Tras el ¨¦xito inmediato
Los autores desconf¨ªan de la fama surgida de un d¨ªa para otro y la consideran un efecto ¨®ptico
No les ha sucedido lo que a Truman Capote, que dijo haber perdido el 80% de sus amigos. Y es que el ¨¦xito "no existe en una galaxia cultural tan peque?a como la nuestra", seg¨²n el novelista Jes¨²s Ferrero. Amalia Iglesias no cree que un premio de poes¨ªa como el Adonais pueda otorgar la fama, y el joven dramaturgo Sergi Belbel opina que su moda se debe a que por casualidad los teatros p¨²blicos apostaron por ¨¦l. Para el novelista Mu?oz Molina, la sensaci¨®n de hacerse famoso de la noche a la ma?ana es un efecto ¨®ptico, que parece real en el caso de los grupos de pop.
Antonio Mufloz Molina, de 33 a?os, dice escribir "a pesar del reconocimiento", y suscribe la frase de Wilde: "Ser famoso es ser conocido por personas a las que uno no tiene el menor inter¨¦s en conocer". Mu?oz Molina recibi¨® el a?o pasado dos de los premios mas prestigiosos, el Nacional de Literatura y el de la Cr¨ªtica, por su novela El invierno en Lisboa. No tuvo ninguna sensaci¨®n de haber alcanzado el ¨¦xito, sino de haber trabajado mucho, pues antes de obra hab¨ªa publicado otras tres, una de m¨¢s de 300 p¨¢ginas. Mu?oz Molina cuenta una vieja historia, la de una animada reuni¨®n literaria en una casa de Oxford. Y en el piso de arriba un ni?o, bajo una manta y con una linterna, leyendo La isla del tesoro. "La literatura est¨¢ ah¨ª, no en el piso de abajo dice. "Tiene que ver con alguien que escribe), alguien que lee; lo que se forma alrededor es simplemente un ruido, que puede ser propicio o no".
Amalia Iglesias, de 27 a?os, trabaja en Diario 16. La fama, aunque ella. sospeche que el Premio Adonais que recibi¨® a los 22 a?os por Un lugar para el fuego dista inucho de acercarse a las may¨²sculas que se le suponen a dicho t¨¦rmino, no logr¨® afectarla. S¨®lo not¨® sus efectos en la facultad, cuando vio con nitidez que para muchos de sus compa?eros exist¨ªa un antes y un despu¨¦s del Adonais. Entonces empez¨® a faltar a clase. "Yo segu¨ª siendo la misma, y el ¨²nico cambio que not¨¦ fue el del momento, el susto. Result¨® bastante inc¨®moda la sensaci¨®n de no pasar desapercibida. La consecuencia es que me cerr¨¦ bastante, en el sentido de publicar lo menos posible y de exigirme m¨¢s. He tardado cuatro a?os en volver a sacar algo, el Memorial de Amauta, que acaba de aparecer".
Jes¨²s Ferrero, cuya aparici¨®n. con Belver Yin result¨® espectacular, opina que "en una galaxia cultural tan peque?ita como la nuestra el ¨¦xito no existe". Desmiente que la aparici¨®n de su primer libro fuese un acontecimiento: "El primer a?o, en 1982, Belver Yin vendi¨® 10.000 ejemplares, y no puedo pensar que eso sea un ¨¦xito; sin embargo, Lady Pepa vendi¨® 50.000. En Espa?a se est¨¢n equivocando las cosas, y se mide el ¨¦xito por lo que dicen los rotativos".
El primer libro de Ferrero obtuvo algunas buenas cr¨ªticas que, unidas al boca a boca, empezaron a crear una lista de adeptos, muchos de los cuales se han convertido en incondicionales del escritor. "Cuando sali¨® Belver Yin yo estaba en Par¨ªs, y desconoc¨ªa bastante la cultura espa?ola y los medios literarios. Me llegaban todas las cr¨ªticas, y algunas fueron infames, humillantes, las m¨¢s insultantes de mi carrera; aparec¨ªan en peri¨®dicos de provincias o en revistas literarias, pero te las enviaban a casa".
Todo esto le lleva a decir a Jes¨²s Ferrero que est¨¢ curado de espantos. "Trato de colocarme donde estoy y donde est¨¢n mis novelas". Le compensa m¨¢s de lo que le pueda estar pasando en Espa?a, el hecho de enterarse de que en Buenos Aires o Santiago de Chile tiene lectores fieles. Fidelidad parece que es una palabra mayor para Ferrero. Sus incondicionales tendr¨¢n nueva novela en diciembre o enero.
En el teatro es muy dificil hablar de ¨¦xito, opina Sergi Belbel, de 26 a?os, en cuyo caso se podr¨ªa decir que se hizo famoso de un mes para otro, pues fue entre enero y febrero pasados cuando se representaron en Barcelona tres de sus obras: Elsa Schneider, En compa?¨ªa de abismo y ?pera. Los teatros institucionales apostaron por ¨¦l, explica, y a?ade que se trat¨® de una casualidad que dud¨® si aprovechar o no. Ahora, el balance le parece bueno: "Las cr¨ªticas recibidas b¨¢sicamente valoraron de forma positiva mis obras, aunque en algunos casos me han achacado una falta de madurez que asumo".
Donde s¨ª se definen bastante bien los efectos del ¨¦xito inmediato es en uno de los mayores negocios de la industria del entretenimiento: la m¨²sica pop. El grupo Los Ronaldos actuaba hasta hace dos a?os en las fiestas de los colegios mayores. A partir de la salida, el a?o pasado, de su primer elep¨¦, que cont¨® con escaso apoyo de su discogr¨¢fica y que sin embargo vendi¨® m¨¢s de 50.000 ejemplares, se han convertido en ¨ªdolos de masas juveniles.
Otro grupo, El ?ltimo de la Fila, vendi¨® el a?o pasado 300.000 ejemplares de su disco Como la cabeza al sombrero. Quimi Portet, uno de los dos componentes, con una larga trayectoria musical, dijo recientemente: "No estamos resentidos con nadie, pero los que antes se negaban a recibirnos en sus despachos ahora nos adulan, y sabemos que si las cosas van mal pasado ma?ana, volver¨¢n a ignorarnos. En el negocio de la m¨²sica hay mucha gente que s¨®lo piensa en ganar dinero r¨¢pido y f¨¢cil; por lo que a nosotros respecta, s¨®lo pensamos en escribir canciones bonitas y poder cant¨¢rselas a alguien".
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