Diario de Warhol
En Estados Unidos es actualmente un best seller el diario ¨ªntimo de Andy Warhol referido a los ¨²ltimos 11 a?os de su vida. A partir de sus vitri¨®licas confidencias sobre la conducta y vicios de algunos personajes c¨¦lebres, ciertos comentaristas llaman al libro los diarios sat¨¢nicos, previniendo las enardecidas reacciones de los aludidos. Describiendo a Elizabeth Taylor la llama "la mu?eca gorda" y le atribuye un consumo de LSD que calcula en un mill¨®n de dosis. Tambi¨¦n sobre la adicci¨®n a las drogas atribuye a Martin Scorsese problemas con la coca¨ªna, y a Liza Minelli la toxicoman¨ªa en todas las variedades. De Sof¨ªa Loren destaca, sin embargo, sus negativas a mantener relaciones sexuales con productores que pudieron promocionarla m¨¢s directamente. Por otro lado, tras una minuciosa descripci¨®n de desagradables olores corporales de personas conocidas, consigna la insatisfactoria relaci¨®n amorosa entre Mick y Bianca Jagger, debido, seg¨²n dice Warhol que confesaba Bianca, a su creciente incapacidad para soportar los atributos corporales de aqu¨¦l.
San Pedro africano
Sobre un gran descampado de Costa de Marfil, en Yamous soukuro, la capital administrativa de la naci¨®n, se est¨¢ levantando el mayor templo de la cristiandad, una r¨¦plica casi completa de la bas¨ªlica romana de San Pedro y unos 30 metros m¨¢s alta. Su construcci¨®n responde al deseo personal del presidente F¨¦lix Houphouet Boigny y de su hermana, quienes han respondido a las cr¨ªticas de despilfarro en un pa¨ªs poblado de hambrientos (650 d¨®lares anuales de renta per c¨¢pita) alegando que desde el solar hasta la ¨²ltima piedra han sido costeados con sus fortunas privadas. El presupuesto rebasar¨¢, cuando las obras concluyan en el pr¨®ximo mes de septiembre, despu¨¦s de tres a?os de trabajos acelerados (ya que Houphouet -83 a?os- quer¨ªa verla culminada en vida), los 24.000 millones de pesetas.Ante sus detractores, el presidente justifica la magnificencia de esta obra como una forma de afirmar la cristiandad de un mill¨®n de conciudadanos (entre un censo de 10 millones) y de los 73 millones de cat¨®licos africanos. En su proyecto, la iglesia, bautizada con el nombre de bas¨ªlica de Nuestra Se?ora de la Paz, estar¨ªa llamada a convertirse en el gran centro de peregrinaje continental, contrarrestando los fervores del Islam y otras devociones aut¨®ctonas.
Aunque el aforo del recinto cubierto tiene una capacidad de unos 2.000 feligreses menos que San Pedro, en la plaza columnada que lo precede (rodeada de 128 espesas columnas de estilo d¨®rico, al modo de la columnata de Bernini) podr¨¢n reunirse no menos de 300.000 peregrinos. Pero otra diferencia importante con San Pedro es que la futura Nuetra Se?ora de la Paz no contar¨¢ con ninguna estatua, ni pintura, ni tapiz o tabla alusiva al santoral. En su lugar, el arquitecto local Pierre Fakhoury, 45 a?os, ha dise?ado 60 columnas interiores que configuran espacios para 36 inmensas vidrieras esmaltadas, a modo de capillas. Tambi¨¦n el lugardispone de aire acondicionado. ?La opini¨®n de Juan Pablo II? En abril concedi¨® una audiencia a Houphouet-Boigny, quien le present¨® la obra no s¨®lo como un regalo para los cristianos de ?frica, sino para el Vaticano mismo, al que la arquitectura rinde homenaje. Los responsables vaticanos han desestimado la idea de hacerse cargo de los costes de mantenimiento (unos 190 millones de pesetas anuales), seg¨²n pretend¨ªa el mandatario costamarfile?o y se han ofrecido tan s¨®lo a supervisar la creaci¨®n de un fondo internacional de ayuda. Por su lado, el Papa, que seg¨²n versiones de Time estima desproporcionada la inversi¨®n, ha declinado la invitaci¨®n para vez augurar las obras. Atentos a su posible llegada, sin embargo, los por el momento malogrados anfitriones han dispuesto la construcci¨®n de una residencia especial con piscina, 20 habitaciones para uso papal y otras 40 para acomodo del s¨¦quito.
Rascacielos
Coincidiendo con la inauguraci¨®n del Gran Arco de la D¨¦fense en Par¨ªs, de Peter Jorgensen y Erik Reiteel, una nueva generaci¨®n de rascacielos, entre. las postrimer¨ªas del posmodernismo y la high-tech, est¨¢ corrigiendo el perfil de ciudades como Francfort, Hong Kong y Nueva York. El ¨²ltimo n¨²mero de Arquitectura Viva da cuenta de la terminaci¨®n de las cuatro fastuosas torres de oficinas dise?adas por C¨¦sar Pelli al sur de Manhattan que alteran la ya habitual visi¨®n gemela del Trade World Center. Por su parte, en Europa, la Feria de Francfort cuenta con un reciente edificio de O. M. Ungers en el que se representa una gran puerta de 15 pisos encaramada a un basamento de seis plantas, que a la vez corona con una puerta central con muro acristalado, constituyendo en la amalgama arquitect¨®nica de la ciudad un punto de poderosa referencia. En el otro extremo, sobre el Pac¨ªfico, Ieoh Ming Pei, responsable de la reciente reforma del Louvre y de sus controvertidas pir¨¢mides de vidrio, levanta desde hace cuatro a?os lo que ser¨¢ en 1997 la sede del Banco de China. Despu¨¦s de la espectacular obra de Norman Foster, que ha hecho divulgar por todo el mundo las caracter¨ªsticas del Hong Kong and Shangay Bank, el desaf¨ªo lo recogen otros protagonistas de la banca. Seg¨²n expertos en las construcciones high tech, el edificio de Pei es tecnol¨®gicamente m¨¢s coherente que el de Foster y sin duda tambi¨¦n m¨¢s osado, con una compleja triangulaci¨®n estructural ascendiendo al modo de un ejercicio en cristal reflectante y acero.
Retorno de las joyas
Tras m¨¢s de 10 a?os de imponerse el estilo pobrerista en los aderezos, consecuencia de la ¨¦poca de contestaci¨®n pol¨ªtica y el desenfado, regresa la moda de las joyas: el oro en todos sus tonos, especialmente el amarillo; el aborrecido platino; la joya a todas horas, con vestido de tarde, de noche o con biquini. Joyas aut¨¦nticas. La oleada procede de la clase alta internacional, obviamente, que est¨¢ pagando precios desorbitados en las subastas internacionales de joyas en Londres, Ginebra o Nueva York.Seg¨²n Panorama, las cotizaciones de 1988 y 1989 han batido todos los r¨¦cords para piezas del siglo XVIII y del XIX en Londres, pero tambi¨¦n en otras sesiones de Sotheby's y Christie's celebradas en Ginebra los ejemplares contempor¨¢neos han alcanzado precios holgadamente superiores a los estimados.
Despu¨¦s del gran boom del art dec¨®, que ha sido hasta ahora muy apreciado por sus l¨ªneas geom¨¦tricas y por sus firmas Cartier, Van Cleef & Arpels o Boucheron, la preferencia se dirige hacia los modelos de los a?os cuarenta, de aire hollywoodiano, y sobre todo a las piezas de los cincuenta, frecuentemente en oro rosa o amarillo, con profusi¨®n de curvas y motivos naturalistas. Creaciones todas ellas que se aven¨ªan con el look propuesto por Christian Dior.
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