Lleg¨® la improvisaci¨®n

La 24? edici¨®n del Festival de Jazz de San Sebasti¨¢n ha pasado el ecuador al tiempo que descubre sus cartas: m¨²sica improvisada para un p¨²blico especializado y entendido en la plaza de la Trinidad y ganchos comerciales para una audiencia juvenil en el vel¨®dromo de Anoeta. En el segundo d¨ªa del certamen, casi se llenaron los dos recintos. Art¨ªsticamente, la improvisaci¨®n, esencia del jazz, gan¨® de sobras.Naturalidad

Michael Franks y Yellowjackewts se encargaron en la plaza de la Trinidad de elevar el nivel del festival. Franks es un crooner de los noventa, acompa?ado por seis m¨²sicos que para s¨ª quisiera el mism¨ªsimo Sinatra. Chuck Loeb (guitarra), Mark Egan (bajo) y Manolo Badrena (percusi¨®n), por citar s¨®lo a los tres m¨¢s conocidos, dieron una lecci¨®n de c¨®mo matizar, jugar con los planos sonoros y acompa?ar improvisando con naturalidad, inspiraci¨®n y fuerza. Michael Franks canta con el aliento, tiene swing, es muy elegante y sus composiciones muestran un dominio de la armon¨ªa poco habitual en m¨²sicos que juegan entre el pop y el jazz. Yellowiackewts fue la aut¨¦ntica revelaci¨®n de la jornada. Rusel Ferrante (teclados), Jimmy Haslip (bajo), Marc Russo (saxo) y Will Kennedy (bater¨ªa) forman un grupo compacto que a partir de la herencia de Weather Report han elegido el camino de la improvisaci¨®n en lugar de intentar captar al p¨²blico aficionado a lo obvio. La calidad musical del cuarteto, en el que hay que destacar a Russo y Kennedy, le permite alcanzar momentos brillantes de tensi¨®n, junto al lirismo representado en el homenaje que Haslip dedic¨® al bajista Jaco Pastorious, en una magn¨ªfica actuaci¨®n.

Por la noche, en el vel¨®dromo de Anoeta actuaron Desmond Dekker y Johnny Clegg. Ante un p¨²blico t¨ªpico de conciertos pop, Dekker lleg¨® procedente de Jamaica y confundi¨® San Sebasti¨¢n con Las Vegas. Gesticulante, vulgar y superficial, encandil¨® a los espectadores con su reggae en una actuaci¨®n decepcionante que cerr¨® con Israelites, la canci¨®n que le hizo popular hace 21 a?os.

Johnny Clegg era un desconocido hasta hace poco m¨¢s de un a?os. Desde entonces ha realizado tres giras por Espa?a y era su segunda actuaci¨®n en San Sebasti¨¢n. Mantiene invariable su espect¨¢culo y, como siempre, gust¨® por la envidiable energ¨ªa que desarrolla, especialmente a quienes lo descubren con sorpresa por primera vez. Su pop con influencias africanas nada ten¨ªa que ver con el jazz, como la m¨²sica de Desmond Dekker. Pero ¨¦sa es otra historia.