Bush convoca al Consejo de Seguridad Nacional ante la crisis

El presidente norteamericano, George Bush, convoc¨® anoche a sus m¨¢ximos asesores de seguridad nacional para discutir la reacci¨®n de Washington ante la primera crisis de pol¨ªtica exterior a la que se enfrenta su Administraci¨®n como consecuencia de la ejecuci¨®n del teniente coronel William Higgins en el L¨ªbano. Por su parte, varios congresistas han pedido que se solicite a Israel la inmediata extradici¨®n del jeque Abdel Karim Obeid para que sea juzgado en Estados Unidos. Bush, que se encontraba camino de Chicago para pronunciar el discurso inaugural de la conferencia anual de gobernadores cuando la noticia del asesinato de Higgins salt¨® a los medios de comunicaci¨®n, anunci¨® la cancelaci¨®n de una gira pol¨ªtica de dos d¨ªas a Nevada y Oklahoma para regresar a Washington y presidir una reuni¨®n de urgencia del Consejo de Seguridad Nacional.

Poco despu¨¦s de las ocho de la noche (hora espa?ola), un Bush visiblemente contrariado llegaba en el Air Force One a la base a¨¦rea de Andrews para desde all¨ª trasladarse en helic¨®ptero a la Casa Blanca, donde sus m¨¢ximos asesores de segur? dad nacional estaban convocados para las 11.30 de la noche (hora espa?ola). A la hora de transmitir esta informaci¨®n (m¨¢s de la una de la madrugada de hoy), el alto organismo segu¨ªa reunido. Son miembros natos del mismo el asesor especialpara asuntos de seguridad del presidente, general Brent Scowcroft, el jefe del Estado Mayor Conjunto, almirante William Crowe, el director de la Agencia Central de Inteligencia, William Webster, y los secretarios de Defensa, Richard Chenney, y de Estado, James Baker.

En una breve declaraci¨®n al descender del avi¨®n presidencial, Bush manifest¨® que no encontraba palabras "para expresar mi indignaci¨®n" por la ejecuci¨®n de Higgings, un hecho, dijo, que "ha sacudido en lo m¨¢s ¨ªntimo la conciencia del pueblo americano". El presidente nortamericano habl¨® por tel¨¦fono desde el Air Force One con el secretario general de las Naciones Unidas, Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar, quien en una declaraci¨®n enNueva York dijo estar "m¨¢s indignado que el pueblo americano porque Higgings vest¨ªa el uniforme de la ONU", y con la mujer del teniente coronel asesinado, Robin, a su vez comandante en el cuerpo de marines. La se?ora Higgings, a trav¨¦s de su abogado, manifest¨® que la mala calidad del v¨ªdeo le imped¨ªa confirmar definitivamente que la persona mostrada en la cinta era su marido.

La tr¨¢gica muerte de Higgins le plantea a Bush un dificil dilema: c¨®mo responder al clamor nacional a favor de una acci¨®n dr¨¢stica de represalia provocado por la ejecuci¨®n de Higgins sin poner en peligro la vida de los otros ocho rehenes norteamericanos en manos de las milicias proiran¨ªes en el L¨ªbano.