles tenemos un fray Bartolom¨¦ de las Casas que compensa las crueldades ciertas de Pizarro y otros asaltadores sin escr¨²pulos. No todos los espa?oles, quiz¨¢ muchos m¨¢s de los que se piensa, adoramos la llamada fiesta nacional, que ser¨¢ nacional para ellos, para los que disfrutan con esas barbaridades. Descubra usted Espa?a, se?or Eurico de Andrade, yo le invito a ello. Ver¨¢ usted con alegr¨ªa que somos muchos m¨¢s los que sin afectaciones queremos a Portugal, sus gentes y su cultura.-