El fatalismo sonriente de Laurie
Quiz¨¢ lo peor que le pudo ocurrir a Laurie fuese que el Real Madrid se fijara en ¨¦l; quiz¨¢ no. Lo cierto es que ¨¦l mismo, aun sonriente siempre, estaba sometido en los ¨²ltimos a?os a un inequ¨ªvoco fatalismo. Parec¨ªa como si se sintiera incapaz de luchar contra el destino, como si se hubiera rendido a la frustraci¨®n de no haber llegado a ser nunca tanto como podr¨ªa haber sido, a la evidencia de que su imagen futbol¨ªstica se considerase de cristal y su sentido del profesionalismo se discutiera por lo que ¨¦l llamaba su "buen gusto" por las mujeres y su afici¨®n al baile.Quiz¨¢ para Laurie todo habr¨ªa sido distinto si el Madrid no se hubiese decidido a invertir en ¨¦l m¨¢s de lo que hab¨ªa invertido en cualquier otro, 190 millones de pesetas de las de 1979; quiz¨¢ no. Pero al club blanco no le pod¨ªa pasar inadvertido un detalle tan significativo como el de que hubiera sido, como sub 2 1, el primer internacional ingl¨¦s negro. Su perfecto dominio del bal¨®n, su velocidad y su disparo promet¨ªan convertirle en uno de los mejores extremos del mundo. Tan era as¨ª que el yugoslavo Vujadin Boskov, el entrenador madridista, acaso estuviese m¨¢s enamorado de ¨¦l que aquella hermosa rubia, Nicky, que se trajo colgada del brazo y que, tiempo despu¨¦s, le abandon¨® sin que se supiera con certeza si apropi¨¢ndose de parte de su dinero.
Pero Laurie fich¨® por el Madrid. Y, en el segundo partido de la Liga, parad¨®jicamente en Vallecas y contra el Rayo, sufri¨® su primera lesi¨®n. Despu¨¦s vinieron m¨¢s, muchas m¨¢s, propiciadas por toscos defensas soliviantados por sus filigranas. Su rotura del dedo gordo del pie derecho le marc¨®. Reci¨¦n operado, fue a una discoteca. ?Bail¨® o s¨®lo escuch¨® la m¨²sica? La multa del Madrid habr¨ªa sido lo de menos. Lo de m¨¢s fue que su articulaci¨®n no qued¨® en las debidas condiciones y su contencioso con el doctor L¨®pez Quiles se enquist¨®. Luego, su adi¨®s al Bernab¨¦u en 1983, el declive y el fatalismo, incluido el asesinato de su hermana por un delincuente.
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