Una expropiaci¨®n encubierta
El autor responde a las consideraciones del embajador del Reino Unido en Espa?a afirmando, entre otras cosas, que la esencia de la Merchant Shipping Act es la toma del control por parte de los accionistas brit¨¢nicos, como paso previo para acceder al primer mercado europeo de las especies que captura esa flota.
Con relaci¨®n al art¨ªculo aparecido en el diario EL PA?S, el pasado d¨ªa 12 de julio, firmado por el embajador del Reino Unido en Espa?a, Nicholas Gordon Lennox, quisiera exponer unas reflexiones sobre el mismo. El se?or Gordon afirma, entre otras cosas, que el problema de aplicaci¨®n de la Merchant Shipping Act es un problema europeo, y no, como yo afirmaba en ese mismo diario, el d¨ªa 6 de julio, entre el Reino Unido y Espa?a.La Merchant Shipping Act establece que para que un buque de pesca brit¨¢nico, en la actualidad, pueda ser incluido en el Registro brit¨¢nico como tal, y por lo mismo tenga derecho a faenar en sus aguas o comunitarias, tiene que ser propiedad de una persona f¨ªsica o jur¨ªdica cualificada. Entendiendo por cualificada, en el caso de personas jur¨ªdicas, a aquellas cuyo porcentaje de secciones sean propiedad, en un 75% del total, de ciudadados brit¨¢nicos residentes en Gran Breta?a. La casi totalidad de las empresas pesqueras brit¨¢nicas que faenan en las costas irlandesas se caracterizan porque la mayor¨ªa de sus acciones -un promedio del 82%- pertenecen a ciudadanos espa?oles, siendo el resto de las mismas propiedades de ciudadanos brit¨¢nicos.
?Por qu¨¦ se ha producido esta inversi¨®n espa?ola en esas empresas pesqueras? Por dos razones. Porque el Reino Unido, bas¨¢ndose en el principio de estabilidad relativa -establecido en la CE poco antes de la entrada de Espa?a en la misma-, se ha asignado unos cupos de pesca de 6.200 toneladas de merluza, en las costas irlandesas, a pesar de que la flota pesquera brit¨¢nica, hist¨®ricamente, nunca ha pescado en esas aguas; y porque la legislaci¨®n brit¨¢nica no establece un porcentaje de participaci¨®n de capital nacional, en las inversiones extranjeras.
Estamos, pues, ante una inversi¨®n de capital espa?ol en la constituci¨®n de empresas pesqueras brit¨¢nicas perfectamente legal y acorde con las exigencias de la legislaci¨®n del Reino Unido en material de inversiones. Y esta inversi¨®n ha sido planteada bajo dos aspectos: para aprovechar las cuotas de pesca de merluza en las costas irlandesas, ya que las empresas pesqueras brit¨¢nicas no lo hac¨ªan; y para poder exportar esas capturas, preferentemente, al mercado espa?ol.
As¨ª pues, la Merchant Shipping Act significa el hecho de obligar a los inversores espa?oles a que transfieran, por venta o cesi¨®n, el 75% de sus acciones a otros socios brit¨¢nicos residentes en el Reino Unido. Y esto lo que significa es el inducir un control mayoritario sobre estas sociedades por parte de unos determinados socios. En este aspecto puede hablarse de una expropiaci¨®n indirecta de unas inversiones espa?olas realizadas de acuerdo a la legislaci¨®n del Reino Unido, en el sector pesquero brit¨¢nico. Pero esta expropiaci¨®n es a su vez discriminatoria y selectiva. Discriminatoria por cuanto act¨²a con car¨¢cter retroactivo sobre unas inversiones hechas de cuerdo con la ley (el problema j ur¨ªdico que se plantea en este caso sobre sucesivas trasmisiones de acciones, desde el a?o 1976 es grande). Y selectiva porque se aplica sobre unos determinados accionistas en atenci¨®n a su nacionalidad, adem¨¢s de centrarse en un sector concreto: la pesca.
Primer mercado europeo
Si no se aplica actualmente este criterio a las inversiones en otros sectores industriales, ?por qu¨¦ se produce en ¨¦ste? La raz¨®n es inmediata. Espa?a es el primer mercado europeo de pesca de las especies capturadas por esa flota brit¨¢nica, y la pugna por el control sobre el acceso a ese mercado es evidente. As¨ª pues, la esencia de la Merchant Shipping Act es ¨¦sta: pasar a tener un control por parte de los accionistas brit¨¢nicos residentes, frente a los accionistas espa?oles, como paso previo para acceder al mercado espa?ol desde una posici¨®n m¨¢s ventajosa. Pero este control mayoritario de, las acciones se produce a expensas de los inversores espa?oles.
El problema es, pues, entre inversores y ciudadanos espa?oles y el Gobierno brit¨¢nico. Parece, pues, obvio que Espa?a se plantee una defensa de los intereses de estos inversores espa?oles frente al Reino Unido. Y esto por la raz¨®n de que el problema afecta a 85 barcos, y esta cantidad adquiere una dimensi¨®n econ¨®mica y social importante.
Por otra parte, la afirmaci¨®n de que las inversiones espa?olas en ej. sector pesquero brit¨¢nico se plantean como inversiones que van de un pa¨ªs a otro buscando cuotas de pesca para poder faenar -quota hopping-, no parece ser muy real. Y no lo parece por cuanto los ¨²nicos caladeros donde los barcos espa?oles, hist¨®ricamente, han faenado son los de la costa irlandesa y zona francesa. Y esto debido a que a la flota espa?ola s¨®lo le interesan tres especies: merluza, gallo y rape, y esos bancos de pesca se localizan en esas zonas. As¨ª pues, las inversiones espa?olas para aprovechar esas cuotas s¨®lo podr¨ªan ir destinadas a crear empresas en el Reino Unido o Francia, y la legislaci¨®n francesa no permite la mayor¨ªa de las acciones en manos extranjeras.
Tampoco puede afirmarse que este problema de inversiones pesqueras se produce en otros pa¨ªses europeos, puesto que aun siendo cierto en alg¨²n caso, como Dinamarca, el n¨²mero reducido de barcos que faenan hace que carezca de significaci¨®n econ¨®mica y social.
Entonces, si este argumento no parece real, ?por qu¨¦ se produce? La respuesta es sencilla: se est¨¢ ideologizando el problema.
Si cuando se produjo el ingreso de Espa?a en la CE se le asignaron a Espa?a unos porcentajes de capturas sobre los TAC -total capturas admitidas- con relaci¨®n a las capturas reales de las diversas flotas pesqueras, y con relaci¨®n al principio de estabilidad relativa (principio pol¨ªtico y no t¨¦cnico, ya que sus cuotas se basan finalmente en TAC tambi¨¦n pol¨ªticos y no cient¨ªficos), el Reino Unido no tendr¨ªa 6.200 toneladas de merluza en las costas irlandesas y Francia 17.430 toneladas de merluza en la zona 7 -donde s¨®lo pesca 1.200 toneladas-, y los inversores espa?oles no crear¨ªan empresas pesqueras en el Reino Unido.
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