La Casa Blanca se resiste a admitir el fin de la "contra"

Estados Unidos trat¨® ayer de poner buena cara al mal tiempo tras el acuerdo alcanzado en la localidad hondure?a de Tela por los cinco presidentes centroamericanos sobre la desmovilizaci¨®n de la contra, una medida a la que la Administraci¨®n de Bush se opone decididamente, al menos de cara a la galer¨ªa. La Casa Blanca puso ¨¦nfasis en ligar la desmovilizaci¨®n a un di¨¢logo directo entre los antisandistas y Managua. Los l¨ªderes de la contra, por su parte, mostraron ayer su desilusi¨®n por el acuerdo y advirtieron que continuar¨¢n luchando con las armas hasta conseguir la plena democratizaci¨®n de Nicaragua.

El portavoz de la Casa Blanca, Marlin Fitzwater, expres¨® la concurrencia de Estados Unidos con los presidentes centroamericanos "en tanto en cuanto las acciones que afecten a la resistencia (los antiguos luchadores de la libertad de los tiempos de Ronald Reagan) deben ser aceptadas voluntariamente por ¨¦sta y que su regreso a Nicaragua debe basarse en el establecimiento de condiciones seguras y democr¨¢ticas".Para Fitzwater, los elementos esenciales del acuerdo de Tela son la voluntariedad de la desmovilizaci¨®n de la contra y el establecimiento de esas "condiciones seguras y democr¨¢ticas" que hagan posible su participaci¨®n en el proceso pol¨ªtico de Nicaragua.

Sin embargo, y a pesar de las conciliatorias declaraciones del secretario de Estado, la opini¨®n generalizada reinante ayer en Washington era que el acuerdo alcanzado en Tela supon¨ªa, de una parte, un claro desaire a los esfuerzos de la Administraci¨®n Bush de conseguir mantener viva a la contra hasta despu¨¦s de la celebraci¨®n de las elecciones generales en Nicaragua previstas para el pr¨®ximo febrero y, de otra, equivalia a una sentencia de muerte para las actividades de la guerrilla antisandinista.

La pasada semana, Bush se puso en contacto telef¨®nico con varios presidente centroamericanos, entre ellos el de Costa Rica, el premio Nobel de la Paz ?scar Arias, para pedirles que se opusieran a la desmovilizaci¨®n de la contra con el fin de mantener un elemento de presi¨®n sobre el Gobierno de Managua para que ¨¦ste cumpliera lo acordado en Esquipulas de celebrar unas elecciones libres y democr¨¢ticas.

Bush, cuya Administraci¨®n considera el tema de la contra corno un molesto legado herederado de Ronald Reagan, se encuentra en la inc¨®moda posici¨®n de tener que mantener una posici¨®n dura en el tema de Nicaragua para contentar al ala derecha del Partido Republicano, cuya fuerza es todav¨ªa notable, mientras que por otra parte se enfrenta a un Congreso con mayor¨ªa dem¨®crata en las dos C¨¢maras claramente, opuesto a seguir financiando a la contra.

[El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que calific¨® el acuerdo de Tela como "una sentencia de muerte para la contra", pidi¨® ayer a Bush que "sea consecuente con su posici¨®n de fortalecer la democracia" y "respalde" los acuerdos. El salvadore?o Alfredo Cristiani, por su parte, afirm¨® que su Gobierno buscar¨¢ "pronto" un contacto con la guerrilla del FMLN y declar¨® que la cumbre hab¨ªa sido "muy positiva", informa Efe].

Oferta espa?ola

[La reacci¨®n oficial espa?ola fue de "gran satisfacci¨®n" por el "importante paso adelante" que signific¨® la cumbre de Tela, seg¨²n dijo el subdirector de la Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica, Joaqu¨ªn Perez Villanueva. Espa?a, se?al¨®, mantiene su oferta de participar con hombres y equipos en las tareas de verificaci¨®n, si los cinco pa¨ªses centroamericanos lo solicitan. Otros pa¨ªses que han ofrecido su participaci¨®n en esta labor son Canad¨¢ y la Rep¨²blica Federal de Alemania Por otra parte, el secretario general de la ONU, Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar se felicit¨® del acuerdo alcanzado en Tela y se declar¨® dispuesto a iniciar desde ya los contactos para la formaci¨®n de la comisi¨®n de verificaci¨®n, informa France Presse].

El portavoz de la contra en Washington, Bosco Matamoros manifest¨® ayer a El PA?S que la declaraci¨®n de Tela constitu¨ª "el desmoronamiento de la ayuda de Estados Unidos a la resistencia, que no va a cesar [por que] la ¨²nica soluci¨®n permanente en Nicaragua s¨®lo puede ser el resultado de negociaciones directas entre la resistencia y el Gobierno". Por su parte, el dirigente antisandinista Adolfo Calero manifest¨® el pasado lunes que no ten¨ªa la m¨¢s m¨ªnima intenci¨®n de pedir a sus hombres que "abandonaran las armas". "Estamos dispuesto a intercambiar armas por democracia, pero no por promesas", manifest¨® Calero.

Sin embargo, a pesar de estas declaraciones, poco o nada puede hacer la contra sin la ayuda econ¨®mica de Washington. De acuerdo con un pacto alcanzado entre dem¨®cratas y republicanos, el Gobierno norteamericano suspendi¨® la ayuda militar a los rebeldes en febrero de 1988.La actual ayuda humanitaria de 50 millones de d¨®lares (unos 6.000 millones de pesetas) debe terminar el pr¨®ximo febrero y se considera muy dudoso que el presidente Bush pudiera conseguir una nueva asignaci¨®n presupuestaria.