Final feliz para Dimitra y Andreas
Partidarios de Papandreu 'arrasan' la iglesia de Atenas en la que se cas¨®
No fue, despu¨¦s de todo, una boda sin besos, como ir¨®nicamente la defin¨ªa ayer el peri¨®dico derechista La Tarde. Los contrayentes -el ex primer ministro socialista griego Andreas Papandreu, de 70 a?os de edad, y la antigua azafata Dimitra Liani, de 35- se mostraron sobrios, pero no es probable que se debiese, como apuntaba el diario, al temor de la novia a que el novio le pasara alg¨²n microbio.
En realidad, Dimitra estuvo muy cari?osa, todo el rato cogida de su mano y preocup¨¢ndose por secar la frente a su Andreas. Hac¨ªa un calor muy propio de la estaci¨®n dentro de la capilla, pese a los dos potentes ventiladores instalados a ambos lados del altar.En general, la Prensa griega ha tratado bien el acontecimiento sin ensa?arse demasiado en el hecho de que el reci¨¦n casado deber¨¢ comparecer la semana pr¨®xima, junto con algunos de los que fueron sus minitros en el derrotado Gobierno del partido socialista griego (PASOK), ante la comisi¨®n investigadora que decidir¨¢ si debe ser juzgado o no por su presunta relaci¨®n con varios esc¨¢ndalos econ¨®micos ocurridos durante su gesti¨®n de Gobierno. Ayer mismo, el Parlamento acord¨® crear una comisi¨®n que estudie todas las compras de armas y los eventuales sobornos relacionados con las mismas desde 1974. Los socialistas llegaron al poder en 1981.
Al oficiante, Cristoforos, que estuvo auxiliado por otros dos popes, le habr¨¢ hecho poca gracia el estado en que qued¨® la iglesia de Nuestra Se?ora de la Libertad, en el barrio residencial ateniense de Politia. El peque?o interior que hab¨ªa sido testigo de la uni¨®n de la pareja sufri¨®, en cuanto los novios se marcharon camino del banquete, un verdadero asalto a cargo de los cientos de fans que se arracimaban a la puerta y en los alrededores.
Su deseo de obtener alg¨²n recuerdo de la ceremonia les llev¨® a arrasar con los cirios, los ramos de rosas blancas y puede que hasta alguna que otra astilla de banco. Buscaban como locos, sobre todo, las bolsas de tul y los canastitos con peladillas que se reparten en estos casos.
El celo de una madre
Poco antes hab¨ªa tenido lugar, seg¨²n relata el diario Ethnos, peque?o enfrentamiento entre Dona Polixenia, la madre de la novia, que por lo visto es de armas tomar, y un militante del PASOK. Fue cuando, al ser felicitada, ella respondi¨®, como muy compungida: "Hemos hecho el sacrificio de entregar a nuestra peque?a" (por tercera vez, dicho sea de paso). Un seguidor de Papandreu le replic¨®: "Yo me habr¨ªa casado con Andreas aunque hubiera sido manco o cojo".
Los peri¨®dicos tambi¨¦n destacan la elegancia del traje de novia que, finalmente, no fue rojo sino blanco -de rojo iba la ex ministra de Cultura, Melina Mercouri-, o mejor dicho, color marfil, en raso de seda bastante escotado y drapeado en el talle, con falda corta, de amplio vuelo, con una chaquetilla corta de encaje. Dicen que Dimitra iba poco maquillada, y una se pregunta c¨®mo se debe pintar cuando se emplee a fondo. En fin, cuesti¨®n de gustos. El caso es que estaba guapa, toda una mujerona comparada con la fragilidad posenfermedad que exhibe Papandreu, de quien s¨®lo hace un par de d¨ªas se dijo que "ya no tiene encharcamiento en los pulinones".
El banquete que sigui¨® a la boda se celebr¨® en el barrio de Ekali, donde Papandreu disfruta de la villa que le dej¨® un amigo naviero cuando se separ¨® de su anterior esposa, Margarita, en junio pasado.
Al banquete -del que s¨®lo se sabe que hubo tarta y champaha- asistieron muy pocos ¨ªntmos, como Vula Turlamusi-Cotapulis, amiga de la infancia de Dimitra y madrina de la boda, dos primos de la novia, llamados los dos Georgios Liani, el ex ministro del Interior Akis Tsojachopulos, el ex titular de Exteriores Karolos Papulias y la secretaria del novio, El ¨¢ngel de Papandreu, Angela Cocola, quien, por cierto, se pas¨® la ceremonia llorando.
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